miércoles, 10 de julio de 2024

Irresponsabilidad nuclear | 1.° parte

Por Juan Vernieri

Suponemos que en el desarrollo nuclear se mantienen muy rigurosas medidas de seguridad y que siempre son cumplidas, debido a la incalculable peligrosidad implícita en la actividad, sin embargo, en numerosas ocasiones no es así. Es increíble la inconsciencia generalizada.

La seguridad de las centrales nucleares es un asunto sutil, depende de los detalles del diseño y aparentemente de la rigurosidad con que se exija el cumplimiento de las normas.

El poderoso lobby nuclear piensa que, si el sueño de inundar el planeta de reactores nucleares no está funcionando, es porque los organismos reguladores de las actividades nucleares se han constituido en obstáculos por prestar exagerada atención a la seguridad.

Por ejemplo, el Senado norteamericano con un fuerte apoyo bipartidista aprobó legislación que reorganiza la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) de manera que sea menos rigurosa en las medidas de seguridad y así reducir costos.

La senadora Shelley Capito principal patrocinadora de la ley expresó: “debemos establecer vías regulatorias para que los diseños nucleares de próxima generación se aprueben rápidamente y sin costos onerosos e innecesarios”. Hay que hacer más laxa la legislación.

En enero de este año, el presidente Joe Biden no apoyó la nominación de Jeff Baran para continuar en la NRC por ser “un regulador aferrado a la seguridad y abiertamente hostil a la energía nuclear”.

Estar aferrado a la seguridad es ser enemigo de la energía nuclear.

El lobby nuclear requiere una autoridad complaciente. Los demócratas del Senado, por boca del senador Joe Manchin de Virginia Occidental, lo expresaron abiertamente, prefieren un candidato que no esté "demasiado centrado en la seguridad". (Fuente Bulletin of the Atomic Scientists).

Y en la cumbre norteamericana de irresponsabilidad nuclear institucional, se encuentra la reciente Ley ADVANCE aprobada por inmensa mayoría de legisladores, que aún no ha sido promulgada por el presidente Biden.

La Ley tiene por objeto “promover los beneficios de la energía nuclear al permitir la concesión de licencias, la reglamentación y el despliegue eficientes, oportunos y predecibles de tecnologías de energía nuclear”. En otras palabras, eliminar las onerosas y costosas regulaciones de seguridad.

Hay numerosos ejemplos en el mundo de irresponsabilidad nuclear:

En Estados Unidos, hay centrales nucleares en riesgo de ser afectadas por el Cambio Climático, sin embargo “La NRC está procediendo a la extensión de las licencias de operación para varias plantas de energía nuclear vulnerables, sin ningún análisis de riesgo de cambio climático", dijo Paul Gunter, analista de políticas y portavoz de Beyond Nuclear. “Peor aún, el personal de la NRC afirma que prepararse para los efectos de la crisis climática está fuera de su alcance”.

La NRC está analizando la extensión de la vida útil de la central nuclear de Oconee de tres unidades durante 60 a 80 años.

La abogada de los organismos que advierten, Diane Curran, describe brevemente el caso:

Los tres reactores de Oconee se encuentran directamente debajo de dos grandes presas de tierra: la presa Jocassee, de 117 metros de altura, llena de roca, y la presa Keowee, de 52 metros, directamente encima de Oconee. Juntas, estas represas contienen dos kilómetros cúbicos de agua. Sin embargo, los tres reactores nunca fueron diseñados para resistir una inundación causada por la falla de cualquiera de las presas, porque no se consideró un accidente creíble en la década de 1970, cuando se construyeron los reactores.

El equipo de seguridad crítico se encuentra a nivel del suelo debajo de la presa Keowee, dentro de un edificio de turbinas que no es hermético. Por lo tanto, el sistema de enfriamiento de emergencia del núcleo es vulnerable a fallas en caso de una inundación externa. El suministro de electricidad de emergencia también es vulnerable a inundaciones porque está integrado en la presa Keowee y podría verse desbordado en caso de una gran inundación.

En la década de 1980, la propietaria agregó equipos adicionales para mejorar la seguridad en Oconee, pero no son a prueba de fallas únicas ni redundantes. La instalación de apagado en espera o SSF tiene un generador diésel, pero está ubicado bajo el nivel del suelo y no es redundante. Actualmente, la SSF está protegida a un nivel de solo 2,3 metros por un muro circundante. No hay muro alrededor del edificio de la turbina donde se alojan partes importantes del sistema de enfriamiento de emergencia del núcleo. (Fuente Beyond Nuclear)

En próxima nota mostraremos más casos de irresponsabilidad nuclear.

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