Jorge
Carrizo contó la situación dramática que vivió con su mujer y su
hija cuando se abrió un socavón en la calle por la que circulaba
con su familia en plena tormenta. Ocurrió en barrio Liceo Tercera
Sección.
por
Héctor Brondo
Las
imágenes impresionan. Por el diluvio registrado en Córdoba, un
automovilista se salvó de milagro al quedar atrapado en medio de una
grieta que se abrió en una calle de barrio Parque Liceo Tercera
Sección, al noreste de la ciudad.
“Fue
una sensación horrible”, comenzó el relato a La Voz de lo
sucedido Jorge Carrizo (57), propietario del vehículo siniestrado.
“Íbamos
con Rosa, mi esposa, a llevar a nuestra hija Candela (20) a trabajar
en el salón de eventos Sei Fratelli, donde había una fiesta de
despedida de año de una empresa”, continuó el protagonista del
incidente.
El
complejo está ubicado en Los Viveros, una calle de tierra de Villa
Esquiú, a unos 500 metros de la ruta A 74 (camino a Colonia
Tirolesa).
“Nosotros
somos vecinos de barrio Congreso; de allá veníamos a marcha lenta
soportando la lluvia torrencial; eran como las 23.30”,
contextualizó.
Daba
miedo
“Decidimos
hacer lo mismo que una caravana de autos que iba delante nuestro y
tomamos la colectora de Rancagua para seguir viaje porque la avenida
se había transformado en un río; la correntada bajaba desde el
norte de una manera que daba miedo”, comentó el infortunado.
“De
pronto sentí como que se abría la tierra debajo de nosotros y nos
tragaba el auto, mientras el agua que corría por la calle comenzaba
a caer al pozo gigante como por un embudo; entonces el auto se
inclinó de repente para el lado derecho y ahí nos empezó a agarrar
la desesperación”, trae a la memoria el damnificado.
El
Ford Fiesta Max, patente IJG 724, se hundió en el socavón que se
abrió debido al temporal en la capa mínima de asfalto de la
colectora, a unos 600 metros de Av. Circunvalación.
Obra
en construcción
Por
el medio de la calzada, hace unos meses la empresa concesionaria de
la obra de cloacas para barrio Liceo Tercera Sección cavó una zanja
por donde tendió el caño troncal de la red.
Los
trabajos están en desarrollo y al parecer no se compactó de manera
debida la tierra en ese sector antes de la colocación del enlosado
asfáltico.
“Por
suerte pudimos salir del auto con alguna dificultad y nos pusimos a
salvo caminando por la ciclovía”, apuntó Carrizo en tono de
resignación.
“Pasamos
toda la noche en la casa de una vecina, acá a cien metros, que nos
prestó ropa y nos cedió un colchón para que descansáramos un rato
a la espera de alguien que pudiera venir a darnos una mano para
rescatar el vehículo; pero nos cansamos de llamar a todo el mundo y
recién esta mañana, como a los 11, apareció una camioneta de los
bomberos”, se quejó el damnificado.
“Sentimos
mucha pena porque el auto, si bien es modelo 2010, estaba como nuevo.
Ahora después de esta desgracia, no sé cómo irá a quedar”,
concluyo el propietario del Ford.
Fuente:
Héctor Brondo, “Sentí que la tierra se abría debajo de nosotros y nos tragaba el auto”, 30 diciembre 2019, La Voz del Interior.
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