El saneamiento
del San Roque marcha a un paso tan lento que es imperceptible. Pero
siempre es eje de las campañas proselitistas.
por Fernando
Agüero
Por una
casualidad del destino y la herencia de un emprendimiento que no fue,
Villa Carlos Paz tiene hoy la costanera más extensa y visitada de la
provincia, un circuito que le cambió la cara a la ciudad y a su
vínculo con el lago San Roque.
El proyecto para
construir un megaemprendimiento colosal, que incluía el relleno de
costas para achicar el embalse y montar allí la Corporación Nuevo
Puerto San Roque, terminó en la nada en la década pasada, pero
abrió la puerta a un paseo que hoy disfrutan los vecinos y los
turistas, todo el año.
Los clubes
náuticos, emprendimientos privados y centros vecinales que habían
montado sus precarias edificaciones a la vera del San Roque fueron
levantados para dar lugar a aquel controvertido proyecto que nunca
fue iniciado.
Años más tarde,
ya sin la Corporación entre ceja y ceja, la Provincia concretó la
apertura y pavimentación de la avenida Costanera. Esa obra tuvo
fallas y, otra vez, el error ayudó sin proponérselo: parte de la
calle junto al lago no pudo ser habilitada para el tránsito y creó
a cambio un paseo peatonal que se valora a diario.
A las marchas y
contramarchas en proyectos se suma la relación ambivalente con el
lago por parte de la clase dirigente de Carlos Paz. En cada campaña
de las últimas décadas, todos repiten la consigna “no le demos la
espalda al lago”, a la vez que plantean la necesidad del
saneamiento del embalse. Pero aquellos clubes y negocios
desmantelados años atrás eran una muestra de que se hacía todo lo
contrario: se tapaba el ingreso a las costas para vecinos y turistas.
El saneamiento es otro cantar: marcha a un paso tan lento que es
imperceptible.
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Fuente:
Fernando Agüero, La ciudad que le daba la espalda al lago, 31/08/16, La Voz del Interior.
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