Greenpeace Andino llegó al puerto de Montevideo para exponer una de las peores amenazas del Atlántico Sur, la sobrepesca. Activistas de la ONG identificaron a los buques pesqueros Agnes 103 y Agnes 107, de nacionalidad surcoreana, y desplegaron frente a ellos una flecha de 25 metros de largo sobre el agua con el mensaje “Saqueadores de los Océanos”. Esta actividad fue acompañada por la presentación del informe “Protejamos al Mar Argentino de la pesca destructiva”, que revela los impactos de la industria pesquera en la región, y el modo en que afecta a especies icónicas como la ballena franca austral.
“La
falta de control y regulación de las aguas internacionales le
permite a las pesqueras saquear y vulnerar el Atlántico Sur, dejando
al océano al borde del colapso. Es por esto que desde Greenpeace
exponemos esta problemática, invisible para muchos. Queremos generar
toda la presión pública posible para que los gobiernos del mundo
acuerden en la ONU un tratado global por los océanos para proteger a
la vida marina a través de la creación de una red de santuarios”,
señaló Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de
Greenpeace Andino.
Además,
Vueso sostuvo que “la pesca en el Atlántico Sur se practica con
tal intensidad que más de 400 buques pesqueros llegan a esta región
para saquear el océano. Sus técnicas son tan destructivas que
arrasan con el fondo marino, como una topadora en el fondo del mar.
Algunos incurren con frecuencia en actividades no reguladas e incluso
en ocasiones llegan a cruzar los límites de la zona económica
exclusiva (ZEE) para pescar ilegalmente”.
El
informe destaca las amenazas de la sobrepesca en el lugar conocido
como el Agujero Azul, que alberga ecosistemas únicos, biodiversidad
silvestre icónica, como la ballena franca austral y otras especies
clasificadas como en peligro de extinción, entre ellas el cachalote.
El Agujero Azul, ubicado en medio del océano a la altura de Puerto
Madryn, es una de las dos áreas únicas a nivel mundial en aguas
internacionales donde se realiza la mayor parte de la pesca de
arrastre en el fondo marino.
Por
otro lado, el objetivo de esta industria en esta región es pescar
principalmente merluza negra y calamar para vender como productos de
lujo a mercados de países ricos. Su actividad es tan intensa que no
se respetan las temporadas de reproducción de las especies,
exponiendolas a la sobre explotación. “Los gobiernos del mundo en
la ONU tiene la oportunidad histórica de proteger al menos el 30 %
de los océanos para 2030. Nuestros océanos lo necesitan con
urgencia”, concluyó Vueso.
Fuente:
Greenpeace en Montevideo, contra los pesqueros destructores del Atlántico Sur, 31 octubre 2019, Greenpeace Argentina.
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