Una monumental visión cósmica dilapidada en los bosques de
la antigua Yugoslavia: naves espaciales escultóricas, portales dimensionales,
centros de comunicación interplanetaria, símbolos vacíos de una historia
fragmentada. Un impresionante legado de la máquina socialista.
Paradójicamente estas monumentales estructuras del pasado
parecen provenir de un futuro más cósmico que el nuestro. La idea del
presidente Tito tal vez era crear estructuras futuristas para generar la
impresión de que la máquina socialista avanzaría firme y proféticamente hacia
adelante, hasta conquistar el espacio y sintetizar la historia en el espíritu
absoluto. Combinando piedras y metales, sin escatimar, con grandilocuencia, la
visión de la utopía al final del tiempo
fue materializada para conmemorar y resignificar escenarios de batallas de la Segunda Guerra
Mundial u otros donde alguna vez se asentaron campos de concentración. Hoy en
día estos monumentos son aún más atractivos estéticamente en su aura distópica,
perfectos para películas de civilizaciones exoplanetarias (como Star Wars) o
para películas de sci-fi con toques steampunk.
Josip Broz Tito comisionó en los años 60 y 70 estos monumentos a escultores como Dušan Džamonja, Vojin Bakić, Miodrag Živković, Jordan and Iskra Grabul y a arquitectos como Bogdan Bogdanović y Gradimir Medaković, entre otros. Cuando la república yugoslava se disolvió a principios de los 90, estos monumentos fueron abandonados, desatendidos por Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, etc.
Josip Broz Tito comisionó en los años 60 y 70 estos monumentos a escultores como Dušan Džamonja, Vojin Bakić, Miodrag Živković, Jordan and Iskra Grabul y a arquitectos como Bogdan Bogdanović y Gradimir Medaković, entre otros. Cuando la república yugoslava se disolvió a principios de los 90, estos monumentos fueron abandonados, desatendidos por Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, etc.
Portales dimensionales, estaciones espaciales, cosmonaves,
centros de transmisión intergaláctica, elefantes blancos abandonados en el
bosque, mementos-monumentos, detritos de
un estado abortado, de una línea de tiempo cercenada… ¿Pueden ahora,
desprovistos del simbolismo original, anacrónicamente magníficos, convertirse
en esculturas, en melancólicas obras de arte?
Fuente:
pijamasurf.com, 04/05/2011, "25 monumentos abandonados de la Ex-Yugoslavia que parecen del futuro".
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