Los daños en un pedestal del reactor n.º 1 de la accidentada central nuclear de Fukushima son más graves de lo que se creía, lo que ha provocado una evaluación más intrincada de su resistencia a un gran terremoto.
El operador de la central, Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), no tiene tiempo que perder para afrontar el problema. Debe evaluar rápidamente los daños y tomar medidas eficaces para evitar un accidente o una fuga de materiales radiactivos.
Una sonda robótica submarina detectó los daños a finales de marzo. Descubrió que la estructura de metal queda expuesta a lo largo del lado interno de la pared del pedestal, aproximadamente a 1 metro desde la parte inferior y en todo el perímetro interno, ya que se ha perdido el concreto en estas áreas.
Se teme que el recipiente de contención que aloja la vasija de presión pueda agrietarse si el pedestal se derrumba en caso de terremoto grave. Esto podría provocar una fuga de materiales radiactivos.
Refiriéndose a la actual resistencia sísmica de la estructura, TEPCO subrayó que el pedestal ha conseguido soportar la vasija del reactor a pesar de que la central “ha sufrido fuertes terremotos”. La empresa citó uno el año pasado que registró una intensidad sísmica inferior a 6 en la escala japonesa de intensidad sísmica de 7.
Aunque no se puede descartar la posibilidad de que la vasija de presión se incline o se hunda, la empresa asegura que el impacto será limitado, sin riesgo de fuga de material radiactivo al exterior.
Sin embargo, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) declaró la semana pasada que no podía decidir si los supuestos en los que se basa la evaluación de riesgos de TEPCO son correctos, ya que aún no se conoce totalmente el alcance de los daños ni el estado de los materiales estructurales. El organismo de control de la seguridad nuclear también dijo que sería difícil reforzar el pedestal debido a los altos niveles de radiación en el interior de la vasija de contención.
Por este motivo, la NRA pidió a la empresa que evaluara el impacto de una posible emisión de material radiactivo al medio ambiente y estudiara medidas para hacer frente a una emergencia de este tipo.
En palabras de un funcionario de la NRA: “Debo decir que la evaluación de TEPCO es demasiado optimista y es difícil decir que es muy tranquilizadora”.
El presidente de la NRA, Shinsuke Yamanaka, dijo en una rueda de prensa: “Es responsabilidad de TEPCO evaluar rápidamente los riesgos que podrían afectar al entorno y a sus residentes”.
Las condiciones que rodean a los reactores que sufrieron fusiones del núcleo en la catástrofe nuclear de hace 12 años no se han aclarado hasta ahora. Esto ha llevado al descubrimiento de problemas adicionales que ya son difíciles de abordar, lo que hace aún más inciertas las perspectivas de avance hacia el desmantelamiento de los reactores.
La degradación de las piezas y materiales de las centrales continuará en los próximos años. Siempre existe el riesgo de que se produzca un gran terremoto en la central. Cada vez que sufre un fuerte sismo, los daños se acumulan y el peligro aumenta. Si se produce una fuga radiactiva, comprometerá seriamente la seguridad de los residentes, la reconstrucción de las comunidades locales y la industria pesquera local.
La NRA decidió este mes no levantar la prohibición de movimiento de combustible nuclear dentro de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa de TEPCO, en la prefectura de Niigata, alegando deficiencias en las medidas de protección de la instalación contra ataques terroristas. Crece la preocupación sobre si TEPCO está preparada para operar centrales nucleares.
No hay lugar en absoluto para la complacencia en lo que respecta a las consecuencias del desastre nuclear de Fukushima. TEPCO debe permanecer siempre alerta ante el peor de los escenarios posibles para afrontar los retos relacionados.
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Fuente:
TEPCO faces new crisis over pedestal blow at Fukushima plant, 30 mayo 2023, The Asahi Shimbun.
Este artículo fue adaptado al español por Cristian Basualdo.
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