por
Antonio Elio Brailovsky
Quiero
destacar la importancia del trabajo que nos presenta el INTA Pehuajó,
al haber encontrado plaguicidas en el aire y la lluvia del centro de
esta ciudad. De este modo, el INTA desmiente uno de los principales
axiomas del Ministerio de Agricultura, que niega la deriva de los
plaguicidas como un fenómeno frecuente y afirma que sólo ocurre
accidentalmente.
Llamamos
deriva a la situación en la que los plaguicidas llegan a sitios
ubicados fuera de la zona de cultivo. El Ministerio y las empresas
del sector han argumentado que con las llamadas “buenas prácticas
agronómicas” se evitarán esas derivas.
Lo
que ha quedado claro con este trabajo de INTA es que los plaguicidas
van donde no queremos que vayan y que sustancias diseñadas para
matar seres vivientes no pueden serinocuas para las personas. La
afirmación de una reciente solicitada de productores agrarios, de
que no hay que preocuparse porque el veneno que recibimos es poquito,
encierra un equívoco. La cuestión es: ¿es inocuo respirar pequeñas
cantidades de tóxicos a lo largo de muchos años? Algunos de esos
plaguicidas han sido calificados de cancerígenos por la OMS. ¿Los
podemos respirar durante veinte años sin que nos pase nada?
¿Cuáles
son las consecuencias de respirar esos plaguicidas, o de comerlos
cuando se depositan en huertas y frutales? No sabemos lo suficiente,
porque es escasa la investigación sobre problemas que siempre se
afirmó que no existían.
Hay
importante información toxicológica sobre el daño que hace a la
salud cada uno de esos plaguicidas incorporados en forma aislada al
organismo humano. Pero esa información (llamada técnicamente DL50)
se refiere solamente a la cantidad de un veneno que puede matarnos en
unas pocas horas. No dice nada sobre el modo en que puede enfermarnos
en el largo plazo.
Sucede,
además, que los estamos respirando e ingiriendo juntos y sus efectos
sobre la salud no sólo se suman, sino que también se potencian y
además se refuerzan con los otros contaminantes que estamos
incorporando al organismo. ¿De qué manera el arsénico del agua
agrava el daño que provocan el glifosato, el 2-4D, o la atrazina
sobre el cuerpo humano? ¿Cuáles de esas sustancias se acumulan en
nuestros órganos internos? ¿Cómo actúan en el largo plazo, qué
enfermedades van a causarnos en los próximos años o en las próximas
décadas? ¿Cómo podemos proteger a la sociedad y también a las
personas que transportan y utilizan sustancias tan peligrosas sin
saber el riesgo que corren? ¿Por qué se siguen negando los
problemas en vez de profundizar su investigación?
Y,
además, ¿por qué nuestra sociedad confió tanto en lo que dijeron
las empresas que fabrican esos productos? ¿Por qué permitimos que
nos intoxicaran sin defendernos de una manera más enérgica?
Antonio
Brailovsky (Escritor,
profesor universitario (UBA), investigador)
Fuentes:
Brailovsky: “Quedó claro que los plaguicidas van donde no queremos que vayan”, Noticias de Pehuajó.
La obra de arte que acompaña esta entrada es "La quinta plaga de Egipto" de William Turner. El episodio bíblico relata una enfermedad que mata todo el ganado de los egipcios y que Turner presenta bajo la forma de una enome nube tóxica.
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