PANAMÁ,
24 ene 2020 (IPS) - Los enormes incendios forestales en Australia, la
Amazonia, California, la cuenca del Congo e Indonesia han atraído la
atención mundial hacia los riesgos de los períodos prolongados de
calor y sequía, unos de los efectos del cambio climático.
Hoy
día, la temperatura media global es 1,1 °C más alta que a
principios del siglo pasado.
En
algunas partes del mundo, esta alteración produce condiciones más
secas que aumentan la probabilidad e intensidad de incendios
forestales y megaincendios.
Este
gráfico, del Informe especial sobre El cambio climático y la tierra
del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, ilustra cómo
aumenta el riesgo de incendios forestales a causa del calentamiento
global.
Los
megaincendios, definidos como aquellos que cubren más de 40.000
hectáreas (400 kilómetros cuadrados), se aceleran por las altas
temperaturas y la sequía. Son extremadamente difíciles de contener
y por lo general se mantienen activos mientras haya vegetación
disponible a su paso.
En
2019, Brasil, la República Democrática del Congo, la Federación de
Rusia y Estados Unidos experimentaron incendios de este tipo, algunos
a una escala sin precedentes.
En
2019, Global Forest Watch contó más de 4,5 millones de incendios de
más de un kilómetro cuadrado en todo el mundo.
Esto
es 400 000 más incendios que en 2018 y 2,5 veces más que en 2001.
Casi todos los 500 megaincendios más devastadores de la última
década (96 %) han ocurrido durante períodos de clima inusualmente
cálidos y/o secos.
En
Australia, la temporada de incendios forestales 2019-2020 está en
camino a convertirse en una de las peores jamás registradas, y aún
faltan 10 semanas para el final del período de fuegos más intensos,
que va de diciembre a marzo.
Se
estima que más de 10 millones de hectáreas (100.000 kilómetros
cuadrados, un área del tamaño de Inglaterra) se han quemado en
Australia entre el inicio de la temporada y la segunda semana de
enero, dejando atrás víctimas humanas y hogares destruidos.
Según
expertos de la Universidad de Sídney, es probable que
aproximadamente mil millones de animales hayan muerto directa o
indirectamente a causa de los fuegos.
Los
incendios además están cobrando un alto precio a la economía
australiana, con impactos en industrias como la agricultura y el
turismo.
Sucesivas
olas de calor han afectado a Australia en el verano austral a causa
del calentamiento global.
La
temperatura máxima promedio en todo el continente fue superior a 40 °C durante 11 días en el mes de diciembre, con lo cual se superó
el récord anterior, de siete días, registrado en 2018.
Solo
durante cuatro días entre 1910 y 2017 se había alcanzado un
promedio superior a los 40 °C, dos días en 1972 y dos en 2013.
Los
extremos climáticos conjuntos de la sequía y las olas de calor solo
aumentan el riesgo de temporadas de incendios catastróficos
recurrentes en Australia.
«Los
megaincendios bien pueden convertirse en la nueva normalidad a medida
que las temperaturas globales continúen aumentando», dice Niklas
Hagelberg, experto en cambio climático del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente.
«Los
países del G20 son responsables de 78% de las emisiones de gases de
efecto invernadero. Los gobiernos, las empresas, la industria y los
ciudadanos de esas naciones deben establecer objetivos y plazos para
la descarbonización”, asegura Hagelberg.
“Debemos
aprovechar el potencial y las oportunidades de un mundo impulsado por
energía renovable, tecnologías de eficiencia, sistemas alimentarios
inteligentes, y movilidad y edificios cero emisiones «, añade.
Los
desastres catastróficos que ha vivido la humanidad en los últimos
años son propios de un planeta con un calentamiento global de 1,1
°C.
¿Cómo
será la vida en unas pocas décadas si alcanzamos un aumento de 1,5
°C?
Mientras
el fuego continúa su expansión, se ha emitido un llamado de
asistencia internacional para ayudar a Australia, un país con buenos
recursos, acostumbrado a incendios forestales estacionales.
Parece
que el mundo no está preparado para enfrentar su realidad futura.
2020
es el año en que los gobiernos se reunirán para evaluar y aumentar
la ambición de sus compromisos climáticos, en la COP26 de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en
Glasgow, Gran Bretaña.
Además,
este es el año a partir del cual las emisiones globales deberán
disminuir 7,6 % anual durante una década si queremos limitar el
aumento de la temperatura global a 1,5°C.
Los
recientes incendios forestales permiten visualizar las catástrofes
humanitarias, ecológicas y económicas propias de un clima
cambiante, y constituyen un presagio, no solo para Australia sino
para el resto del mundo.
Este
artículo fue publicado originalmente por el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente.
RV:
EG
Fuente:
¿Los grandes incendios son parte de la nueva normalidad?, 24 enero 2020, Inter press Service. Consultado 28 enero 2020.
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