por Katherine
Paul
Puede
que Monsanto no sea la compañía más grande del mundo, ni la peor.
Sin embargo, el gigante de la biotecnología de St. Louis Missouri se
ha convertido en el emblema de todo lo que está mal con nuestro
sistema de alimentación industrial y el sistema agrícola.
Con
21.000 empleados en 66 países y 15 mil millones de pesos en
ingresos, Monsanto es un peso pesado en la industria de la
biotecnología. El acaparador y monopolista de las semillas del mundo
es la fuente de al menos un tercio de las emisiones globales de gases
de efecto invernadero antropogénicos, y es en gran parte responsable
de la pérdida de suelos, agua y biodiversidad. Sin dejar de lado la
marginación y a veces el terror que la compañía provoca en
millones de pequeños agricultores.
Desde
principios del siglo 20, Monsanto ha comercializado productos
altamente tóxicos que han contaminado el medio ambiente y enfermado
de manera permanente o incluso matado a miles de personas en todo el
mundo. Los más tóxicos de sus productos incluyen:
• PCB:
uno de los 12 contaminantes orgánicos persistentes que afectan a la
fertilidad humana y animal.
• 2,4,5
T (2,4-D): un componente del Agente Naranja que contiene dioxina y
que fue utilizado por el ejército de Estados Unidos durante la
guerra de Vietnam. Sigue siendo una de las principales causas de
defectos de nacimiento y cánceres.
• Roundup:
el herbicida más utilizado en el mundo, es la causa de una de las
tragedias más grandes de salud y ambiente en la historia moderna.
Este herbicida altamente tóxico, se rocía en los cultivos
transgénicos incluida la soya y el maíz para la alimentación
animal o para la producción de biocombustibles, ya ha sido
recientemente clasificado como un probable carcinógeno humano por la
Organización Mundial de la Salud.
En
una rara excepción, Monsanto se ha solicitado a Monsanto pagar 46.5
miles de millones de pesos para compensar a las víctimas de
intoxicación por uno de sus tóxicos. A veces la empresa negocia y
llega a acuerdos fuera de la corte, para evitar tener que admitir
cualquier "mala conducta".
Pero
en su mayor parte, gracias a la poderosa influencia de la
multinacional sobre los políticos de Estados Unidos y el mundo,
Monsanto ha sido capaz de envenenar con total impunidad.
Es
hora de que lxs ciudadanxs del mundo luchen y resistan. El 15 y 16 de
octubre en La Haya, Holanda, la Ciudad Internacional de la Paz y la
Justicia, un panel de distinguidos jueces internacionales escuchará
el testimonio de testigos que han sido afectados y dañados por
Monsanto, debidamente representados por abogados legítimos.
En su
preparación para el tribunal ciudadano, y durante el testimonio, los
jueces tomarán en cuenta seis preguntas que son relevantes no sólo
en relación con Monsanto, sino con todas las empresas involucradas
en modelar el futuro de la agricultura. Las seis preguntas son:
1.
Derecho a un medio ambiente sano: ¿violó la empresa Monsanto, por
sus actividades, el derecho a un medio ambiente seguro, limpio, sano
y sostenible, como se reconoce en el derecho internacional de los
derechos humanos, teniendo en cuenta las responsabilidades impuestas
a las empresas por parte de los Principios Rectores de Empresas y
Derechos Humanos, según lo aprobado por el Consejo de Derechos
Humanos en su resolución 17/4 de 16 de junio de 2011?
2.
Derecho a la alimentación: ¿La empresa Monsanto violó, por sus
actividades, el derecho a la alimentación, como se reconoce en el
artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y en los artículos 24.2 y 27.3 de la Convención sobre los
Derechos del niño, y en los artículos 25 (f) y 28.1 de la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, teniendo en cuenta las
responsabilidades impuestas a las empresas por los Principios
Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, como aprobado por el
Consejo de Derechos Humanos en su resolución 17/4 del 16 de junio de
2011?
3.
Derecho a la salud: ¿La empresa Monsanto violó, por sus
actividades, el derecho al nivel más alto posible de salud, tal como
se reconoce en el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, o el derecho del niño al
disfrute del más alto nivel posible de salud, explícito en el
artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del niño, teniendo
en cuenta las responsabilidades impuestas a las empresas por parte de
los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, según lo
aprobado por el Consejo de Derechos Humanos en la Resolución 17 / 4
del 16 de junio 2011?
4. La
libertad de expresión y la investigación académica: ¿La empresa
Monsanto viola la libertad indispensable para la investigación
científica, garantizado por el artículo 15 (3) del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así
como la libertad de pensamiento y de expresión garantizados en el
artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
teniendo en cuenta las responsabilidades impuestas a las empresas por
parte de los Principios Rectores de empresas y derechos humanos,
según lo aprobado por el Consejo de Derechos Humanos en su
resolución 17/4 del 16 de junio de 2011?
5.
Complicidad en crímenes de guerra: ¿Es la empresa Monsanto cómplice
en la ejecución de un crimen de guerra, tal como se define en el
artículo 8 (2) de la Corte Penal Internacional, al proporcionar
materiales para el Ejército de los Estados Unidos en el marco de la
operación "Ranch Hand" lanzado en Vietnam en 1962?
6.
Ecocidio: ¿Podrían las actividades pasadas y presentes de Monsanto
constituir un delito de ecocidio, entendido como la generación de
daños graves o destrucción del medio ambiente, alterando de manera
significativa y duradera los bienes comunes o servicios de los
ecosistemas de los que ciertos grupos humanos dependen?
Las y
los jueces del tribunal ciudadano no tienen la facultad de adoptar
decisiones vinculantes. Pero van a emitir opiniones que
proporcionarán a las víctimas y sus asesores legales de argumentos
y fundamentos legales para futuras demandas en contra de Monsanto en
su jurisdicción nacional.
A lo
largo de la historia, los tribunales ciudadanos han sido un
instrumento eficaz para resaltar la necesidad de cambiar la ley
internacional, de modo que las víctimas de las empresas
transnacionales tengan un medio para la reparación del daño. Se
logra más éxito cuando son capaces de atraer la atención de los
medios de comunicación, y cuando están respaldados y apoyados por
millones de ciudadanxs en todo el mundo.
Si
quieres apoyar el Tribunal Internacional contra Monsanto y seguir su
progreso, firma aquí. (Las organizaciones también pueden firmar
aquí).
Para
presentar el testimonio de algún testigo, reclamaciones vía correo
electrónico: www.monsanto-tribunal.org También puedes apoyar el
tribunal financieramente.
Katherine
Paul es directora asociada de la Asociación de Consumidores Orgánicos.
Fuente:
Fuente:
Katherine Paul, Seis preguntas para Monsanto, 14/06/16, Rebelión.Consultado 15/06/16.
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