La propuesta avanza sin estudios de impacto ambiental ni audiencias públicas. El nuevo enterramiento agrava aún más la situación sanitaria de los vecinos de Nuestro Hogar III.
por Tiago Nabis
El intendente Martín Llaryora envió al Concejo Deliberante un proyecto por el cual se declara de interés público y sujeto a expropiación un área de 42 hectáreas contigua al enterramiento de Piedra Blanca. Esta decisión agrava aún más la situación sanitaria del los vecinos de Barrio Nuestro Hogar III, ubicado a pocos metros del área que donde se pretende ampliar el enterramiento.
Según declaraciones a medios de prensa de Martín Maldonado, investigador de CONICET, el barrio donde viven 1500 familias se encuentra en un territorio ya contaminado, construido en parte sobre un basural anterior. Para explicarlo sencillamente, la zona no es apta para ser habitada. La ampliación del enterramiento de Piedra Blanca solamente agrava los problemas de los vecinos y se suma a condiciones estructurales, como la falta de agua y las enfermedades asociadas a la contaminación.
La decisión se realiza sin estudio de impacto ambiental ni audiencia pública donde los vecinos puedan expresar su opinión. En las hectáreas a expropiar se planea realizar una nueva fosa de 750 metros de largo por 220 metros de ancho, que recibiría residuos sólidos urbanos por al menos cinco años más. El predio es recorrido también por un gasoducto, por lo que parte del mismo no podría utilizarse.
El problema de la basura en Córdoba suma así un nuevo capítulo. Recorriendo la historia reciente de la basura en Córdoba, en 2010 las protestas de los vecinos de Bouwer lograron que se cerrara el enterramiento de Potrero del Estado, que había receptado la basura de Capital por 30 años causando severos problemas de salud entre los pobladores. En ese momento se anunció la utilización de forma “provisoria” del predio de Piedra Blanca, planteada en su inicio por unos pocos meses.
Con sucesivas extensiones (desde 2017 se considera que llegó a su capacidad máxima, momento en que se debió habilitar una nueva fosa en el predio) y sin plantear soluciones de fondo, esta utilización “provisoria” de Piedra Blanca se extiende hasta ahora. En 2015 la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos del Área Metropolitana (Cormecor) propuso construir un nuevo enterramiento en un predio de 500 hectáreas cercano a Villa Parque Santa Ana, donde se depositarían durante 30 años unas dos mil toneladas diarias de residuos de Córdoba y distritos cercanos como Villa Allende, Alta Gracia, Malvinas Argentinas y Estación Juárez Celman, entre otros.
La negativa de los vecinos de Santa Ana de ser una nueva zona de sacrificio y la evidencia de que el predio elegido era totalmente inadecuado (es inundable) llevó, por ahora, al descarte de este proyecto. Resta aún, que el Tribunal Superior de Justicia de la provincia se expida de forma definitiva sobre los amparos presentados por los vecinos y el municipio de Santa Ana. La propuesta actual es entonces un nuevo parche, ampliar el enterramiento de Piedra Blanca para que reciba basura por siete años más, ahora a costa de la salud de los vecinos del barrio Nuestro Hogar III.
Este parche se plantea sin la existencia de ninguna política concreta de reducción en la producción de residuos, de reciclaje y compostaje. Tampoco se han planteado planteado programas de recuperación de las zonas ya dañadas y de atención sanitaria a las víctimas de la contaminación.
Fuente:
Tiago Nabis, Zona de sacrificio: pretenden ampliar el enterramiento de Piedra Blanca, 29 diciembre 2020, La Izquierda Diario.
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