El
cambio climático y el rápido crecimiento de la población están
agravando la escasez de agua. Charles Iceland, del Instituto de
Recursos Mundiales, habló con DW sobre los conflictos mundiales
resultante.
por
Jennifer Collins
Cada
vez más personas en el mundo no tienen acceso seguro y libre a agua
potable y viven en una creciente preocupación.
Varios
factores, entre ellos, el cambio climático y la mala gestión, están
incrementando la escasez mundial de agua. Esto, junto con otros
problemas sociales como el aumento de las desigualdades y las
tensiones étnicas, amenazan con provocar conflictos entre los
Estados y dentro de ellos.
Charles
Iceland, director de iniciativas mundiales y nacionales sobre el agua
del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés),
habló con DW sobre los conflictos relacionados con este esencial
recurso, y cómo evitarlos. Asimismo, nos explica la nueva
herramienta Agua, Paz y Seguridad (WPS, por sus siglas en inglés),
que predice dónde se pueden producir enfrentamientos durante los
próximos doce meses, y cómo podrían evitarse.
DW:
¿Qué es un conflicto por el agua y cómo surge?
Charles
Iceland: En muchos lugares del mundo está aumentando la demanda de
agua con respecto a la disponibilidad existente. A veces, los
conflictos no son violentos, como en Australia o California, donde la
gente usa el sistema legal o resuelve sus problemas sin violencia.
Pero en muchos otros lugares, el conflicto es grave, y la capacidad
de resolverlo no está bien desarrollada. En estos casos, la lucha
por estos escasos recursos se desarrolla de forma violenta.
¿Cuáles
son las regiones y los países en los que el agua, la escasez de agua
y la calidad de la misma desempeñan un papel en los conflictos?
La
población del África subsahariana está creciendo de forma muy
rápida. Desde 1960 se ha cuadruplicado. Los recursos, sin embargo,
se han mantenido iguales o se han reducido. Esto se debe al cambio
climático o a la desertificación, que está reduciendo la tierra
cultivable. Así que hay muchos conflictos violentos entre los
pequeños agricultores y pastores, que luchan por los escasos
recursos de tierra y agua. En los últimos dos años, hemos visto a
ganaderos masacrando a comunidades agrícolas y a estas tomando
represalias.
También
estamos viendo muchos conflictos violentos en Oriente Medio. Por
ejemplo, en Irak, donde muchas de las manifestaciones de hace unos
meses atrás condujeron a la dimisión del primer ministro. Algunas
de las quejas se referían a la falta de servicios, que incluían la
falta de acceso a agua potable y electricidad. Sin estos recursos, la
gente se enferma. Hace aproximadamente un año y medio, 120.000
personas en Basora fueron hospitalizadas por beber agua contaminada.
Y
esta escasez de agua también es un problema en lugares como Irán,
Afganistán e India. Estas son algunas de las zonas conflictivas.
¿Así
que podría ser un conflicto interestatal, pero también un conflicto
intraestatal entre diferentes actores sociales?
Cuando
se produce un conflicto violento, normalmente se desarrolla a nivel
subnacional. Existen conflictos internacionales por el agua, pero
rara vez se resuelven con violencia. Así, por ejemplo, India y
Pakistán luchan por el agua en el río Indo. Irak y Turquía se
enfrentan por el agua en los ríos Tigris y el Éufrates. Egipto y
Etiopía disputan el recurso hídrico en la cuenca del Nilo Azul.
Estas partes tratan de resolver los problemas de forma no violenta a
través de la diplomacia.
¿Habrá
guerras por el agua en el futuro? ¿Será el agua el nuevo petróleo?
Ambas,
como muchas metáforas, no son del todo acertadas. Las guerras rara
vez se libran por el agua como único asunto. Más bien vemos el
problema como un multiplicador de amenazas. Se trata de una cuestión
de fondo. Si existen otros problemas que conducen a la inestabilidad,
como las tensiones entre grupos étnicos o cualquier cosa que pueda
desencadenar violencia, el hecho de sufrir escasez de agua
desestabiliza aún más la sociedad, que tendrá menor capacidad de
resolver las disputas de manera consensuada.
¿Qué
papel juega el cambio climático en la escasez o calidad del agua?
Nos
resulta difícil atribuir una sequía o una inundación en particular
al cambio climático. Pero estamos viendo un aumento muy dramático
de la frecuencia y la gravedad de las sequías en algunas partes del
África subsahariana y Oriente Medio. Tenemos una disminución
general de las precipitaciones en algunas de estas regiones. A veces
las lluvias se mantienen constantes, pero de vez en cuando hay
períodos muy largos de sequía e inundaciones. Eso es lo que han
predicho expertos en cambio climático.
¿Qué
otros factores pueden conducir a la escasez de agua?
La
gestión de los recursos hídricos es un factor crítico. En teoría,
en algunos lugares la gente tiene agua suficiente, pero la gestiona
mal. Está perdiendo agua o la está contaminando. Y luego hay
problemas río arriba y río abajo. Hay muchos casos en los que los
usuarios de arriba tienen acceso a agua, pero los que viven río
abajo están en desventaja porque reciben menos agua.
¿En
qué consiste exactamente la herramienta "Agua, Paz y Seguridad"
(WPS, por sus siglas en inglés)?
Somos
un consorcio de nueve organizaciones de Estados Unidos y Europa, que
están trabajando juntas para identificar los lugares críticos con
escasez de agua. El objetivo es ayudar a la población local y a la
comunidad mundial a evitar los conflictos o minimizar sus efectos.
Con este fin, hemos desarrollado un modelo basado en el aprendizaje
automático, que intenta predecir dónde podría estallar un
conflicto durante los próximos doce meses. Para ello, hemos empleado
factores políticos, económicos, sociales y demográficos, que
podrían predecir un conflicto inminente. Asimismo, a ese grupo de
indicadores, les hemos añadido otros de inseguridad alimentaria y de
agua. Tratamos de identificar estos puntos calientes y averiguar si
son conflictos provocados por la escasez de agua u otras causas.
¿Cómo
se puede resolver un conflicto por el agua?
Hay
muchos ejemplos a nivel subnacional e internacional en los que
organizaciones mundiales o nacionales han reunido a dos partes de un
conflicto. Un muy buen ejemplo se dio en 1960, cuando el Banco
Mundial reunió a los gobiernos de India y Pakistán para elaborar un
tratado que dividió las aguas de la cuenca del río Indo. Ese
tratado ha sido objeto de presiones recientemente, pero, al menos
hasta hoy, ha podido evitar que India y Pakistán resuelvan su
conflicto por la fuerza.
N.
de la R.: Jennifer Collins realizó la entrevista, que ha sido
acortada y editada. (ar/dzc)
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Fuente:
Jennifer Collins, Afrontando la creciente amenaza de los conflictos por el agua, 20 marzo 2020, Deutsche Welle.
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