Alertan
por daños ambientales de las operaciones de Glencore. Integrantes
de la Red Sombra Observadores de Glencore detalló en un estudio los
“impactos y daños graves de siete operaciones mineras” de la
firma en Argentina, Bolivia, Perú y Colombia. Denuncian que la
empresa miente en sus reportes oficiales.
por
Darío Aranda
Glencore
es la mayor multinacional de materias primas del mundo y acumula
denuncias por violación de derechos humanos, contaminación, lavado
de dinero y corrupción, pero aún así mantiene un perfil bajo y
está lejos de la condena pública que sí pesa sobre otras
multinacionales extractivas. Una investigación que puso la lupa
sobre el accionar de la empresa en América latina precisó los
desastres ambientales y la falsas promesas de Glencore, que en
Argentina es propietaria de Minera Alumbrera (extracción de oro y
cobre en Catamarca), Pachón (San Juan) y Mina Aguilar (Jujuy).
La
suiza Glencore fue fundada en 1974 y en 2005 se convirtió en la
empresa líder en comercio de materias primas (metales-minerales,
petrolíferas y productos agrícolas). Controla el 60 por ciento del
comercio mundial de zinc, el 50 por ciento del de cobre y el 45 por
ciento del de plomo.
El
accionar de Glencore ameritó que una decena de organizaciones de
América latina y Europa se conformaron en 2012 en la denominada Red
Sombra Observadores de Glencore para compartir experiencias e
investigar sus actividades. Por Argentina, participa en ella la
organización catamarqueña Bepe (Bienaventurados los Pobres).
“Hemos
establecido los impactos y daños graves de siete operaciones mineras
de Glencore en nuestros países (Argentina, Bolivia, Perú y
Colombia). La empresa provocó consecuencias negativas para las
comunidades”, denuncian las organizaciones en una investigación de
84 páginas presentada en marzo en Colombia y que este mes será dada
a conocer en Catamarca.
Glencore
tiene la particularidad de ser parte de las multinacionales mineras y
también del agro y el petróleo, y de intervenir en toda la cadena:
producción, transformación, almacenamiento y transporte de materias
primas. “La diversificación de su operación le da ventajas de
mercado incomparables”, detalla la investigación.
El
trabajo cuenta con un apartado especial de Argentina sobre Minera
Alumbrera. “El Informe de Impacto Ambiental presentado por la
empresa da cuenta de la magnitud de las afectaciones a los
ecosistemas. Disminución de cuencas hídricas, depresión de
acuíferos, reducción del caudal de los ríos, alteraciones en la
calidad del agua y el aire, destrucción de hábitats y afectación
de la flora y la fauna”, denuncia la investigación.
El
estudio precisa que Minera Alumbrera cuenta con un permiso de la
provincia para la extracción de agua subterránea de 100 millones de
litros por día. “Es el consumo hídrico más alto de las
operaciones de Glencore en América latina. El consumo excesivo de
Minera Alumbrera tiene repercusiones en la población de una
provincia caracterizada por su aridez y sus altas temperaturas”,
afirma el trabajo.
Alerta,
además, que otra contaminación confirmada se dio en la localidad de
Ranchillos (Tucumán), por donde la empresa transporta el barro con
minerales. Detalla que en el proceso de secado la empresa vierte agua
con metales pesados en el canal pluvial llamado “DP2” que tributa
en las cuencas de los ríos Salí y Dulce, y luego desaguan en el
dique Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero.
La
investigación es muy precisa y respalda cada dato con una prueba
documental, con fuentes comprobadas que desmienten los informes
oficiales de la compañía -llamados “informes de
sustentabilidad” o “reportes de responsabilidad social
empresaria”-, que publicitan un modelo “minero sustentable”.
El
trabajo de las organizaciones sociales aborda las consecuencias de
las voladuras de roca que desprenden altos niveles de emisión de
gases nitrosos (genera lluvias ácidas) y la contaminación por el
dique de colas, un enorme basurero minero de 30 hectáreas de
superficie y hasta 150 metros de profundidad. “Fue emplazado en una
zona de accidente geológico, lo que provocó filtraciones de los
desechos. En los primeros años de explotación esta información fue
ocultada y negada por Minera Alumbrera”, denuncia la investigación.
El
informe analiza también el aspecto económico. Cita los registros
oficiales de 2014, donde por cada cien dólares exportados la “renta
minera fluctuó entre el 20 y 25 por ciento”. En 2015 Glencore
afirma haber pagado en Argentina 525 millones de dólares, de los
cuales solo 16,5 millones fueron al gobierno de Catamarca. “La
escasa renta minera para Argentina, y en especial para la provincia,
es fruto de los marcos legales y fiscales de baja imposición, de los
cuales Glencore obtiene un tratamiento altísimamente favorable”,
advierte.
También
detalla las causas judiciales por evasión (Alumbrera no declara más
de 50 minerales que exporta) y por contaminación (está procesado al
gerente general, Raúl Pedro Mentz). Pero ambas causas avanzan muy
lentamente, con responsabilidades de jueces y fiscales. En 2017 se
confirmó la denunciado por organizaciones sociales desde hace años:
que evade impuestos mediante cuentas en paraísos fiscales (en los
conocidos Paradise Papers).
Glencore
también es propietaria en Argentina de la explotación minera Pachón
(en San Juan) y Mina Aguilar (Jujuy). Ambas con denuncias similares a
Alumbrera.
Entre
las conclusiones de la investigación se destaca que América latina
es una de las zonas más lucrativas para Glencore, la compañía
oculta sus finanzas en paraísos fiscales, realiza un pequeño aporte
en renta minera en los países que opera, lleva décadas contaminando
de forma impune, afectó ecosistemas, es un gigantesco contaminador
de aguas, ha provocado emisiones contaminantes en todos los lugares
donde operó y generó alta conflictividad social.
El
mapa de las operaciones
por
Darío Aranda
La
investigación “Informe sombra de las operaciones de Glencore en
América latina” precisa la situación de Minera Alumbrera
(Argentina), las empresas Illapa S.A. y Sinchi Wayra S.A. (Bolivia),
el Grupo Empresarial Prodeco (Colombia), Compañía Minera Antamina,
Compañía Minera Antapaccay y Perubar (Perú). Está disponible en
Internet y revela el perfil corporativo de una de las mayores
empresas extractivas. “Glencore enfrenta más de 40 investigaciones
y sanciones administrativas y judiciales en varios países por graves
daños e impactos ambientales, como contaminación de personas, aire
y suelos, desviación ilegal de ríos e intervención ilegal en áreas
protegidas”, denuncia el informe.
Fuentes:
Darío Aranda, El impacto de la multinacional, 03/04/18, Página/12.
Darío Aranda, El mapa de las operaciones, 03/04/18, Página/12.
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