Así lo precisó el licenciado en Ciencias Biológicas, Fernando Gallego. Además, destacó que “es muy importante el rol del Estado” para asegurar su conservación.
En el marco del Mes de los Humedales, que se conmemora en febrero, se busca generar conciencia colectiva acerca de la importancia de los humedales para la biodiversidad, el medioambiente y el planeta. El Diario dialogó con Fernando Gallego, licenciado en Ciencias Biológicas y especialista en Ingeniería Ambiental, quien brindó detalles de estos ecosistemas.
“Existen diversas definiciones de humedales, pero podríamos decir, en términos generales, que son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo”, dijo el también docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM)”.
A su vez, relató: “El ecosistema de los humedales, flora y fauna está controlado por el agua, su principal factor. Por tanto, el suelo debe permitir la saturación de agua estancada o en corriente para que permanezca ahí, durante un tiempo considerable para evitar que a lo largo del año el humedal pueda secarse. A lo largo de ese período, el agua proporciona las condiciones necesarias para el crecimiento de especies vegetales y conformar un espacio adecuado para el hábitat de su fauna”.
“Los humedales dependen de las características particulares del terreno en el que se asientan, así como del clima, el relieve y la vegetación específica de cada región”, apuntó.
Asimismo, el especialista indicó que en nuestro país hay “muchos” y “de gran importancia para la conservación de la biodiversidad”. “Podríamos decir que los humedales existen en todo el territorio nacional, se destaca por la zona noreste, claramente por sus características climáticas”, puntualizó.
“La información precisa sobre la cantidad y tipo de humedales que posee el territorio obedece a un proceso en permanente actualización, habiendo sido estimada su superficie en 600 mil km2, lo que representa el 21,5% del territorio nacional, aunque otros estudios la ubican en torno al 12% del territorio de Argentina, con 336 mil km2”, precisó
Tras consultarle por la actualidad de estos ecosistemas, Gallego señaló que “en las últimas décadas, al menos en gran parte de la sociedad, ha cambiado nuestra forma de pensar en el ambiente, evidenciando el rol de la naturaleza en la preservación del bienestar de la sociedad”. En tal sentido, indicó que “los ecosistemas de humedal se han insertado en la agenda pública dada la importancia de sus servicios ecosistémicos. Sin embargo, se estima que en la última década ha desaparecido el 64% de los humedales del mundo, lo que ha llevado a la pérdida de los mayores depósitos de carbono del planeta”.
“Como consecuencia de ello, no solo se ha producido una degradación y desaparición de especies animales y vegetales, sino que también se han visto crecientemente afectados servicios ecosistémicos de los humedales que son fundamentales para la adaptación y mitigación al cambio climático, como el control de las inundaciones, la provisión de agua dulce, la recarga de aguas subterráneas y el almacenamiento natural de carbono”, precisó el licenciado y continuó: “Los humedales se encuentran amenazados por el desarrollo agropecuario, forestal, ganadero y minero, al igual que la expansión urbana y suburbana, resultando en la fragmentación y destrucción de hábitats, cambios en las dinámicas hidrológicas y los flujos biogeoquímicos”.
En cuanto a los proyectos de ley para proteger a los humedales que no avanzan en nuestro país, Gallego sintetizó su respuesta citando a la investigadora Victoria Arias Mahiques: “En la última década, se han presentado más de 20 proyectos de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Conservación, Restauración y Uso Racional y Sostenible de los Humedales (en adelante LPMH), pero ninguno de ellos logró aprobarse. En cada una de estas instancias, el detonante del tratamiento en el Congreso Nacional fue la ocurrencia de fenómenos críticos como incendios en el Delta del Paraná (2008 y 2020) o inundaciones en la Provincia de Buenos Aires (2015), los cuales tuvieron alcance nacional. Los sucesivos intentos fallidos de aprobación dan cuenta del grado de complejidad y conflictividad alrededor de la regulación y gestión de los humedales. Esto se explica en gran medida por la cantidad de actividades productivas (agropecuarias, forestales, mineras e inmobiliarias) que se desarrollan en ellos, lo cual da lugar a una multiplicidad de intereses y visiones contrapuestas en relación con cuál debe ser la regulación que garantice una gestión sustentable y contemple las implicancias económicas y sociales de las actividades antrópicas que allí se realizan”.
“En una primera aproximación, y sobre todo en las primeras instancias de debate, los diferentes posicionamientos entre cada uno de estos sectores se planteaban como un obstáculo infranqueable para pensar una gestión sostenible de estos ecosistemas. Sin embargo, la evolución en las herramientas de análisis (como los inventarios de humedales, talleres sobre la definición, etc.) y la creciente interacción entre actores a nivel subnacional dieron lugar a discusiones informadas que abren horizontes de gestión posible y que quiebran la aparente dicotomía entre producción y conservación”, concluyó la cita.
Por último, el docente se refirió a los factores necesarios para conservar estos espacios naturales y afirmó: “Es muy complejo pensar en dimensiones aisladas sobre necesidades para la conservación, de estos ambientes en particular como de cualquier ecosistema en general, por los múltiples actores e intereses puestos en juego sobre los recursos naturales; pero podríamos decir que es muy importante el rol del Estado a la hora de tomar decisiones que puedan garantizar el beneficio de la mayor parte de los ciudadanos en términos del valor que los ambientes naturales tienen, más allá del precio que algunos sectores asignen a dichos ambientes y los recursos naturales a los cuales acceden de estos”.
Fuente:
“En la última década ha desaparecido el 64% de los humedales del mundo”, 10 febrero 2023, El Diario de Villa María.
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