Por Alfredo Flury
El informe elaborado por la Municipalidad de Córdoba revela que, en la mayoría de los nueve tramos medidos, es apenas aceptable para la vida acuática o directamente no apta. El panorama mejoró en parte desde 2021, aunque no para revertir de manera contundente el deterioro del curso de agua pese a las inversiones en la planta depuradora. ¿Qué resultados muestran La Cañada y el arroyo El Infiernillo? Piden procesar a Mestre por contaminación
La calidad del agua del río Suquía sigue sin mejorar, al menos de manera sostenida, y en la mayoría de los nueve puntos monitoreados por la Municipalidad de Córdoba se encuentra por debajo de los parámetros mínimos para el desarrollo de la vida acuática.
Los datos -a los que tuvo acceso Comercio y Justicia– aparecen reflejados en el informe sobre “monitoreo de calidad de agua” del Suquía elaborado por la Secretaría de Gestión Ambiental y Sostenibilidad de la comuna, correspondiente a 2023.
El análisis incluye no sólo el Suquía sino también los arroyos La Cañada y El Infiernillo.
El documento, que se viene elaborando desde 2018, incluye una serie de parámetros que en los primeros años contemplaban un desglose con datos sobre la calidad del agua en diferentes ítems.
Sin embargo, recién desde 2021 se comenzó a informar la situación con base en otros indicadores que permiten cotejar las mediciones de 2022 y del año pasado.
Esos parámetros fijan tres segmentaciones de acuerdo a un puntaje: de 100 a 80, el agua es apta para la vida acuática, de 79 a 50, es aceptable para la vida acuática y si el relevamiento marca menos de 49, el agua no es apta para la vida acuática.
En ese marco, las mediciones en nueve puntos del río, comenzando por el puente de Villa Warcalde, esto es en el ingreso del curso de agua a la ciudad, hasta Chacra de la Merced, aguas abajo de la planta de saneamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande.
Entre medio, hay diferentes puntos de medición que coinciden con la pendiente del río, desde oeste a este.
De la comparación de las mediciones desde 2021 a 2023 surge claramente que las aguas del Suquía siguen sufriendo los efectos de la contaminación en mayor o menor medida, incluso previo al ingreso a la ciudad.
El deterioro de la calidad del insumo decrece a medida que transita el ejido urbano y también en función de los meses en que se realiza la medición que en 2023 incluyó marzo, junio y octubre. En 2021 y 2022 el cotejo fue en marzo, junio, septiembre y diciembre.
El detalle no es menor porque cada mes corresponde a épocas en las que el curso de agua tiene mayor o menor caudal. A menor caudal, es mayor la posibilidad de que el grado de contaminación sea más elevado.
¿Qué marcan las mediciones?
En cuanto al relevamiento, en la muestra tomada a la altura del puente de Villa Warcalde, en marzo mostró una cifra de 53, esto es apenas por encima del umbral de aceptable para la vida acuática. En tanto, en junio llegó a 89 y en octubre a 75.
En el otro extremo, en Chacra de la Merced, las cifras fueron de 76, 67 y 45, este último número por debajo del mínimo y considerada no apta para la vida acuática.
Un año atrás, en el punto de ingreso a la ciudad, las cifras eran de 94, 104 y 74 mientras que al este de la ciudad, bajaban a 57, 80 y 43, respectivamente.
En tanto, en 2021, los números en Villa Warcalde eran de 86, 79 y 80 al este y de 68, 46 y 23 en Chacra de la Merced.
Los datos reflejan así el deterioro que sufre la calidad del agua del Suquía en su tránsito por la ciudad y, en paralelo, la marcada caída luego de superar la planta de Bajo Grande que si bien comenzó a operar de manera normal tras la construcción y habilitación de la nueva infraestructura, aún no logra revertir la desmejora que afecta al río aguas abajo.
La Cañada y El Infiernillo
Por lo demás, llama la atención la buena calidad del agua del arroyo La Cañada, medido en tres puntos, y también del arroyo El Infiernillo.
En el primer caso, los parámetros son 95, 59 y 72 aguas arriba y 100, 62 y 65 en la desembocadura en el río Suquía.
Respecto a El Infiernillo, muestra 74, 50 y 74, según sea en los meses de marzo, junio y octubre.
¿Quién monitorea?
La Municipalidad, es la autoridad de aplicación de la ordenanza N°12451/15, en la que se establece el monitoreo y control periódico de los niveles de calidad de agua del río Suquía, el arroyo la Cañada, el arroyo El Infiernillo y de los efluentes de diversa índole que se vierten a los mismos, ubicados dentro del Ejido Municipal.
El Observatorio Ambiental Municipal, fue creado como herramienta para la planificación de la ciudad, y depende de la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental y Cambio Climático.
Los parámetros que se toman en cuenta incluyen datos fisicoquímicos y biológicos que se emplean para calcular el Índice de Calidad del Agua (ICA), referido a la calidad del recurso para la vida acuática sin contacto directo y con utilización de las riberas con fines recreativos.
La ubicación de las mediciones incluyen el Puente Villa Warcalde, el Vado San Antonio, el Puente del Trabajo, la Isla De Los Patos, el Puente Avellaneda, Puente Maipú, Vado Sargento Cabral, ex Vado San José y Camino Chacra de la Merced.
En cuanto a La Cañada, el primer punto es el puente sobre calle Pistonalla; el segundo, posterior a descarga Canal Anisacate, y el tercero, en la desembocadura en el Suquía.
El Infiernillo, en tanto, se mide en el puente sobre calle Chancay.
Desde el Observatorio Ambiental, dependiente de la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental y Cambio Climático, se trabajó conjuntamente con la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (UNC), con investigadores referentes en el tema del estudio de cuencas hídricas de la provincia.
Piden procesar a Mestre
En tanto, en las últimas horas se conoció que el fiscal federal Enrique Senestrari solicitó el procesamiento del ex intendente de Córdoba, Ramón Javier Mestre, y varios de sus funcionarios. Es por la contaminación del río Suquía debido al mal funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Bajo Grande.
La acusación se fundamenta en el mal funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Bajo Grande, que habría causado la contaminación del río con desechos tóxicos.
Fuente:
Alfredo Flury, La calidad del agua del Suquía sigue en niveles críticos, aun antes de Bajo Grande, 19 julio 2024, Comercio y Justicia.
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