Se
acaba de conformar una mesa de trabajo para establecer un cronograma
para la eliminación de este mineral que daña los pulmones y causa
cáncer. Los detalles.
por
Laura Rocha
La
confirmación de que muchos coches de las líneas del subte porteño
contienen asbesto y la noticia de que hay 11 trabajadores afectados
ante su exposición muestra que, una vez más, el tema se aborda en
estas latitudes de manera tardía. Aunque hace varios años se
denuncia en ciudades como Nueva York, México y Madrid la presencia
de este material cancerígeno, sólo ahora se conformó una mesa de
trabajo para establecer un cronograma para la eliminación de este
mineral que daña los pulmones y causa cáncer.
El
amianto, también llamado asbesto, es una materia prima de origen
mineral muy utilizado durante décadas en distintas industrias porque
está compuesto de fibras largas, resistentes y flexibles que se
pueden entrelazar para conseguir distintos materiales. Tiene la
función de aislante y se puede encontrar en distintos materiales
como la pintura de los coches del subte; piezas que tienen contacto
con la electricidad o estructuras protectoras en el Premetro, por
ejemplo.
La
exposición al amianto se produce a través de la inhalación de
fibras que se encuentran en el aire del lugar de trabajo, el aire
cercano a puntos de producción, como fábricas que trabajan con
amianto, o el aire del interior de viviendas y edificios que contiene
partículas fraccionadas de amianto. Actualmente, unos 125 millones
de personas de todo el mundo están expuestas al amianto en su lugar
de trabajo, indican las cifras de la Organización Mundial de la
Salud (OMS).
"Formamos
parte de una mesa para entrar en un proceso que pueda dar una
solución a este problema que ocurre en muchos subtes del mundo como
Madrid, Nuevas York, México o Santiago de Chile", indicó
Arturo Pozzali, defensor adjunto de la ciudad. Ese organismo, la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo, la Agencia de Protección
Ambiental (APRA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI), los gremios, SBASE, la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad
y Metrovías comenzaron a reunirse para establecer el cronograma de
trabajo.
Los
trabajadores, por su parte, persiguen dos objetivos: conseguir que el
cronograma sea cumplible y en plazos razonables y que no se pare la
operación, como sucedió en Madrid luego del escándalo que se
produjo cuando se descubrió que la empresa mintió respecto de la
presencia del material contaminante. Incluso, en la capital de
España, la compañía enfrenta un juicio por la muerte de un
trabajador del metro.
"Al
día de hoy tenemos 11 neumoconiosis por exposición al asbesto pero
no desarrollaron la enfermedad. No tienen cáncer ni fibrosis
pulmonar; pero no pueden estar expuestos al ambiente que tiene
asbesto. Por ahora no pueden volver a trabajar, mientras esto no se
revierta", explicó Francisco Ledesma, secretario de Salud
laboral y Condiciones de Medio Ambiente en el Trabajo del gremio.
Desde
2001 está prohibido en la Argentina utilizar el asbesto pero como
los coches y algunas estructuras fueron fabricados antes de esa fecha
o en otros países, contienen ese material.
¿Hay
peligro para los pasajeros? No. Según la OMS y la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) el cuidado especial debe ser para los
trabajadores expuestos a ese material. "Por decisión conjunta,
se implementó un Plan de Gestión Segura del Asbesto, con el
objetivo de retirar y eliminar de manera segura todos aquellos
elementos que contengan asbesto. Este trabajo ya se está llevando a
cabo en la Línea B. Este riesgo, en el caso del subte, está
circunscripto a los talleres durante la manipulación y pulido de las
piezas que contienen este material", indicaron en Metrovías
mediante un comunicado.
La
empresa hace un seguimiento especial de los trabajadores que se
desempeñan en los talleres Rancagua y Villa Urquiza, a quienes se
les realizaron estudios neumonológicos en el Hospital Británico de
Buenos Aires, agregaron.
Para
Ledesma no es suficiente. El gremio asegura que no sólo los coches
de la línea B contienen amianto sino también los marca Mitsubishi,
los Siemmens, los General Electric y los Fiat. "Es decir casi
todos. Creemos que hay que hacer estudios en todas las líneas y en
los coches, incluidos los Alstom que corren en las líneas D y H",
sostuvo Ledesma.
"Pedimos
que por una cuestión preventiva se ingrese a todos los trabajadores
al registro hasta que haya una certificación. Y estamos planteando
que se aceleren los proceso, hasta se lo pedimos al secretario de
Salud de la Nación", agregó.
En
Metrovías indicaron que "conocida la noticia sobre la presencia
de asbesto en las formaciones CAF-5000 de la Línea B, que comenzó
en España (país de origen de la flota), desde el 20 de febrero que
las mismas se retiraron preventivamente de circulación".
Siempre
según la empresa, se realiza un plan de desasbestización en las
formaciones Mitsubishi, de la misma línea mientras se consiguen
reemplazos.
"Gestionar
la presencia de asbesto representa un desafío actual para gran parte
de los subtes del mundo. Estamos avanzando rápidamente hacia su
eliminación de la red realizando planes específicos línea por
línea, según sus grados de riesgo", aseguraron.
En
1906 se describió en Londres el primer caso de fibrosis pulmonar por
asbesto en una trabajadora de una fábrica textil. En 1935 se
publicaron los primeros trabajos que relacionan científicamente la
exposición al amianto con el cáncer de pulmón. Son los pulmones y
la membrana que los cubre, la pleura, los dos órganos a los que más
afecta la exposición de amianto, que puede causar dos enfermedades
principalmente: asbestosis y cáncer de pulmón.
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Fuente:
Laura Rocha, Qué es el asbesto y en qué consiste el cronograma para eliminarlo del subte porteño, 7 septiembre 2019, Infobae.
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