Río Tercero: a 28 años del atentado de 1995, el dolor de las familias de las víctimas

Crédito: La Voz.

Este viernes se evoca otro aniversario de las explosiones en la Fábrica Militar. Los testimonios de quienes perdieron seres queridos y el dolor que se sostiene.

Por Mariela Martínez

Un también viernes 3 de noviembre, como este pero de 1995, la Fábrica Militar de Río Tercero era escenario de una serie de explosiones que terminaron en tragedia para la ciudad. A 28 años de aquella jornada, Río Tercero evocó el aniversario.

Las siete víctimas del atentado fueron: Romina Torres, Laura Muñoz, Aldo Aguirre, Leonardo Solleveld, Hoder Dalmaso, Elena Rivas de Quiroga y José Varela.

Los familiares de los fallecidos aún padecen la angustia y el dolor.

A 28 años, a primera hora de este viernes, se rememoró por la mañana –como se repite cada año– con un acto municipal primero y una misa, en la Plazoleta del Milagro, a metros del epicentro de aquella tragedia de una ciudad bombardeada a si misma.

Los familiares de los fallecidos, volvieron a marcar los recuerdos de aquella mañana.

Noemí Aguirre, hermana de uno de ellos, respondió a este diario que “el dolor sigue intacto, pero se sigue luchando por la reivindicación” y valoró que en ese marco se haya logrado este año que se aprobara una ley de creación de una universidad nacional en esta ciudad como medida de reparación histórica estatal.

Acotó, además que cree “en la justicia de Dios”. Y dijo: “Queremos que este hecho quede en los libros y se ponga en la currícula de las escuelas, fue un hecho de corrupción muy grave”.

Por su parte, Miguel Torres, padre de Romina, la menor de las fallecidas hace 28 años, profundizó: “Todos los años recordamos con mucha tristeza, pero no habrá justicia en serio y tengo mucha impotencia”.

María Eugenia Dalmasso, hija de uno de los muertos en aquella jornada, marcó: “Se siente como un cierre; los sobrevivientes nos valemos de lo que perdimos, de la lucha que hubo. No logramos la justicia completa que queríamos, pero es una ciudad que recuerda y podemos nombrar a los responsables y recordar a las víctimas, con un proyecto de universidad que nos hace más reparados emocionalmente. Nuestros padres espectaculares nos dejaron un legado de dedicación, de responsabilidad social”.

María Eugenia y María Julia son hijas de Hoder Dalmasso, un docente fallecido el 3 de noviembre de 1995, y de Ana Gritti, la abogada que se constituyó en única querellante penal en la causa judicial y en símbolo de la lucha por llegar a establecer la causa de origen del siniestro.

Lo oficial

El presidente del Concejo Deliberante, Horacio Yantorno (a cargo de la intendencia ante la ausencia de Marcos Ferrer), emitió en su discurso que “la impunidad quedó porque Carlos Menen falleció sin que nadie le diga nada”. Y rescató que la creación de la universidad nacional en Río Tercero surge en reparación por el atentado, y opinó que significa “poner paños fríos en la herida caliente”. Apuntó que “el Estado que tenía que cuidarnos nos dañó” y consideró que “en el país no tuvo en cuenta ni conciencia por este atentado”.

Por su parte, la diputada nacional riotercerense Gabriela Brouwer de Koning, presente en el acto, dijo que “este hecho de corrupción, que mató, tiene que tener una memoria colectiva para que el país no lo olvide”.

Más actos

A las 18, habrá una entrega floral en la Plaza de la Evocación, donde un conjunto escultórico recuerda a los siete fallecidos.

También habrá una muestra de arte en el Museo Enrique Gandolfo y la presentación de una nueva edición del libro Abrazos partidos, de Sebastián Salguero, que evoca las consecuencias del atentado.

Fuera de la agenda oficial, a las 18,30 se prepara una marcha a cargo de la Comisión de Damnificados, del grupo de vecinos que reclama al Estado el pago de resarcimientos por daños morales.

La causa penal y la civil

Por la voladura de la Fábrica Militar, la Justicia cerró la causa penal, considerando que fue un atentado organizado para ocultar las maniobras de ventas ilegales de armamento a Croacia, que tuvieron entre 1991 y 1995 a la Fábrica Militar riotercerense como una especie de centro operativo. En 2014 se condenó por ello a cuatro exmilitares con cargos en la empresa estatal. En 2021, la Corte Suprema confirmó ese fallo.

La Justicia concluyó que fue un hecho intencional y organizado para ocultar las maniobras de ventas ilegales de armas desde el Estado nacional hacia Croacia, entre 1991 y 1995.

La causa estaba a punto de tener un segundo juicio, con el expresidente Carlos Menem como acusado, pero su muerte meses antes invalidó ese paso.

Por las causas civiles de reclamos de indemnizaciones, entre 1996 y 1999 el Estado, propietario de la fábrica siniestrada, pagó por vía administrativa por daños, heridos y muertes. Luego, se sucedieron miles de juicios que con los años fueron teniendo sentencia favorable en su inmensa mayoría.

Queda pendiente aún la resolución del pago al grupo de unos ocho mil vecinos que demandó por daño moral y para el que se aprobó en 2015 una ley de resarcimientos, que aún no se cumplió.

Por ese reclamo civil por daño moral, que patrocina el abogado Mario Ponce, este jueves la Cámara Federal de Córdoba (Sala B), rechazó la apelación que había realizado el Gobierno nacional, tras el fallo del juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, que obligaba al Estado a resarcir a los damnificados por daños moral, bajo apercibimiento de multa diaria. Se entiende que ya no quedarían recursos judiciales apelables y que el Estado debería pagar una suma cercana a los 3 millones de pesos a cada uno de esos demandantes.

Fuente:

Mariela Martínez, Río Tercero: a 28 años del atentado de 1995, el dolor de las familias de las víctimas, 3 noviembre 2023, La Voz del Interior.