martes, 21 de julio de 2020

El verdadero bosque de Winden está en San Francisco

La serie Dark sorprende no solo por su trama sino también por lo místico que es el bosque del pueblo alemán donde todo transcurre. Afuera de nuestra ciudad -aunque sin cuevas- el Circuito El Bosque aparece imponente como un poderoso pulmón verde descuidado.

por Ivana Acosta

Una de las cosas más destacadas de la producción alemana en la serie Dark más allá de su trama era el imponente bosque donde estaban las cuevas que permitían viajar a diferentes épocas a su protagonista Jonas.

Ese vasto terreno que era lindero a una planta nuclear, lleno de verde y a la noche oscuro casi tétrico, permitió a quienes vieron la serie enamorarse de un bosque frondoso y misterioso de fácil acceso.

Sería imposible pensar que una réplica así existiera en San Francisco, pero para quien busca siempre hay una respuesta. Por eso mientras muchas veces todos se preguntan dónde se puede ir en la ciudad un domingo solo hay que girar la cabeza y "darle derecho" en la calle paralela al cementerio (Av. Savio) hasta llegar al Circuito El Bosque.

La naturaleza cuando se llega aparece en su esplendor. A diferencia del bosque de Winden, el de nuestra ciudad tiene mucha basura y actitudes desconsideradas para un pulmón verde que evita -por ejemplo- que se sienta el hedor de los efluentes cloacales en la ciudad.

Ahí está el quid de esta crónica. En la entrada de nuestro Winden está Ernestina Saravia, la incansable ambientalista y miembro de la Asociación para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad) que se perdió en los caminos del Circuito para contar un poco del relevamiento arbóreo en el lugar.

Antes de todo ella resaltó que se perdieron muchas plantas "lindas nativas" porque la gente llega hasta este lugar y las corta en busca de leña. Ella lo sintetizó como "un simple desperdicio del hombre".

Para Ernestina es fácil identificar qué plantas son o no nativas y lamentablemente resaltó que con el paso de los años muchas de las autóctonas se han perdido y el ambiente allí cambió lenta pero radicalmente.

"Entre las plantas originarias hay talas, chañares, tipas y palmeras... el resto son introducidos y tampoco están preservados correctamente por quienes las habitamos y usamos", comentó.

La mezcla entre especies nativas y las introducidas se dio porque hace muchos años esos terrenos eran parte de un vivero familia Molinelli y después esas 14 hectáreas que acapara el bosque se convirtieron en una zona gris entre lo público y privado.

Mientras Ernestina identifica el sonido de los cardenales, donde están y como se mezclan con muchas cotorras, los caminos se abren en el Circuito y alrededor hay quienes aprovechan para bicicletear, otros para pasar con sus autos sin cuidado, muchos en moto y la polvareda que se hace densa es de los cuadriciclos.

La ambientalista dijo: "La importancia de este lugar está en preservar el pulmón verde, la preservación del oxígeno del lado sur hacia la ciudad que es lo que más nos debe preocupar porque más adelante tenemos la estación de líquidos cloacales".

Además, agregó: "Esto (en relación al Circuito El Bosque) corta esa toxicidad y preserva el oxígeno yendo hacia la urbanización. Este pulmón está dañado, pero se puede preservar. Hoy es una propiedad de uso múltiple pero no tiene ningún tipo de protección".

El Circuito El Bosque es de todos y a la vez de nadie. Lo usan todos, pero son pocos los que yendo allá lo dejan en mejores condiciones a cómo lo encuentran. Hoy lo usa cualquiera y muchos para tirar basura.

Pobre nuestro bosque de Winden donde a diferencia del que aparece en la serie, en este no hay cuevas que permitan viajar a otras épocas a corregir errores del hombre.

Fuente:
Ivana Acosta, El verdadero bosque de Winden está en San Francisco, 20 julio 2020, La Voz de San Justo. Consultado 21 julio 2020.

No hay comentarios:

Publicar un comentario