Día
Internacional de la Lucha Campesina.
por
Agustín Suárez
Hoy
17 de abril se conmemora el Día Internacional de la Lucha Campesina,
en memoria de los diecinueve campesinos organizados en el Movimiento
Sin Tierra (MST) que fueron asesinados en 1996 en el Dorado dos
Carajas, Brasil. Luchaban por acceso a la tierra para producir
alimentos y por soberanía alimentaria.
Como
lo venimos expresando de diversas formas, el modelo productivo se
funda en la histórica concentración de la tierra. Algunos datos
alarmantes de la Argentina, según el último censo agropecuario: el
1 por ciento de las explotaciones controla el 36 por ciento de la
tierra. Mientras que miles de familias productoras arriendan tierras
para producir los alimentos que llegan a la mesa de los argentinos,
el 55 por ciento de las chacras más pequeñas tiene solo el 2 por
ciento de la tierra.
Como
sociedad tenemos que comprender que esta concentración de tierras
impacta directamente en nuestra comida cotidiana, la pandemia puso de
relieve las injusticias que esconde el sistema alimentario.
Sobreprecios para la compra pública, desabastecimiento y el
incremento inexplicable de precios al consumidor dejó al descubierto
la estructura invisible de la industria alimenticia: multinacionales
con socios locales que monopolizan y concentran la producción y
especulan para vender a altos precios.
Está
claro que el país necesita garantizar alimentos en medio de esta
pandemia, pero también y de una vez por todas necesitamos
democratizar las estructuras productivas del país y ahora es cuando
tenemos que avanzar en este sentido.
Hoy
más que nunca nos damos cuenta de la importancia del Estado (¿o
alguien se imagina que esta situación sería mejor con el macrismo?)
apoyo económico para los sectores populares, fortalecimiento de los
sistemas de salud o garantizar alimentos a los que más lo necesitan.
Pero también ahora es cuando el Estado tiene que intervenir,
cobrando impuestos a este 1 por ciento que posee el 36 por ciento de
las tierras de la Argentina, como también generar las condiciones
para el acceso a tierras para miles de familias campesinas. Si la
transformación no es estructural, si no democratizamos los factores
de producción, será puro voluntarismo del gobierno.
En
el medio de esta pandemia de grupos concentrados, oligarquías y
monopolios algunas propuestas crecen y se instalan como las de acceso
a tierras a través de Colonias Agroecológicas que desde hace años
impulsa la Unión de Trabajadores de la Tierra. Estas Colonias
resuelven el problema de vida y trabajo digno para los pequeños
productores y genera alimentos sanos para miles de familias de la
ciudad. Hoy existen varias colonias en distintos municipios del país,
como las 84 hectáreas en Jáuregui, Luján, donde se produce
alimento de calidad. Estas 54 hectáreas de producción
agroecológica, por ejemplo, abastecen de alimentos a 6750 familias
todo el año.
Lo
mismo sucede con la comercialización y logística de los productos
de cooperativas y de las familias productoras, hoy existen cientos de
ejemplos en todo el país de cómo lograr llegar a los barrios con
alimentos a precios justos y accesibles a través de almacenes y
mercados populares.
Si
esto pasa a ser política de Estado fácilmente se pueden multiplicar
para masificarlas y contraponer propuestas democráticas a un modelo
concentrado y de especulación.
Agustín Suárez es Coordinador nacional de la Secretaría de Prensa de la UTT.
Fuente:
Agustín Suárez, Tierra para quien la trabaja, 18 abril 2020, Página/12.
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