Después de las condenas a tres años a un empresario y a un
aeroaplicador, en agosto pasado, la fiscalía investiga cuatro casos semejantes.
Tres en el barrio Ituzaingó Anexo y otro en Alta Gracia. Podrían enfrentar
penas de entre 10 y 25 años.
por Carla Perelló
El fiscal Carlos Matheu apunta a lo más alto: probar que la
exposición a los agroquímicos fue la consecuencia de las enfermedades y las
muertes en el barrio Ituzaingó Anexo, de Córdoba. Los lugareños fueron víctimas
de lluvias de agroquímicos en reiteradas oportunidades durante diez años. Ante
la multiplicidad de casos de cáncer, malformaciones en bebés y de muertes, se
abrieron tres causas judiciales. El fiscal a cargo de la “causa madre” amplió
las imputaciones por el delito de “contaminación ambiental dolosa” y
“contaminación dolosa continuada”. Así, regresaran al banquillo de los acusados
los productores rurales Francisco Parra y Eduardo Gabrielli, y el aeroaplicador
Edgardo Pancello, que ya fueron enjuiciados por haber fumigado el barrio en dos
oportunidades. A ellos se suman los ingenieros agrónomos Fernando y Javier
Amuchástegui, Marcelo Bolatti, Ernesto Fleyer y Alejandra Mendizábal, y el
aeroaplicador Gustavo Peralta. “Se trata de actores clave que no pueden
desconocer la normativa en materia de agroquímicos”, dijo Matheu a Página/12.
En agosto de este año, el juicio contra dos empresarios
sojeros y un aeroaplicador sentó jurisprudencia en Latinoamérica. La Cámara I de Córdoba
consideró que las fumigaciones “posiblemente afecten la salud”, por lo que
determinó que Parra fue el autor del delito de contaminación ambiental en forma
continuada, y Pancello, coautor por una fumigación realizada en 2008, y los
condenó a tres años de cumplimiento condicional, y absolvieron al empresario
Gabrielli.
En esta ocasión, los casos que se investigarán en la “causa
madre” son cuatro: tres en Ituzaingó Anexo (uno de ellos en Capilla de los
Remedios), y el cuarto en Los Cedros, cerca de Alta Gracia. La causa se abrió
por la denuncia que realizaron 35 vecinos por fumigaciones ilegales en 2003 y
2004, sin embargo el último caso se añade por “conexión subjetiva”. Pancello
está imputado por haber fumigado en las inmediaciones de un barrio privado
llamado Las Quintas, donde residen unas treinta familias. Dado que el hecho
data de 2007 y es la misma imputación, se agrega para que sea investigado por
el mismo fiscal.
“Si no se comprueba la conexión entre las muertes y la
fumigación, el delito queda consumado de todas maneras”, advirtió a este diario
el fiscal de instrucción del Distrito 3, Turno 6, de Córdoba que investiga la
causa. Es que “basta que exista la posibilidad de que haya peligro de
contaminación del ambiente de un modo peligroso para las personas para que se
considere delito”, explicó. De todas maneras, si fumigaron, los imputados
también infringieron la ley de Agroquímicos de la provincia, que prohíbe
utilizar endosulfán y glifosato en un radio menor a los 1500 y 500 metros de distancia
de las poblaciones urbanas vigente desde 2005, entre otras normativas
municipales. El barrio está sitiado de campos sojeros al este, norte y sur.
Las penas por las imputaciones determinadas hasta el momento
son de tres a diez años, pero si se comprueban los casos de muerte podrían
elevarse de diez a veinticinco.
Para poder probar su hipótesis, Matheu solicitó que el
Instituto Superior de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional
de Córdoba (UNC) conforme un grupo interdisciplinario de especialistas cuya
investigación estaría finalizada para mediados del próximo año. “Es muy
difícil, pero no imposible”, reconoció. El punto más complejo se halla en que
puede haber personas con predisposición genética al cáncer o distintos
desencadenantes, como el tabaco. Por lo que en esos casos deberá investigarse
qué generó la enfermedad.
Según la Agencia Internacional para la Investigación del
Cáncer (IARC, es su sigla en inglés), dependiente de la Organización Mundial
de la Salud ,
existen 931 elementos químicos cancerígenos, entre ellos los agroquímicos,
insecticidas y pesticidas. Ese dato también es tomado en cuenta por el fiscal.
En Ituzaingó viven unas cinco mil personas, de ellas 82
murieron de cáncer entre 2001 y 2009. En la actualidad al menos 143 padecen esa
enfermedad: los números representan aproximadamente un 3 % de la
población, “una cifra muy elevada” para los especialistas, señaló Matheu. En
tanto, el año pasado, un relevamiento de la agrupación Madres de Ituzaingó
determinó que de 145 niños el 80 % tiene agrotóxicos en la sangre.
“Lo que se puede probar es la función acumulada del plaguicida”,
señaló a Página/12 el biólogo y docente de la UNC Raúl Montenegro,
también querellante en la causa junto al grupo de vecinos. Es decir que la
investigación no se cierne al momento de aplicación del plaguicida, sino que se
tiene en cuenta el después: “Eso se traslada al patio de la vivienda, queda
depositado en los tanques de agua de las casas, está en el propio organismo de
la persona”, explicó el especialista.
María Godoy, integrante de Madres de Ituzaingó, no se mostró
sorprendida por la ampliación de las imputaciones. “Los ingenieros saben que
hay ordenanzas que prohíben la fumigación en lugares poblados, sin embargo
firmaban para dar el permiso”, acusó. Para ella, las entrañas del problema
están en la educación: “Todo el mundo está en esto, la universidad los forma
así, para el mercado, no para tener en cuenta la vida”, lamentó.
En tanto, el abogado de la organización informó que en la
próxima semana solicitarán a la
Justicia ser querellantes en la causa, para poder aportar
distintas investigaciones que realizaron a lo largo de los años desde que se
constituyeron.
Las imputaciones y los nombres
La ampliación de las imputaciones solicitadas por la
fiscalía de instrucción Distrito 3, Turno 6, de Córdoba, a cargo de Carlos
Matheu, se basa en fumigaciones que se realizaron en distintas áreas durante la
vigencia de leyes que prohíben o limitan la aplicación de los agrotóxicos en
lugares poblados. Más allá de eso, la acumulación de los residuos es lo que
habría generado las enfermedades en dos barrios y es lo que el fiscal pretende
probar. Las denuncias son de tres ocasiones en las que se habría fumigado en
Ituzaingó Anexo y otra vez más en un barrio que no es cercano, pero cuya
población padece las mismas enfermedades. Francisco Pancello fue quien
efectivizó la fumigación en los dos lugares.
El 2 de marzo y el 18 de junio de 2004 los vecinos
denunciaron que hubo fumigaciones aéreas y terrestres, respectivamente. Los
productos que se aplicaron son los insecticidas clorpirifos (clase 2 Senasa) y
cipermetrina. Los acusados de haber infringido la ordenanza municipal 10.590,
de 2003, que prohíbe fumigar en un radio de 2500 metros del barrio
Ituzaingó son el ingeniero agrónomo y explotador del campo Ernesto Fleyer, al
aviador Pancello y su empleado, Gustavo Peralta. Pancello, además, figura como
titular de la firma Aerofumigación de Corralito, que se dedica a la
pulverización, desinfección y fumigación aérea y terrestre.
Jorge Gabrielli, en tanto, como dueño de uno de los campos
adyacentes al barrio, está acusado de haber aplicado los herbicidas glifosato
2.4 D y dicampa el 24 de junio de 2003. El ingeniero agrónomo Marcelo Bolatti
sería quien avaló la fumigación con su firma.
Por la fumigación aérea realizada el 22 de diciembre de 2003
fue señalado Francisco Parra, quien también violó la ordenanza 10.590.
Por último, en Los Cedros, los habitantes del barrio Las
Quintas Country Club denunciaron que el 19 de enero de 2007 y el 19 de febrero
de 2007 se fumigó con insecticidas cipermetrina y endosulfán junto a la calle
sin guardar distancia. Para entonces ya regía la ley provincial 9164 que
dispone que plaguicidas y herbicidas clase 1 y 2 no deben aplicarse a menos de 1500 metros de áreas
urbanizadas. Y, en caso de que sea terrestre (con camión mosquito), deben
realizarse después de los 500
metros . Los dueños, responsables del campo, son los
hermanos Fernando y Javier Amuchástegui, y quien habría firmado la receta
fitosanitaria para aprobar la aplicación es Alejandra Mendizábal.
Fuente:
Al banquillo por rociar con glifosato, 03/12/12, Página/12. Consultado 06/12/12.
Las imputaciones y los nombres, 03/12/12, Página/12. Consultado 06/12/12.
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