por Carlos Pagura
La visita del
presidente Mauricio Macri a Rusia dejó varias novedades en el rubro
energético, entre ellas, la firma de un memorando de entendimiento
para la exploración y explotación de uranio en nuestro país, que
reportaría una inversión inicial de u$s 250 millones y la
generación de unos 500 puestos de trabajo.
El titular de
UrAmerica SA, Omar Adra, quien firmó el convenio junto al canciller
Jorge Faurie (en representación del ministerio de Ciencia), y el
presidente de la empresa rusa Uranium One Group, sostuvo que
Argentina "puede tener una Vaca Muerta en uranio".
"Eso es lo
que dicen los expertos mundiales", explicó Adra en diálogo con
ámbito.com: "Creemos tener una cuenca similar a la Kazajstán,
por lo que podríamos autoabastecer, a costos bajos y mayor
seguridad, las plantas nucleares en funcionamiento y las próximas
por construir" (al mismo tiempo, la agencia estatal nuclear rusa
Rosatom propuso la construcción de una central de energía nuclear
en Argentina). "Podemos llegar a ser un proveedor de uranio
mundial, pero especialmente para la región. Nuestro socio ya provee
a Brasil, por lo que hacerlo desde nuestro país sería ideal",
agregó.
De acuerdo a un
informe especial elaborado por la Dirección de Economía Minera a
fines de 2016, pese a que Argentina "integra el reducido número
de diez países que dominan el ciclo de combustible" del uranio,
no se lleva a cabo la cadena completa de actividades de explotación
y concentración "debido a conflictos socio-políticos, legales
y medioambientales".
Así, actualmente
se importan en su totalidad las 250 toneladas anuales que consumen
los tres reactores nucleares (Atucha I, Atucha II y CN Embalse) a
plena potencia. En 2015, el monto de importación de uranio alcanzó
los u$s 61.862.878.
UrAmerica lleva a
cabo su proyecto en la meseta central de Chubut, dentro de la cuenca
de San Jorge, al que intentará dotar del método de extracción
"recuperación in situ", desarrollado por la rusa Uranium
One, considerado el más eficiente en función de sus bajos costos y
su mínimo impacto ambiental.
"No se
utilizan ácidos, gracias a que el terreno alcalino permite licuarlo.
En términos básicos: es como una esponja que se solidificó con
jabón y quedó dura; al inyectarle agua hace espuma, esa espuma se
retira y una vez que se precipita, se convierte en jabón, que
vendría a ser el uranio", relata.
Aunque para un
neófito el proceso puede remitir al tan cuestionado "fracking",
Adra aclara que "no tiene nada que ver, porque el fracking
necesita un nivel de presión de agua distinto. Además este
procedimiento utiliza el agua del mismo yacimiento, que quedó
impregnada en los fragmentos, y que luego se recicla y se vuelve a
usar. El suelo no se toca en la superficie y con el tiempo el área
desértica pasa a ser fértil y puede emplearse para producciones
agrícolas".
Según el
documento de Minería, la relevancia del uranio reside en ser el
punto de partida del ciclo del combustible nuclear y, en
consecuencia, de la generación nucleoeléctrica. "Su valor
estratégico es de suma relevancia más allá de su costo en el
mercado internacional", debido a su aporte a la "seguridad
energética", asegura, además de ser "un tipo de energía
libre de emisiones de dióxido de carbono".
Finalmente,
detalla que la baja en los precios en los últimos años generó una
caída en los emprendimientos de extracción, pero anticipa un
incremento de los precios en la próxima década, que llevaría a la
vez a un repunte de la actividad exploratoria de la mano de un alza
en la demanda. China introdujo 20 nuevos reactores entre 2002 y 2014
y está construyendo otros 30. India tiene 6 en construcción y otros
22 en carpeta. Rusia posee 9 en proceso y planea 22 más. Corea del
Sur tiene 12 nuevos reactores planificados y/o próximos a construir,
mientras que varios países europeos extenderán la vida de sus
centrales actuales. Por su parte, Estados Unidos sumó 19 nuevos reactores y
añadirá otros 5.
"Es una gran
oportunidad. Es la primera vez que se aplicará este proceso en
Latinoamérica, y esto recién empieza, porque seguiremos explorando.
El socio es de una magnitud importante y tiene un interés claro en
nuestro país. Somos una compañía argentina manejada por argentinos
y con un equipo técnico argentino. Debemos ser líderes en la región
en materia nuclear. Por eso, la inversión en principio es de u$s 250
millones, pero a futuro no tiene límites", concluye Adra.
En la actualidad
Australia, seguida por Kazajstán, Rusia y Canadá, encabezan el
ránking de reservas mundiales conocidas y económicamente
explotables a nivel mundial, según datos de la World Nuclear
Association. En ese punto, varias provincias argentinas siguieron el
anuncio con interés. De acuerdo a las estadísticas oficiales,
existen unas 30 mil toneladas de reservas comprobadas de uranio
distribuidas en yacimientos ubicados en Mendoza, Salta, Chubut, La
Rioja, San Luis y Córdoba.
Fuente:
Carlos Pagura, Cómo es el memorando firmado con Rusia por el uranio, 23/01/18, Ámbito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario