por
Isaiah Esipisu
KISUMU,
Kenia, 13 abr 2020 (IPS) - Son las 11 de la mañana de un sábado
cuando Luke Okomo llega a la playa de Dunga, en las afueras de la
ciudad de Kisumu, en Kenia, y se dirige directamente a lo que se
conoce como la pasarela de los papiros.
Paga
el equivalente a dos dólares de entrada y luego se une a un grupo de
cinco visitantes que realizan un recorrido por el pasadizo de madera
que se eleva sobre el humedal y está rodeado de los altos y
distintivos juncos de papiro (Cyperus papyrus).
Cuando
termina el paseo, como hace la mayoría de visitantes, se sienta en
un café al aire libre y pide una bebida mientras disfruta de la
vista al lago Victoria, el más grande de agua dulce de África y el
segundo del mundo, con 68 000 kilómetros cuadrados, compartidos por
Kenia (seis por ciento), Uganda (51 por ciento) y Tanzania (43 por
ciento).
El
lugar es especial para observar aves raras que solo se encuentran en
esta zona costera de agua dulce, al igual que otra fauna rara y
endémica.
Es
difícil imaginar que hace solo unos años, la playa de Dunga, una de
las situadas a orillas del lago y ahora uno de los sitios de pesca
más populares en Kisumu, estaba sucia y su contaminación se
adentraba y aguas adentro, en el área keniana del lago.
Pero
hace dos años, el Grupo Juvenil de Ecoturismo y Ambiente de Dunga
tuvo la idea de convertir las marismas que se extienden hasta el
golfo de Winan en un lugar para la conservación y el turismo, en una
iniciativa para la que contaron con el apoyo de la Embajada de
Francia en Kenia.
«Nuestro
principal objetivo era generar ingresos adicionales para los jóvenes,
además de lo que obtenemos del negocio de la pesca, al mismo tiempo
que conservamos el ambiente acuático», dijo a IPS el coordinador
del Grupo Juvenil, Samuel Owino.
Edgar
Ochieng, de 28 años, un guía de la visita a la pasarela y otras
áreas del humedal, cuenta a IPS que este paseo costero se ha
convertido en un atractivo turístico para visitantes kenianos y
extranjeros, lo que incluye un centro artesanal.
«Los
visitantes locales, en su mayoría estudiantes de diferentes partes
del país, vienen los fines de semana para visitar nuestro pequeño
museo, con productos y artesanías tradicionales, como instrumentos
musicales, diversos artefactos usados por los pobladores, adornos y
disfraces”, explica.
Todo
lo que hay en el museo ha sido elaborado por residentes locales, la
mayoría mujeres, detalla con orgullo.
En
cambio, acota Owino, los visitantes extranjeros llegan, casi siempre
muy temprano en la mañana, atraídos más que nada por el
avistamiento de especies raras de aves y en peligro de extinción que
tienen su hogar en sitios especiales de la zona.
Según
Birdlife International, una organización dedicada a la vida de las
aves, el golfo de Winam es uno de los sitios más importantes de
Kenia para la observación de especies de aves raras y en, la papiro
curruca amarilla (Chloropeta gracilirostris), que a menudo se ve a lo
largo del humedal costero del lago.
También
se puede ver la curruca de alas blancas del pantano (Bradypterus
carpalis) y el papiro canario (Serinus koliensis), todas aves
endémicas de los densos matorrales de papiro del humedal.
Ochieng
señala que el Grupo Juvenil ha identificado 46 especies de aves
diferentes, que han documentado en un manual llamado Aves del Humedal
de Dunga.
Además
de aves, también abundan las serpientes.
«Durante
las primeras horas, existe la oportunidad de observar diferentes
tipos de serpientes, pero lo más importante es que muchos visitantes
están interesados en ver una enorme pitón que vive en este humedal,
al igual que los sitatungas ((Tragelaphus spekii), un antílope
africano de hábitos solitarios, cuenta Owino.
Pero
tanto él como Ochieng se apresuran a contar que la pasarela, que se
extiende por unos 50 metros, ha sido recubierta con material
impermeable y eso evita que los reptiles trepen hasta ella.
«Este
tipo de innovación es algo bueno para el ecosistema del lago», dice
Ken Jumba, funcionario en Kisumu de la keniana Autoridad Nacional de
Gestión Ambiental.
«Alentamos
a los emprendedores de todas las demás comunidades asentadas
alrededor del lago a que tomen ejemplo de lo que está sucediendo
aquí, en Dunga», dijo Jumba a IPS.
La
construcción del paseo elevado en 2016 formó parte del
establecimiento de un área protegida alrededor del humedal.
«Cuando
nuestra propuesta fue aprobada para recibir fondos, involucramos al
gobierno del condado (municipio) que ayudó a reubicar a los
comerciantes del humedal, algunos de los cuales habían construido
letrinas sobre el agua para que los desechos cayeran directamente en
el lago», recuerda Owino.
Ahora
las pequeñas empresas, incluidos los lugares de comida administrados
por empresarios locales, se han mudado al fondo de la playa, tierra
adentro, lo que mejoró de forma sustancial la biodiversidad del
humedal y del agua del lago.
A
unos 100 metros de distancia, hay una planta de biogás que produce
unos 50 000 litros etanol al día. Utiliza como ingrediente el
jacinto de agua, que crece en forma invasiva en el agua.
Las
actividades agrícolas en la cuenca del lago han significado que los
fertilizantes y los productos químicos agrícolas hayan llegado al
lago Victoria a través de los ríos que lo alimentan. Esto ha
resultado en el florecimiento del jacinto de agua y las algas, que
por largo tiempo han puesto en peligro el ecosistema acuático
alrededor del lago.
El
jacinto de agua (Eichhornia crassipes) ha sido el causante de la
disminución del número de especies de peces en el lago Victoria,
asfixiadas por absorber el oxígeno. Crece tan rápido que en algunas
áreas cercanas a Dunga ni siquiera se puede ver el agua debajo y las
embarcaciones no pueden atravesar la maraña de estas plantas o
quedan atrapadas en ella.
«Por
lo general, trituramos el jacinto de agua, un gran contaminante del
lago, y luego lo mezclamos con todo el material de desecho no
comestible del pescado para generar el biogas», dijo a IPS el
operador técnico de la planta, Daniel Owino.
Pero
las actividades industriales alrededor de Kisumu y otras ciudades en
la vecina Uganda y Tanzania han convertido el lago en un peligro para
la salud.
Así
que se necesitará mucho más compromiso y cooperación para
garantizar que el lago se salve. Sin embargo, el establecimiento de
las iniciativas ecoturísticas en Dunga y la limpieza de su playa se
perciben como un buen comienzo.
T:
MF
Fuente:
Isaiah Esipisu, Una pasarela y unas aves protegen gran humedal del lago Victoria, 13 abril 2020, Inter Press Service. Consultado 15 abril 2020.
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