lunes, 26 de abril de 2021

Una opinión experta 384

Kate Brown es profesora de Ciencia, Tecnología y Sociedad en el Instituto de Tecnología de Massachusets (MIT). Es editora consultora de la American Historical Review y trabaja como editora principal de International Labor and Working Class History. Es autora del libro “Manual de Supervivencia. Chernóbil, una guía para el futuro”.

No hemos aprendido ninguna lección de Chernóbil. Antes de Fukushima, los ingenieros y meteorólogos advirtieron que el próximo gran tsunami sería mayor que el muro que se había construido frente a la central de Fukushima. TEPCO, la empresa que gestiona la central, hizo caso omiso de estos consejos, y tras la catástrofe la multinacional tardó dos meses en admitir que se habían fundido tres reactores, no tres días, ¡dos meses! Al igual que los soviéticos, multiplicaron por 20 la exposición mínima a la radiación aceptable para los civiles, al ser incapaces de aplicar las normas sanitarias tras la catástrofe. Probaron los alimentos y los declararon seguros para su consumo. Cuando aparecieron casos de cáncer de tiroides en niños, el gobierno japonés anunció que dejaría de hacer pruebas y de controlar la tiroides de los niños. Se repite el mismo patrón”

Fuente:

Raphaël Bourgois, Kate Brown: «Nous n’avons tiré aucune leçon de Tchernobyl», 10 abril 2021, AOC.

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