Un grupo de vecinos de la localidad de Toledo realizó ayer
una manifestación para rechazar las fumigaciones que los propietarios de campos
de soja, colindantes a sus domicilios, realizan todas las semanas.
Durante la protesta, los habitantes denunciaron problemas de
salud como consecuencia de esa práctica y aseguraron que las autoridades no
intervienen en el tema. "Los vecinos están preocupados porque no se puede
respirar. Es imposible hacerlo y, hasta nos secan las plantas. Hay criaturas
que tienen problemas respiratorios", se quejó un habitante del pueblo. En
tanto, una mujer aseguró que las avionetas fumigadoras sobrevuelan las zonas
urbanas a muy baja altura, poniendo en riesgo la integridad de sus casas y de
sus vidas. "Estuvimos esperando al intendente a que nos diera una
respuesta, y nada", aseguró la vecina. Por su parte, el intendente
interino, Juan Alberto Gattolin, en diálogo con Cadena 3, aseguró que el
municipio confía en el ingeniero agrónomo del campo fumigado. "Nosotros no
tenemos controladores. El municipio no tiene y confía en lo que el ingeniero
nos dice. Tengo entendido que no pueden fumigar a menos de 500 metros ", señaló
el jefe comunal.
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