En Los Gigantes funcionó entre 1982 y 1990 la mina de uranio explotada por la empresa Sánchez Granel |
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) presentó un proyecto al Banco Mundial para encarar la remediación ambiental de la vieja mina de uranio de Los Gigantes y propuso trasladar al lugar los residuos radiactivos que se encuentran alojados en la planta de 'Dioxitek' ubicada en barrio Alta Córdoba.
Carlos Paz. La
Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) presentó un proyecto
al Banco Mundial para encarar la remediación ambiental de la mina de
uranio de Los Gigantes y propuso trasladar al lugar los residuos
radiactivos que se encuentran alojados en la planta de "Dioxitek"
de barrio Alta Córdoba. La propuesta disparó la alarma entre los
municipios de Punilla y la Secretaría de Minería de la Provincia de
Córdoba, como también entre vecinos y grupos de ambientalistas.
El antiguo
yacimiento de uranio de Los Gigantes contaminó durante décadas la
cuenca del lago San Roque y constituyó un verdadero desastre
ambiental en el corazón turístico de Córdoba, y ahora se especula
con el depósito de 57 mil toneladas de residuos radiactivos. La
inacción del gobierno nacional durante veinte años se vio mitigada
por la propio naturaleza, que depuró el lugar en la medida de sus
posibilidades, y ahora que la situación se encuentra relativamente
controlada, será otra vez la mano del hombre la que volverá a
impactar sobre Los Gigantes.
Se trata de 57
mil toneladas de residuos nucleares que se soltarían en la ex mina,
que dejó de funcionar a fines de la década del ochenta y donde se
cometió uno de los mayores atentados ambientales de la historia de
Córdoba y la mayor contaminación uranífera en cursos de agua de
Sudamérica. La propuesta fue presentada al Banco Mundial y cuenta
con el respaldo de la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad,
aunque la Secretaría de Minería de la Provincia planteó su
oposición y considera que se trata de una propuesta descabellada que
generará el rechazo de todos los vecinos de las localidades por
donde tenga que atravesar el cargamento.
Concretamente, se
están haciendo estudios para conocer cuál será la mejor técnica a
aplicar en el lugar y completar una tarea que comenzó de forma
natural y que apunta al saneamiento del yacimiento. Una de las
opciones es el tratamiento químico de los 120 millones de litros de
líquidos del dique principal para reducir la carga de contaminantes
y evaporarlos. Se llenaría el dique vacío con rocas, estériles y
marginales de las canteras (1,6 millones de toneladas), arena y se lo
haría impermeable para evitar que su erosión y las sustancias
caigan a los arroyos y ríos.
Durante siete
meses, una flota de camiones deberá realizar un total de 27 viajes
diarios desde Alta Córdoba hasta Los Gigantes para llevar los
residuos y la lógica que aplica la CNEA, luego de no haber encarado
ninguna acción de remediación ambiental en tres décadas, es
alarmante. Se dice que el volumen que se encuentra alojado en la
ciudad de Córdoba tendrá "incidencia mínima" en la
cantidad que debe remediarse en la vieja mina. Si ya está
contaminado, por qué no contaminarlo un poco más. A fin de cuentas,
qué le hace una mancha más al tigre. Se trata de un absurdo técnico
que pondrá en riesgo no sólo a los habitantes de Alta Córdoba,
sino también a los vecinos de Carlos Paz, Tanti y las localidades
que se encuentran cerca del lugar.
En ese sentido,
el subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y
Minería de la Nación, Julián Gadano, explicó hace algunas semanas
que se tomó la decisión de encarar una remediación ambiental en el
yacimiento, pero habló de un proyecto integral. La inversión sería
de 70 millones de dólares y Gadano reconoció que "toda mina no
remediada genera impacto ambiental", aunque hizo una salvedad,
"en este caso, el daño está lejos de ser catastrófico".
En vez de
invertir recursos para encapsular los residuos en el lugar y que
dejen de contaminar, la solución es sacarlos (en una maniobra
temeraria que coordinará la CNEA) y llevarlos a otro sitio donde la
impericia y la falta de regulación del Estado pusieron en evidencia
su salvajismo.
Si prospera el
proyecto y siguiendo la misma lógica del gobierno nacional, el
predio también podría albergar otros desechos nucleares que se
encuentran en distintas partes de Argentina, y de esta forma, Los
Gigantes se convertirán en un basurero nuclear y nunca dejarán de
sangrar.
Fuente:
La CNEA quiere un basurero nuclear en la vieja mina de uranio de Los Gigantes, 21/02/17, El Diario de Carlos Paz. Consultado 21/02/17.
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