por Edgardo Ayala
SAN SALVADOR, 22 dic 2020 (IPS) - San Salvador ha debido enfrentar, a lo largo de su historia, el peligro de deslizamientos de tierra, lodo y rocas que han bajado de las laderas del volcán a cuyos pies fue fundada en 1525.
En esas laderas, inclinadas en extremo, no se logra infiltrar toda el agua de lluvia y esta, como en un efecto de bola de nieve, va desprendiendo tramos de tierra hasta producir aluviones que ya han causado muerte y destrucción en la capital de El Salvador y en sus ciudades aledañas.
En septiembre de 1982, uno de esos deslizamientos causó 500 muertos en el complejo residencial Montebello, al noroeste de la capital.
El más reciente ocurrió el 29 de octubre, cuando un derrumbe originado en la cima del volcán sepultó varias viviendas en comunidades pobres ubicadas en las cercanías de Nejapa, al norte de San Salvador. Nueve personas murieron en esa oportunidad.
Debido al peligro latente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) ejecuta, junto a organizaciones locales, el proyecto City Adapt en las laderas de ese macizo de 1893 metros sobre el nivel del mar.
Se
busca reducir la vulnerabilidad en la zona, incrementada por el
efecto del cambio climático, con lluvias más intensas y frecuentes. Unas
29 fincas forman parte del proyecto, mediante el cual ejecutan
medidas para mejorar la infiltración y evitar la erosión en esas
tierras, con barreras vivas y muertas, zanjas de infiltración
cavadas entre los cafetales y pozos de captación que colectan el
exceso de agua lluvia. Todo
ese exceso de agua suele producir, además de deslizamientos,
inundaciones en la zona sur de San Salvador, una ciudad en donde
viven, en conjunto con su área metropolitana, 1,8 millones de
personas, equivalentes a 27 por ciento de los 6,7 millones de
habitantes de este pequeño país centroamericano. En
total, las 29 fincas representan 423 hectáreas de terrenos
intervenidos, y se tiene previsto la restauración de 1150 hectáreas
de bosques y plantaciones de café, por eso el Pnuma habla de
convertir San Salvador en una ciudad esponja. Se
calcula que el proyecto City Adapt ya ha reducido el riesgo de
inundaciones para unas 16 000 personas y se espera que en 2022 sean
115 000. Iniciativas
para convertir en ciudades esponja a urbes vulnerables se ejecutan
también dentro de América Latina y el Caribe en Xalapa, en México,
y en Kingston, Jamaica. Para
más información, puede leer este artículo de IPSnoticias. ED:
EG Fuente: Edgardo
Ayala, San Salvador se vuelve esponja para amortiguar los deslizamientos, 22 diciembre 2020, Inter Press Service.
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