por
Mario Hernandez
M.H.:
¿Qué significaron los incendios en Australia? Además luego hubo
granizo, tormentas de arena y se me ocurre preguntarle qué tiene que
ver esto con el cambio climático.
E.B.:
Esto es una manifestación del cambio climático. El cambio climático
del que venimos hablando los científicos hace décadas, representa
un aumento de las situaciones extremas. En donde hay viento va a
haber más viento, donde hay sequía va a haber más sequía, donde
hay huracanes va a haber más huracanes, donde hay inundaciones va a
haber más inundaciones. Es decir, se espera que las situaciones
extremas aumenten en todo el mundo, lo que requeriría de políticas
responsables para tener en cuenta.
Ahora,
en el caso de Australia es muy patético porque el gobierno de ese
país ha negado el cambio climático porque ha basado su economía en
el carbón y otros combustibles fósiles. De modo que estaban mucho
menos preparados para actuar ante esto porque no creían que fuera un
problema. Entonces cuando uno piensa que tiene un problema se
prepara, cuando uno niega el problema es mucho peor. Parte del
desastre tiene que ver con las condiciones naturales de Australia,
pero otra parte es la dificultad de respuesta de un gobierno que no
creía que esto fuera un problema hasta que lo superó.
M.H.:
Inclusive levantando la apuesta, porque he visto que tienen previsto
una mina de carbón a cielo abierto que supera tres veces la
superficie de París.
E.B.:
Sí. Están basando su economía en eso. Yo no sé cómo les va a ir
con la ciudadanía. En algún momento toda la ciudadanía dice basta,
paremos con esto porque es demasiado irresponsable. Espero que los
australianos que han sufrido esta irresponsabilidad en carne propia,
respondan que algo hay que cambiar. Además es un llamado de atención
al resto de los países. ¿Estamos en condiciones de responder a
incendios de esa magnitud en La Pampa, en la Patagonia, en Córdoba?
¿O va a seguir pasando lo mismo de siempre que se quema y los
bomberos llegan a donde se puede y el resto se quedan mirando?
M.H.:
He leído últimamente que la mitad de los chicos que ingresan al
área oncológica del hospital Garrahan son de la provincia de Entre
Ríos. Al mismo tiempo el glifosato volcado por el agronegocio no se
degrada, por lo tanto, se acumula y la concentración del herbicida
constatada en Entre Ríos con epicentro en Urdinarrain, en el
departamento de Gualeguaychú, se encuentra entre las más altas a
nivel mundial. ¿Hay solución a esto Elio?
E.B.:
Esto se viene sabiendo hace tiempo, la cuestión es que mientras se
permita que el agronegocio haga esto, que engañen a la gente,
aceptarán que el cáncer es una desgracia individual. El cáncer no
es una desgracia individual, es una enfermedad social y en las zonas
donde se fumiga con cancerígenos está claro el carácter social de
esa enfermedad. La cuestión es qué hace la ciudadanía, cómo se
reclama y está claro que el gobierno nacional tiene una muy fuerte
presión de conseguir dólares desesperadamente, de cualquier manera
y le van a decir que fumigando se consiguen más dólares.
En
realidad, hay investigaciones hechas por el INTA que demuestran que
la producción de trigo, en un campo agroecológico, es decir, que no
usó plaguicidas, sino las técnicas que se usaban antes de la
existencia de éstos, la producción es la misma pero mucho más
barato, porque los plaguicidas se pagan en dólares. Es decir, este
modelo de fumigar y enfermar a la gente, no solo es insano en el
sentido de que enferma, sino que además es antieconómico.
M.H.:
O sea que hay una alternativa a los agrotóxicos.
E.B.:
Hay alternativas. Están haciendo estudios en el INTA, hay una
cantidad importante de agroproductores que hacen agroecología, y hay
un importante espacio para experimentar, que son las zonas en que por
estar los campos al lado de escuelas rurales, donde no se puede
fumigar por las leyes locales, ahí se puede practicar agroecología
y mostrar que efectivamente es más eficiente, más sano y más
barato. Pero, por supuesto, si permiten que esto se haga se hunde el
negocio de los agrotóxicos.
M.H.:
Hubo una iniciativa en la provincia de Entre Ríos, una coordinación
entre el INTA y asociaciones de la provincia que hablan de una suerte
de fumigación ecológica, donde inclusive participan los pilotos de
aviones fumigadores que no quieren quedar asociados a los efectos
nocivos del modelo actual del agronegocio. ¿Tiene algún
conocimiento al respecto?
E.B.:
Sé que la sociedad está llena de disimulos y de engaños, de modo
que le tengo algo de desconfianza a esto de “fumigaciones
ecológicas”. El rol de los plaguicidas es tratar de tapar un
desequilibrio ecológico que se produce cuando hay monocultivo. Al
cultivar una sola cosa también se crían los insectos que se los
comen y las plantas que lo parasitan o lo desplazan. Cuando hay un
cultivo que tiene en cuenta a las distintas facetas de la naturaleza,
no hace falta fumigar con nada. De modo que lo de las fumigaciones
ecológicas me suena raro.
M.H.:
Quiere agregar algo más.
E.B.:
Sí, quiero agregar que en este momento el país está sometido por
una deuda enorme que ha contraído el gobierno anterior y que la
desesperación del gobierno por pagar esa deuda externa lo lleva a
ceder ante la presión de estos negocios espurios. De modo que es un
llamado a los ciudadanos a estar atentos y poner límites, no hay que
hacer cualquier cosa para conseguir dólares. Por lo menos no
conseguir dólares a costa de la salud de los argentinos.
M.H.:
Tengo entendido que incluso en la reunión de Davos hubo una agenda
verde.
E.B.:
Depende de lo que se llame verde. Todas las grandes empresas están
pintándose de verde, algunas con grandes simulacros. La Shell tiene
una división de energía eólica con la que hace unos cuantos
molinos eólicos. Pero su negocio sigue siendo el petróleo. De modo
que el hecho que se disfracen no quiere decir que lo sean.
Fuentes:
Mario Hernandez, "Este modelo de fumigar y enfermar a la gente no solo es insano sino que además es antieconómico", 3 febrero 2020, Rebelión. Consultado 5 febrero 2020.
La obra de arte que ilustra esta entrada es un mural de Germán Villamor, realizado en la ciudad de Trenque Lauquen en el SUM Chiquito Tello. Se recuerda al científico Andrés Carrasco, a Fabián Tomasi y a las escuelas, maestras y niños fumigados de Argentina.
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