Vecinos del
barrio hablaron con La Voz de San Justo. Una agrupación
ambientalista asegura que la ordenanza que le pone límites a las
fumigaciones se cumple aunque en Plaza San Francisco habría
problemas.
En barrio Plaza
San Francisco crece la preocupación de los vecinos por la cercanía
de campos con soja que se encuentran a menos de 500 metros de las
viviendas y que estarían siendo fumigados, aunque exista una
ordenanza que lo prohíba.
Alicia Rópolo y
Nancy Garnero, integrantes de la agrupación Voz Ciudadana, la cual
en 2006 trabajó para crear una ordenanza que establezca en nuestra
ciudad límites a las fumigaciones, acompañaron a La Voz de San Justo en una recorrida por diferentes sectores del barrio. También
lo hicieron dos de los vecinos afectados, Rolando y Marcelo, quienes
pidieron que se tomen medidas urgentes de seguridad sanitaria.
"Si bien en
la mayoría de la zona de resguardo de San Francisco la ordenanza se
está cumpliendo muy bien, hemos detectado que no pasa lo mismo en
los alrededores de Plaza San Francisco, ya que encontramos algunos
campos donde se estaría incumpliendo la prohibición de fumigar en
un radio de 500 metros contados a partir de las viviendas",
contó Alicia Rópolo.
La ambientalista
indicó además que les preocupa la presencia de acopios de envases
de agroquímicos dentro del ejido urbano en un predio abierto donde
pueden acceder niños o cualquier persona: "A nuestro criterio
no cumple con las exigencias de triple lavado y perforado como exige
la reglamentación de la Ley Provincial de Agroquímicos (Nº 9164),
incluso algunos envases tienen restos de productos químicos",
aseguró Rópolo.
Tras el recorrido
realizado por este diario junto a Voz Ciudadana y los vecinos se
detectaron viviendas ubicadas a unos 300 metros de los campos donde
se estaría fumigando. "Si bien no puedo confirmar que estos
campos estén con tratamiento de glifosato u otros productos
químicos, tienen toda la apariencia de haber sido fumigados",
explicó Rópolo.
Rolando vive en
Plaza San Francisco desde hace dos años y muy cerca de un campo con
soja. "Se ven muchos campos que son fumigados todo el tiempo. A
veces se ve la avioneta por encima de los campos y que pasan sobre
los techos de nuestras casas. Los mosquitos (máquinas aplicadoras de
agroquímicos), también circulan por el barrio", aseguró a
este diario, agregando que "muchas veces lo hacen por la noche".
En su caso,
Marcelo está construyendo su casa en el barrio junto a Yamila. A la
izquierda de la obra, a 300 metros, se observa otro campo con soja.
"Compramos el lote hace unos años. Elegimos Plaza San Francisco
en busca de paz y tranquilidad, y salir de la ciudad", comentó.
Sin embargo,
Marcelo se mostró intranquilo ante esta situación: "Aquí
donde estamos construyendo nuestra casa vimos en repetidas ocasiones
que se detienen mosquitos fumigadores para ir a los campos que
tenemos muy cerca. Me da mucho temor lo que pueda pasar con el uso y
abuso de agroquímicos. Queremos tener una huerta, criar a nuestros
hijos y si sabemos que se está infringiendo la ley, vamos a tomar
cartas en el asunto", afirmó.
Lo que dice la
ordenanza
En octubre de
2006 se promulgó la ordenanza municipal Nº5531, donde se indica la
creación de una zona de "resguardo ambiental" conformada
por la propia planta urbana o núcleos poblacionales de esta ciudad
-entendiéndose por tales aquellos donde habitan personas, en forma
permanente, con más un radio de quinientos metros a partir del
límite de la referida planta urbana o núcleos poblacionales, o
hasta la distancia a la que llegare la jurisdicción territorial del
municipio cuando ésta fuere menor que dicho radio.
Según Rópolo,
"la inquietud mayor que tenemos es que se cumpla la letra de
ordenanza que está vigente. Trabajamos arduamente para lograrla,
investigamos y consultamos a muchos profesionales que conocían
profundamente tema y los efectos de los agroquímicos en la salud
humana. Nos costó mucho lograrlo y la misma fue pionera en su tipo y
luego replicada por muchas ciudades de la provincia de Córdoba y del
País. En general, se cumple pero el problema en Plaza San Francisco
es preocupante", reflexionó.
Una lucha con
final feliz
Beatriz Bustos de
Maldonado, Irma Oviedo y Claudia Sacchi lucharon por más de ocho
años contra la fumigación en un campo cercano a sus casas de barrio
9 de Septiembre.
Hoy, donde se
cumple la ordenanza, la flora y la fauna se recuperan lentamente y
las vecinas celebran el nuevo hábitat: "Antes ni copas en los
árboles teníamos. Ahora hay pájaros, sapos, cotorras y una
vegetación verde y sana", contó Bustos.
Las mujeres
recordaron cómo pasaban los mosquitos frente a sus casas "y
aunque parecía que no arrojaban nada, cuando salíamos afuera para
pararlos nos bañaban en herbicida", rememoró Bustos.
Estas vecinas
tienen sus viviendas a escasos metros de un campo que topa con el
final de la calle 2 de abril. A pesar que hace una década que no se
fumiga, los restos siguen estando: "Lamentablemente lo que
quedó, quedó. El olor está y si bien aquí no se fumiga, si se
hace detrás del basural del cual no estamos tan lejos", comentó
Sacchi.
Por último,
Bustos pidió que la ordenanza se revea ante el crecimiento urbano:
"La ciudad creció mucho. Hoy nosotros tenemos muchos vecinos
enfermos con asma, cáncer y estoy segura de que es productos del
abuso del glifosato".
Fuente:
Plaza San Francisco: Preocupan fumigaciones de campos cercanos a casas de familia, 19/02/17, La Voz de San Justo. Consultado 21/02/17.
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