Desde
enero se desmontaron 9.214 hectáreas. Pese a que en otras provincias
se determinó la suspensión de los desmontes, en Salta entienden que
si existe autorización, la decisión final debe pasar por la
Justicia y no por el Ejecutivo Provincial.
En
enero de 2020 un informe de la asociación ambientalista Greenpeace
indicaba que en Salta se habían deforestado 14.663,8 hectáreas
durante todo 2019. En un nuevo informe, se sostiene que hasta mitad
de este año ya se desmontaron 9.241 hectáreas. Para la entidad
ambientalista, en Santiago del Estero, Salta, Formosa y el Chaco se
desmontaron dos mil hectáreas más en esta mitad del año en curso,
que en el mismo lapso de 2019.
Greenpeace
había acusado de desmontar durante la cuarentena a algunos de los
dueños de 32 fincas cuyas autorizaciones fueron suspendidas en 2018
por deforestar en zonas protegidas. Para el gobierno a cargo de
Gustavo Sáenz, un instrumento legal emitido por el gobierno de Juan
Manuel Urtubey en 2019 rehabilitó las autorizaciones de desmonte.
Esto permitió continuar con el paso de las topadoras en bosques
ubicados en las llamadas zonas rojas y amarillas según lo
establecido por el mapa de Ordenamiento Territorial de Bosques
Nativos (OTBN).
Ante
la rehabilitación de estas autorizaciones desde la actual gestión
del gobierno provincial sostuvieron que no tenían potestad para
detener los desmontes y que en todo caso la validez de hacerlo
durante la cuarentena debería ser analizada por el Ministerio
Público Fiscal y la Justicia.
"Los
desmontes no son una actividad permitida en el marco de la
cuarentena”, refutó el coordinador de la Campaña de Bosques de
Greenpeace, Hernán Giardini. Entre las interpretaciones que hacen a
la hora de dar rienda suelta a los desmontes, existe aquella que los
entiende como parte de la industria alimenticia y, por lo tanto,
esencial. “La actividad de cambio de uso de suelo no es una
actividad agropecuaria. Y aunque tengan permisos previos, deberían
frenar. Varias provincias, como Chaco y Córdoba, a diferencia de
Salta, están parando topadoras, multando y denunciando penalmente a
los empresarios agropecuarios que deforestan. Es responsabilidad del
gobierno de Salta frenar los desmontes, al no hacerlo están siendo
cómplices de este crimen ambiental”, dijo Giardini al ser
consultado por Salta/12.
El
ambientalista recordó que las recategorizaciones prediales que hizo
la provincia de Salta, y que permitieron desmontar en las 32 fincas
mencionadas, fueron ilegales. La ilegalidad, agregó, fue confirmada
“tanto por la Auditoría General de la Nación, el Defensor del
Pueblo de la Nación y el Ministerio de Ambiente de la Nación”.
Entendió que aquellas resoluciones que rehabilitan los desmontes
donde no deberían hacerse implican más una práctica que está en
contra de lo establecido por la Ley Nacional de Bosques. “Ningún
decreto o ley provincial tiene peso por encima de una ley nacional",
señaló Giardini.
Por
ahora, desde la Secretaría de Ambiente de la provincia este año se
conocieron pocos sumarios por desmontes ilegales. Uno de los últimos
tiene que ver con una intromisión de máquinas en una zona
considerada como de alto valor de conservación (roja) en Orán. El
organismo ordenó la suspensión de los desmontes, que sin embargo
continuaron por unos días más, pese a que se había dispuesto el
inicio de un sumario y la suspensión. En este caso, el desmonte era
de cien por cien metros, es decir, una hectárea.
Dos
mil hectáreas más que en 2019
En
el último monitoreo de deforestación realizado por Greenpeace se
reveló que a pesar de las restricciones se arrasaron más bosques
este año que en el mismo período de 2019. La comparación de
imágenes satelitales del norte del país, demostró que entre el 1
de enero y el 30 de junio de 2020 se desmontaron 38.852 hectáreas de
bosques nativos, unas 2.000 hectáreas más que durante el primer
semestre del año pasado.
Las
provincias donde la organización realizó el monitoreo satelital son
Santiago del Estero (15.157 hectáreas deforestadas), Salta (9.241
hectáreas), Formosa (8.842 hectáreas), y el Chaco (5.612
hectáreas), ya que concentran el 80 % de los desmontes del país, por
el avance de la frontera agropecuaria para soja y ganadería.
“Es
sumamente grave que, a pesar de la pandemia y de la cuarentena, estén
deforestando más que el año pasado. Queda en evidencia la impunidad
de grandes empresarios agropecuarios y la complicidad de los
gobiernos provinciales en este crimen ambiental”, afirmó Giardini.
Greenpeace
reveló que solo durante el aislamiento social preventivo y
obligatorio se desmontaron 21.275 hectáreas, una superficie
equivalente a la de la ciudad de Buenos Aires.
“Más
desmontes significan más enfermedades, más inundaciones, más
desalojos de comunidades campesinas e indígenas, y más desaparición
de especies en peligro de extinción. Es completamente inaceptable
que a pesar de la emergencia sanitaria y climática que estamos
viviendo se siga desmontando. No podemos perder ni una hectárea
más”, dijo Giardini.
La
organización ambientalista está reclamando a los gobernadores de
Santiago del Estero (Gerardo Zamora), Salta (Gustavo Sáenz), Formosa
(Gildo Insfrán) y Chaco (Jorge Capitanich) que decreten la
emergencia forestal y prohíban los desmontes.
Fuente:
“Salta es cómplice de un crimen ambiental”, 13 julio 2020, Página/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario