La cumbre de la OTAN en Madrid en junio de 2022 ofrece una oportunidad para que el movimiento en contra de las armas nucleares alce la voz.
por Linda Pentz Gunter
Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear.
Para la mayor parte de la población mundial, la posesión continuada de armas nucleares -y su uso potencial- es una abominación. Muchos países también están de acuerdo. Por eso el Tratado de la ONU sobre la Prohibición de las Armas Nucleares se ha convertido en ley.
Millones de personas en todo el mundo luchan ya sólo por sobrevivir bajo la actual tensión de las privaciones y los conflictos. Sin embargo, los líderes de las naciones con armas nucleares persisten en aumentar el gasto -y la escalada- de sus letales arsenales atómicos. Esto ocurre mientras se agrava la devastación provocada por la crisis climática, un momento en el que la humanidad debería unirse, no amenazar con destruirse entre sí y a nuestro único hogar.
Esto es en parte lo que hace que la decisión de la administración estadounidense de Biden de adherirse en gran medida a la misma política de gasto en armas nucleares establecida bajo el régimen de Trump, sea tan frustrante. Y errónea. Como escribió Joseph Gerson, en un artículo que republicamos en Beyond Nuclear International:
“Trágicamente, a pesar de las grandes esperanzas generalizadas de cambio, en el ámbito existencial de los preparativos para una guerra nuclear potencialmente omnicida, la administración Biden ha señalado más continuidad que cambio”.
Concretamente, Gerson dice: “La triste y peligrosa verdad es que el presupuesto para armas nucleares que el presidente Biden presentó al Congreso difiere poco de los compromisos de ”modernización“ de las armas nucleares de Trump. A pesar del año electoral y de las declaraciones anteriores de Biden de que el ”único uso“ de las armas nucleares que podía imaginar era en respuesta a un ataque nuclear contra Estados Unidos, el presupuesto que presentó al Congreso incluye la financiación para reemplazar todo el arsenal del país de ICBMs basados en tierra de primer ataque (úsalos o piérdelos)”.
No sólo debemos trabajar para recortar este presupuesto militar insano y genocida, sino que también debemos trabajar para cambiar la mentalidad en el poder, que todavía cree que “necesitamos” las armas nucleares y está dispuesta a contemplar su uso.
La OTAN se reúne en Madrid del 29 al 30 de junio de 2022.
Traducción de Raúl Sánchez Saura.
Fuente:
Linda Pentz Gunter, Contra las armas nucleares, 16 mayo 2022, El Salto Diario.
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