sábado, 5 de noviembre de 2022

Qué están haciendo las universidades cordobesas para ser más sustentables

Surge como una demanda del sector estudiantil, aunque las autoridades reconocen que las instituciones ya no pueden ignorar el cambio climático y la contaminación. ¿Qué medidas concretas están realizando?

Por Lucas Viano

A tono con la tendencia de estos tiempos, las universidades de Córdoba trabajan en diferentes estrategias para ser más amigables con el ambiente.

Sin embargo, las autoridades aseguran que no es una moda, sino una demanda de los jóvenes estudiantes, que ya vienen con el chip ecológico incorporado. Además, reconocen que es un cambio institucional necesario para reducir el impacto sobre planeta, provocado por el cambio climático y la contaminación.

Germán Stroppa es el titular de la flamante Secretaría de Políticas de Sustentabilidad de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Sostiene que el cambio no se va a lograr rápido, porque la clave es educar para que la gente incorpore estos temas a su cultura. “Pero el momento es ahora, no se puede esperar más. La confianza está en que el componente estudiantil de las universidades es el motor que impulsa a los demás claustros”, señala.

Eugenia Alaniz, directora de las licenciaturas en Gestión Ambiental, en Higiene y Seguridad Laboral y en Turismo de la Universidad Blas Pascal (UBP), advierte que la sustentabilidad ya atraviesa todas las instituciones, y las universidades no pueden ignorarla. “Además, somos responsables de la formación de profesionales para empresas que ya demandan esto. Entonces, debemos predicar con el ejemplo. En la UBP, los alumnos tienen una materia de sustentabilidad que es transversal a todas las carreras”, sostiene.

Lo mismo ocurre en la Universidad Siglo 21. “Hoy ya nadie discute el poder transformador de la educación y el efecto multiplicador que puede generar en nuestro planeta la generación de nuevos profesionales comprometidos con la sustentabilidad”, asegura Eugenia Rodríguez, coordinadora del Centro de Sustentabilidad de esta institución.

La UNC adhirió a la ley Yolanda, que busca garantizar la formación en ambiente y desarrollo sostenible a las personas que se desempeñan en la función pública. Stroppa asegura que pronto se implementará a través del campus virtual.

Marina Alabi, directora del Centro de Ética, Responsabilidad Social Empresarial y Sustentabilidad de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), recuerda que hace 15 años no había bibliografía en Argentina sobre este tema. “Ahora la gente sabe de qué se está hablando cuando se menciona la sustentabilidad”, dice.

Alabi explica que la responsabilidad social siempre ha sido un atributo de valor de la UCC y ahora sumaron la responsabilidad ambiental en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “La situación ambiental global es muy grave. Necesitamos llamar la atención y mostrar las acciones para lograr un impacto real y meter este tema en el ADN de las personas”, explica.

Las universidades de Córdoba son pequeñas ciudades dentro de la Capital. Deben gestionar sus residuos, monitorear el uso eficiente de la energía y el agua, y definir políticas de movilidad. ¿Qué hacen para reducir su impacto ambiental?

UBP midió su huella de carbono

La UBP es la primera universidad cordobesa en medir su huella de carbono. “Esta primera medición funcionará como una línea de base para definir medidas de sustentabilidad”, asegura Alaniz, directora de este proyecto de investigación.

Según el cálculo, la UBP emite 778,9 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año, o 0,21 toneladas anuales por cada miembro de la comunidad universitaria. Las actividades que más influyen son el uso de la energía, el consumo de gas envasado para calefacción y el transporte institucional.

Sobre este último punto, la pandemia vino a acelerar un proceso de virtualidad que ya estaba en marcha en muchas universidades privadas. Eso está ayudando a generar un menor impacto por el uso de vehículos que emiten CO2, asegura Alaniz.

Otras intervenciones en la UBP son el recambio de los equipos de aire acondicionados por tecnología inverter y la recolección diferenciada de residuos. El dinero recaudado por el material reciclado se dona a ONG.

Las canillas tienen temporizadores para no desperdiciar agua. En la cantina se cambiaron los vasos de plástico por biodegradables y las ensaladas ya no se entregan en bandejas plásticas.

UNC: el desafío de una planificación común

Stroppa explica que en la UNC las distintas dependencias del Rectorado y las facultades vienen trabajando la sustentabilidad, pero no están articulados. “Son esfuerzos aislados. El objetivo es potenciar lo que se viene haciendo para que sea más efectivo y lograr una mayor visibilización”, asegura.

Entre las acciones concretas, menciona que se está midiendo el consumo de la energía en 110 puntos de la Ciudad Universitaria para luego definir acciones. También hay un área para el manejo de residuos peligrosos y patógenos de toda la universidad. Y las facultades de Arquitectura y de Ciencias Exactas y el campo escuela de Agronomía tienen instalados paneles solares.

También están preparando una guía de uso responsable de los recursos para lograr un manejo eficiente de las instalaciones de la UNC. “Buscamos el arraigo del tema en la comunidad universitaria. Si las personas no cambian algunas actitudes y acciones, no sirve de nada el esfuerzo que se haga desde las instituciones”, dice el secretario.

Otras iniciativas recientes son el acuerdo con la Municipalidad y el Ente BioCórdoba para la recolección de pilas y de baterías no solo para la comunidad universitaria y el lanzamiento de una encuesta de movilidad por parte de la Secretaría de Planeamiento.

El objetivo es disminuir el transporte no eficiente dentro del campus universitario, sin generar otros problemas para quienes trabajamos en ciudad universitaria. Hay varias ideas que deben trabajarse de manera integrada y con una planificación”, asegura el funcionario de la Casa de Trejo.

UCC, alineada a los ODS

La UCC trabaja muy alineada a los 17 ODS establecidos por la Organización de las Naciones Unidas en 2015. Por ejemplo, los proyectos de investigación deben incluir qué impacto tendrán en estos objetivos.

Desde hace varios años, funciona la app UCC Carpool para la comunidad universitaria. La aplicación ayuda a conectar personas que viajan en auto hasta el campus y que pueden sumar pasajeros. Así se reduce la emisión de CO2 en el transporte.

Dentro del campus, hay una punta de línea del transporte público que está abastecida con paneles solares. “Se está proyectando instalar más energía sustentable, pero el problema es conseguir fondos”, sostiene Alabi.

También señala que se reciclan los residuos y se dona el material a cooperativas junto con otros elementos que se recuperan en los cleaning days.

Para la experta, el foco es dar visibilidad a las acciones y formar a los estudiantes. “Las universidades deben ayudar a formar a las personas para que vean la vida de manera sustentable, porque todos somos agentes de cambio”, asegura.

Siglo 21, con 10% de energía solar

A partir de 2017, la Siglo 21 adhirió al Pacto Global de Naciones Unidas para la implementación de los ODS. En este contexto, presenta públicamente un Reporte de Sustentabilidad.

El campus cuenta con 150 paneles solares, cuya producción equivale a un 10% del consumo total y un ahorro de 865 toneladas de CO2 durante el 2022. También reciclan los residuos (500 kilos mensuales) y tienen un sistema de purificación para la reutilización del agua en el riego del campus.

El edificio Experimenta 21, inaugurado en 2015 y con 1.400 m2 en 11 pisos, fue una apuesta en este sentido, ya que apunta a la suficiencia energética a través de la iluminación natural de los espacios”, comenta Rodríguez.

Otra curiosidad es la Eco Station, instalada junto a ReciU. Se trata de una molienda de botellas de plástico PET mediante el pedaleo de los propios consumidores.


Fuente:

Lucas Viano, Qué están haciendo las universidades cordobesas para ser más sustentables, 5 noviembre 2022, La Voz del Interior.

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