miércoles, 2 de abril de 2014

A un año de la inundación en La Plata, un libro de poesía homenajea a las víctimas


por Hugo Alconada Mon

Se podía evitar
mi muerte. Lástima
morir así, remuere
la confianza. Era grande ya
pero oí el grito en todas
las edades. Los rostros
dejaron el pavor
en la corriente un sello frío
quemando la frente.

Así expone el poeta, uno de los 76 convocados, el dolor, el vacío, la muerte, la ausencia que dejó la gran lluvia y la inundación del 2 y 3 de abril de 2013 entre los platenses.

Convocados por el poeta y defensor juvenil, Julián Axat, todos ellos encarnaron a las víctimas -no a todas, porque el conteo sigue en ascenso-. Para contar, a través de sus versos y en primera persona, lo que muchos prefieren callar.

Aguas y perro, mujer
bajo los muebles viendo
toda la casa un río
mordido por lo negro.
Oír a quien se sumergió
y habla del naufragio
donde el poder navega.
Oír a quien naufragó
cuando la ciudad y las olas
ladraron confundidas.
Oír a quien se calló
sumergido y en la justicia
sonoció el desierto.

"La dimensión de la catástrofe ocurrida en La Plata y alrededores", explica Axat en su epílogo, "puso en evidencia que las pérdidas irreversibles obedecieron a una conjunción de factores entre calentamiento global, condición climática, políticas vacías de gestión, riesgo no previsto, formas inocuas de salvataje, y negación de las consecuencias fatales".

Desde entonces permanezco en esta orilla
donde cualquier rostro es igual a otro.
Y ahora no tengo nada.
Hasta la oportunidad de ser víctima
me han mezquinado.
Formo parte de una cifra
que hace agua por todos lados.

Titulado "La Plata Spoon River" es una "antología sobre la inundación", como el libro se presenta a sí mismo, basado en algunos parámetros similares vertidos por el poeta estadounidense Edgar Lee Masters, en su "Spoon River Anthology", de casi un siglo atrás.

¿y el Intendente?/ ¿vive o muere?/
mi primo Quito dice que la Muerte lo sorprendió en
(las playas del Brasil/
yo leí que sacó agua de las casas sin siquiera estar ahí
(-aunque si Quito tiene razón
quizás fuera su fantasma-/
yo no sé pero lo cierto es que parece no darse
(por enterrado)/.

"Aún cuando sea por causas naturales -remarca Axat al cerrar la antología, suerte de epitafio-, el ocultamiento, la mentira y la negación de muertes en un país como Argentina tiene reminiscencias culturales especiales, asociadas al pasado. La poesía, entonces, como manifestación del arte, puede mantener distancia y seguir en la evasiva, o bien puede indagar a fondo aquellos lugares".

De eso trata, pues, "La Plata Spoon River".

La justicia poética
es justa
porque es justiciera.
La justicia será imparcial
hasta que el poeta
determine lo contrario.
La división de poderes será inquebrantable.
Ningún poder podrá erigirse
sobre el Poder Poético.
Todo ciudadano
tendrá derecho a la defensa
de la poesía.
Todo hombre es poeta
hasta que se demuestre
lo contrario.
Lo poético es justo
pero nunca
en su justa medida.
Autoridad suprema:
El poeta que hay
en todo hombre.
Todo poeta
tendrá derecho
a permanecer callado.
Si no posee un abogado
se le asignará
un poeta de oficio
Si no posee un poeta
se le asignará
uno de oficio.

Horror y descontrol en la morgue de La Plata

por Hugo Alconada Mon

"Enterré a mi papá dos veces", dijo la mujer. Del otro lado de la línea, Soledad Escobar, una vecina de La Plata que empezó a colaborar en la investigación del juez Luis Arias sobre las muertes en la ciudad después de la inundación del 2 y 3 de abril del año pasado, creyó que se trataba de una broma de pésimo gusto. Pero con el correr de las semanas se verificó que aquella mujer decía la verdad, cuando salieron a la luz múltiples irregularidades en la morgue, donde restos de perros compartían espacio con fetos putrefactos. Y que cuerpos sin nombre yacían con los nombres de otros ya enterrados.

La mujer, Gabriela, empezó a aportarle a Escobar muchos más datos y precisiones.

Explicó que estaba distanciada de su padre y de otros miembros de su familia, que los trámites para su entierro demoraron meses y que cuando al fin se concretó, en noviembre, llamó a su tía para avisarle. Pero la respuesta que recibió la descolocó: "Imposible, a tu padre lo enterramos en enero".

Así, según verificó luego el juez Luis Arias, dos cuerpos salieron con la misma identidad de la morgue policial del cementerio de La Plata. Incluso, el fiscal en turno había ordenado que los dos cadáveres se anotaran en el Registro de las Personas con el mismo nombre y apellido, y este organismo tampoco detectó la irregularidad. Y ambos se enterraron, con el mismo nombre y número de documento, pero con más de 10 meses de diferencia, en el cementerio público de La Plata.

¿Cuál de los dos cuerpos correspondía al padre de Gabriela? Y el otro cuerpo, ¿de quién es? ¿Dónde está la familia del segundo cuerpo mal identificado y entregado por error? ¿Acaso nunca reclamaron porque habían recibido, a su vez, otro cuerpo equivocado? El equipo del juez Arias pensó en otra hipótesis. ¿Podía ese cuerpo ignoto corresponder a otro fallecido oculto de aquellas horas trágicas de la inundación de hace casi un año?

Arias ordenó allanar la morgue, y el 28 de febrero un equipo de Gendarmería entró en el cementerio junto a Escobar, que figura como amicus curiae en el expediente. Pasó allí 24 horas, se llevó computadoras y muestras de ADN de unos 64 cadáveres y revisó todas las instalaciones, lo que registró en actas, filmaciones y fotografías.

La Gendarmería aún no entregó su informe final al juez, aunque las conclusiones preliminares son dos: no quedarían allí cuerpos que puedan vincularse a la inundación y el descontrol en la morgue era absoluto. La semana pasada, el juez Arias determinó que producto de la inundación del 2 de abril murieron 89 personas. El último dato oficial del gobierno bonaerense decía que eran 51.

Según consta en un informe que presentó luego Escobar, el panorama era dantesco:

las cámaras frigoríficas no funcionaban, por lo que "los cadáveres se descomponen a temperatura ambiente, unos sobre otros";

en algunas bandejas había "cuerpos apilados", por lo que "llevaba un buen tiempo comprender de cuántos se trataba, puesto que se hallaban literalmente pegados";

los cuerpos "se encuentran en diferentes estados de descomposición, repletos de insectos que se desprenden y vuelan cuando se abre cada una de las puertas de las «heladeras»";

"en otra ocasión, a los peritos forenses de Gendarmería les tomó su tiempo verificar si lo que había en dos bandejas eran dos cuerpos diferentes o parte de un único cadáver";

cuerpos de fetos o bebés se encontraban en baldes;

"en la «cámara de vísceras» se encontraban más de 50 bultos, entre cadáveres de bebés sin rotular";

"se almacenan muestras biológicas para laboratorios en frascos de café y mermelada" y "hasta dos perros" se encontraron entre los bultos (en ocasiones, bolsas de basura).

Junto al abandono material, los gendarmes detectaron indicios del descontrol que podrían explicar cómo se entregaron dos cuerpos en el caso del padre de Gabriela: hay cadáveres sin registro, rótulo, número, etiqueta o indicio alguno de su verdadera identidad, y en avanzado estado de descomposición.

Ayer, La Nación llamó a voceros del Ministerio de Seguridad provincial para obtener su opinión ante estos indicios; al cierre de esta edición, no habían respondido.

Esos hallazgos contrastan con el acta que firmó el juez Federico Atencio cuando visitó la morgue, un año atrás. Ingresó junto al número dos del entonces ministro de Seguridad, Ricardo Casal, y un fiscal, policías y funcionarios de la Procuración. Fue sólo ocho días después de la inundación, cuando arreciaban los rumores de que allí se amontonaban los cuerpos de ahogados sin informar.

En el acta que firmó Atencio se detallaron los cuerpos hallados en cada heladera -por entonces funcionaban, o al menos no se consignó lo contrario-, se expuso que la cámara de vísceras se encontraba "vacía", no se informó sobre fetos en baldes ni sobre muestras en frascos de mermelada o cadáveres sin identificar o amontonados ni sobre perros. Sí expuso que había "dos bolsas con restos óseos de vieja data".

¿El desmadre dentro de la morgue comenzó después de la visita de Atencio y otros funcionarios? No, según el informe de Escobar, técnica en informática de licencia en la Procuración y asignada ahora al Senado provincial. "Es más que evidente que fue una puesta en escena. Nadie puede contar los cuerpos en ese lugar en una hora", estimó, basada en una comparación: "El peritaje llevado adelante por la Gendarmería duró 24 horas".

En el caso de Gabriela, el juez Arias determinó que el primer cuerpo que enterró su familia correspondía al de su padre. El hombre al que ella enterró meses después llevaba muerto al menos seis años. Queda por ver quién es y qué ocurrió con su familia.

Un hábeas data para preservar el escenario
El Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) presentó ante la Justicia una acción de hábeas data para que se interrumpan las actividades en la morgue policial platense y se preserven las instalaciones tal como están, hasta que concluya la investigación judicial sobre las supuestas irregularidades en el manejo de cadáveres.

Buscan que no se altere la escena donde pudieron haberse cometido delitos. Según el portal de la revista La Pulseada, la entidad pidió "la inmediata resolución de no innovar contra la morgue policial, colocándose los precintos y las fajas de rigor". También requirió al Ministerio de Seguridad bonaerense y a la Policía Científica "la abstención de nuevos ingresos de cadáveres, óbitos y vísceras a dicho lugar, los que deberán ser remitidos a las morgues de otros departamentos judiciales".

Para los familiares de las víctimas, se intentó ocultar a los muertos

Sostienen que las autoridades quisieron minimizar el costo político de la tragedia.

por Pablo Moros

La Plata. "Los gobernantes, que quisieron ocultar deliberadamente a los muertos para minimizar su incompetencia y el costo político de la tragedia, soportarán para siempre nuestro reclamo, que se emparienta con el Nunca Más", dijo Gabriel Colautti, presidente de la flamante Asociación de Familiares de Víctimas de la Inundación (Afavi).

En la tormenta del 2 de abril del año pasado en esta ciudad. Colautti perdió a su padre, de 74 años, que murió ahogado cuando intentó autoevacuarse junto a su nieto de su casa en el barrio La Loma.

"Nos agrupamos porque, tras la tragedia, nos dejaron solos. Y hoy, como la noche de la inundación, las autoridades siguen sin dar respuestas", explicó Colautti, en referencia a la actitud que, según su criterio, tuvieron los gobiernos comunal, provincial y nacional. Y agregó: "No tenemos aún una cifra estimada de fallecidos, pero sabemos que son más, porque siguen apareciendo nombres de personas que murieron por la inundación; por afecciones que surgieron después de un tiempo. Además, muchos familiares logran reponerse y comienzan a contar su historia".

Sin embargo, los familiares dejaron en claro su conformidad con el trabajo del juez en lo Contencioso Administrativo Luis Arias, que la semana pasada dio a conocer el resultado de su investigación, en la que contabilizó 89 personas fallecidas por el temporal. "Vamos a construir con la información que vamos colectando un archivo de la memoria", comentó Viviana Salagre, otra integrante de Afavi, entidad que reúne a cerca de 30 familiares de personas fallecidas por la catástrofe.

Para ellos, que la semana próxima presentarán ante la Justicia dos nuevos casos de personas fallecidas por la tormenta, que hasta ahora no habían sido contemplados, el principal objetivo es que se conozca la verdad. "No vamos a parar hasta que se sepa la cantidad de fallecidos que provocó la inundación, ya que fueron muchos más de los que hasta ahora se han admitido. Y queremos develar la manera en que se intentó encubrir todo", señaló Soledad Meneses, otra integrante de la entidad que habló con La Nación.

Afavi también prevé presentarse como particular damnificado en la causa que llevan adelante el fiscal Jorge Paolini y el juez de Garantías Guillermo Atencio, en la que se busca determinar si hubo responsabilidades penales por la catástrofe.

En el listado de reclamos, desde Afavi -hace dos semanas obtuvo personería jurídica- también se solicitaron "indemnizaciones reales antes que los subsidios discriminatorios y poco dignos que fueron otorgados para algunos; un plan de contingencia para emergencias; un plan de obras hídricas; la derogación del Código de Ordenamiento Urbano platense, además de la continuidad de las exenciones impositivas", indicó el presidente de Afavi.

También requirieron la entrega del fondo de emergencia conformado por aportes empresariales que nunca fue distribuido, mientras que seguirán realizando una colecta permanente, iniciada hace unos seis meses, para brindar asistencia a los damnificados ante la falta de otras respuestas de las autoridades.

Obras insuficientes
"Los gobernantes tienen responsabilidad en lo ocurrido porque no hicieron las obras ni las acciones que correspondían para evitar semejantes consecuencias", dijo Colautti.

Desde Afavi exigieron, entre otras cuestiones, que el gobierno nacional disponga de recursos del Fondo Hídrico de Infraestructura para hacer obras en La Plata. "Cristina (Kirchner) debería usar el dinero del fondo hídrico, primero como presidenta, para hacer cumplir su destino específico, y segundo, como platense, sencillamente por sensibilidad con su ciudad", agregaron.

Desde Afavi cuestionaron la "insuficiencia de las obras encaradas por la provincia y el municipio local". Meses atrás, se le presentó al ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía (que además preside el Comité de Cuenca de la región capital), un trabajo elaborado por el ingeniero Claudio Velazco. Este escrito sostenía que la inversión necesaria en obras hidráulicas para la región debería ubicarse en los 6800 millones de pesos. Pero nunca recibieron una respuesta.

Para Diego Martínez Etcheverry, secretario de Afavi, "los funcionarios ponen como excusa para no ampliar la inversión que un nivel de lluvia semejante a la ocurrida el 2 de abril de 2013 tiene una recurrencia cada 10.000 años, pero no tienen cómo garantizar que algo así no vuelva a ocurrir".

Inundación: los jueces, en desacuerdo

A un año de la trágica inundación en La Plata, no hay un solo funcionario penalmente responsable ante la Justicia. Incluso, todavía persiste una sórdida polémica sobre la cantidad de muertos: la justicia en lo contencioso administrativo considera que hubo 89 víctimas, mientras que para la justicia penal fueron 67. "Todavía no hay un responsable. No hay procesados", admitió a la nacion el juez de Garantías N° 1, Guillermo Atencio, a cargo de la causa por un posible estrago culposo. Es más: este juez insistió en que "los muertos que pueden vincularse con la investigación son 67".

Atencio también admitió a La Nacion que entre el 2 y el 6 de abril pasados la morgue local estuvo saturada de cuerpos. Pero aseguró que no hubo irregularidades en el recuento de las víctimas. "Es cierto que en la morgue había muertos tirados en el piso, heladeras sin frío y pésimas condiciones de higiene, pero esto no constituyen irregularidades a investigar en la causa penal", dijo el magistrado, que recorrió ese lugar el 10 de abril pasado.

La justicia penal está convencida de que no existió un plan de las autoridades para ocultar muertos ni una operatoria ilegal para falsificar certificados de defunción, tal como sostuvo el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata Luis Arias.

Prohíben el ingreso de nuevos cuerpos en la morgue policial de La Plata

El juez Luis Arias hizo lugar a un pedido de organismos de derechos humanos.

por Pablo Morosi

La Plata. El juez en lo Contencioso Administrativo N° 1 de esta ciudad ordenó la prohibición de ingresar nuevos cadáveres en la morgue policial de La Plata. El magistrado hizo lugar, aunque parcialmente, al pedido de un colectivo de abogados que integra una entidad de defensa de los derechos humanos que había solicitado su clausura y una investigación profunda de su actuación durante los días posteriores a la inundación de La Plata. Las irregularidades en la morgue policial de La Plata fueron adelantadas por La Nación en su edición del lunes pasado.

Arias fijó un plazo de diez días hábiles para que el Ministerio de Seguridad bonaerense elabore un informe en el que detalle los métodos de trabajo aplicados para el funcionamiento de la dependencia, cuestionada en el reciente fallo del magistrado por el tratamiento dado a las víctimas mortales en la inundación de la que hoy se cumple un año.

La semana pasada, el Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) había pedido la adopción de una medida cautelar de "no innovar" hasta tanto se protocolice y transparente el funcionamiento de la morgue.

Ahora, los cadáveres deberán ser derivados a la morgue judicial de la Asesoría Pericial de la Corte, situada en la zona del Bosque platense o a morgues de otros distritos vecinos, explicó Arias a La Nación.

Según el juez, "no es necesario clausurar porque, de hecho, el lugar está intervenido por la Gendarmería que embolsó y precintó los 64 cuerpos que hay en el lugar".

Además, el magistrado indicó que la capacidad de la morgue está sobrepasada. "Tiene lugar para 50 cuerpos y sólo una de las seis heladeras se encuentra en funcionamiento. Los cuerpos se están descomponiendo a temperatura ambiente", señaló Arias.

El CIAJ requirió que se ordene "la inmediata resolución de no innovar contra la morgue colocándose los precintos y las fajas de rigor; ordenando asimismo a la Superintendencia de Policía Científica del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires la abstención de nuevos ingresos de cadáveres, óbitos y vísceras a dicho lugar, los que deberán ser remitidos a las morgues de otros departamentos judiciales; ello hasta tanto se dicte sentencia en la presente".

La medida avalada ayer por Arias busca "conocer acerca de la modalidad de proceder y registrar el ingreso de los cadáveres que allí se encuentren y en general [rotulación, documentación, disposición, entrega y/o inhumación o cremación] y para el caso en que resulte acreditado el modo arbitrario, informal y/o ilegal con el que se registran dichos datos y la utilización arbitraria e ilegal que de los mismos se efectúa" y pude que se "establezca un protocolo de actuación destinado a los funcionarios policiales, para reglamentar el ingreso, rotulación, documentación, disposición, entrega y/o inhumación o cremación, de cadáveres que sean remitidos a la morgue policial, en función de estándares de legalidad, certeza y debida custodia".

La resolución busca que se preserven sin alteraciones pruebas detectadas en un espacio que debería "ser transparente" y está "repleto de irregularidades". Mantenerla como está, afirma el escrito, "acrecentaría los niveles de desconfianza y pondría en riesgo -o sembraría un manto de duda- sobre las actuales o potenciales investigaciones criminales relacionadas a casos de muertes traumáticas".

La morgue debería "ser un área transparente, que brinda absoluta garantía en la recepción y alojamiento de cadáveres, en los casos en que la Justicia requiera intervención policial", plantean los abogados.

El 28 de febrero último un equipo de Gendarmería ingresó en el cementerio e incautó computadoras y muestras de ADN de 64 cadáveres y revisó todas las instalaciones, lo que registró en actas, filmaciones y fotografías. Los gendarmes encontraron cadáveres sin registro, rótulo, número, etiqueta o indicio alguno de su verdadera identidad, y en avanzado estado de descomposición. Hasta hallaron restos de perros que compartían espacio con fetos putrefactos y cuerpos sin identificación alguna, según informó el magistrado.

Arias verificó dos cuerpos que pasaron por la morgue fueron inhumados con la misma identidad en el cementerio local. Incluso, el fiscal de turno había ordenado que los dos cadáveres se anotaran en el Registro de las Personas con el mismo nombre y apellido, y este organismo tampoco detectó la irregularidad. Y ambos se enterraron, con el mismo nombre y número de documento, pero con más de diez meses de diferencia, en el cementerio público de La Plata.

El Ministerio de Seguridad pasó a retiro al jefe de la Policía Científica, comisario Pablo Vázquez, reemplazado por la comisario mayor Liliana Sivak. Vázquez tuvo a su cargo la operatoria de la morgue en medio de la tragedia y su intervención fue cuestionada por el juez Arias.

Fuentes:
Hugo Alconada Mon, A un año de la inundación en La Plata, un libro de poesía homenajeaa las víctimas, 02/04/14, La Nación. Consultado 02/04/14.
Hugo Alconada Mon, Horror y descontrol en la morgue de La Plata, 31/03/14, La Nación. Consultado 02/04/14.
Pablo Moros, Para los familiares de las víctimas, se intentó ocultar alos muertos, 31/03/14, La Nación. Consultado 02/04/14.
Inundación: los jueces, en desacuerdo, 01/04/14, La Nación. Consultado 02/04/14.
Pablo Morosi, Prohíben el ingreso de nuevos cuerpos en la morgue policialde La Plata, 02/04/14, La Nación. Consultado 02/04/14.

1 comentario:

  1. Lo que se calla
    Lo que no se ve
    lo que NEGAMOS ARGENTINA !!!
    Mientras su tv detiene cualquier sentimiento de justicia y lucha,
    Por cantidad de Lugares hay gente desesperada
    abandonada por la justicia
    abatida
    desalmada...
    Buscando respuestas a tanta Cagada !!!
    enceguecidos ARGENTINOS !!!
    Pasa años tras años ...
    décadas tras décadas
    mundial tras mundial ...
    "gobiernos" tras "gobierno"
    yo me pregunto ??
    no se cansan de tanta mentira
    tanta maldad
    tanta injusticia
    hay que ser muy pecho frío !!!
    para soportar tanto

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