martes, 10 de septiembre de 2019

Qué es el asbesto y en qué consiste el cronograma para eliminarlo del subte porteño

Se acaba de conformar una mesa de trabajo para establecer un cronograma para la eliminación de este mineral que daña los pulmones y causa cáncer. Los detalles.

por Laura Rocha

La confirmación de que muchos coches de las líneas del subte porteño contienen asbesto y la noticia de que hay 11 trabajadores afectados ante su exposición muestra que, una vez más, el tema se aborda en estas latitudes de manera tardía. Aunque hace varios años se denuncia en ciudades como Nueva York, México y Madrid la presencia de este material cancerígeno, sólo ahora se conformó una mesa de trabajo para establecer un cronograma para la eliminación de este mineral que daña los pulmones y causa cáncer.

El amianto, también llamado asbesto, es una materia prima de origen mineral muy utilizado durante décadas en distintas industrias porque está compuesto de fibras largas, resistentes y flexibles que se pueden entrelazar para conseguir distintos materiales. Tiene la función de aislante y se puede encontrar en distintos materiales como la pintura de los coches del subte; piezas que tienen contacto con la electricidad o estructuras protectoras en el Premetro, por ejemplo.

La exposición al amianto se produce a través de la inhalación de fibras que se encuentran en el aire del lugar de trabajo, el aire cercano a puntos de producción, como fábricas que trabajan con amianto, o el aire del interior de viviendas y edificios que contiene partículas fraccionadas de amianto. Actualmente, unos 125 millones de personas de todo el mundo están expuestas al amianto en su lugar de trabajo, indican las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Formamos parte de una mesa para entrar en un proceso que pueda dar una solución a este problema que ocurre en muchos subtes del mundo como Madrid, Nuevas York, México o Santiago de Chile", indicó Arturo Pozzali, defensor adjunto de la ciudad. Ese organismo, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, la Agencia de Protección Ambiental (APRA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), los gremios, SBASE, la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad y Metrovías comenzaron a reunirse para establecer el cronograma de trabajo.

Los trabajadores, por su parte, persiguen dos objetivos: conseguir que el cronograma sea cumplible y en plazos razonables y que no se pare la operación, como sucedió en Madrid luego del escándalo que se produjo cuando se descubrió que la empresa mintió respecto de la presencia del material contaminante. Incluso, en la capital de España, la compañía enfrenta un juicio por la muerte de un trabajador del metro.

"Al día de hoy tenemos 11 neumoconiosis por exposición al asbesto pero no desarrollaron la enfermedad. No tienen cáncer ni fibrosis pulmonar; pero no pueden estar expuestos al ambiente que tiene asbesto. Por ahora no pueden volver a trabajar, mientras esto no se revierta", explicó Francisco Ledesma, secretario de Salud laboral y Condiciones de Medio Ambiente en el Trabajo del gremio.

Desde 2001 está prohibido en la Argentina utilizar el asbesto pero como los coches y algunas estructuras fueron fabricados antes de esa fecha o en otros países, contienen ese material.

¿Hay peligro para los pasajeros? No. Según la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el cuidado especial debe ser para los trabajadores expuestos a ese material. "Por decisión conjunta, se implementó un Plan de Gestión Segura del Asbesto, con el objetivo de retirar y eliminar de manera segura todos aquellos elementos que contengan asbesto. Este trabajo ya se está llevando a cabo en la Línea B. Este riesgo, en el caso del subte, está circunscripto a los talleres durante la manipulación y pulido de las piezas que contienen este material", indicaron en Metrovías mediante un comunicado.

La empresa hace un seguimiento especial de los trabajadores que se desempeñan en los talleres Rancagua y Villa Urquiza, a quienes se les realizaron estudios neumonológicos en el Hospital Británico de Buenos Aires, agregaron.

Para Ledesma no es suficiente. El gremio asegura que no sólo los coches de la línea B contienen amianto sino también los marca Mitsubishi, los Siemmens, los General Electric y los Fiat. "Es decir casi todos. Creemos que hay que hacer estudios en todas las líneas y en los coches, incluidos los Alstom que corren en las líneas D y H", sostuvo Ledesma.

"Pedimos que por una cuestión preventiva se ingrese a todos los trabajadores al registro hasta que haya una certificación. Y estamos planteando que se aceleren los proceso, hasta se lo pedimos al secretario de Salud de la Nación", agregó.

En Metrovías indicaron que "conocida la noticia sobre la presencia de asbesto en las formaciones CAF-5000 de la Línea B, que comenzó en España (país de origen de la flota), desde el 20 de febrero que las mismas se retiraron preventivamente de circulación".

Siempre según la empresa, se realiza un plan de desasbestización en las formaciones Mitsubishi, de la misma línea mientras se consiguen reemplazos.

"Gestionar la presencia de asbesto representa un desafío actual para gran parte de los subtes del mundo. Estamos avanzando rápidamente hacia su eliminación de la red realizando planes específicos línea por línea, según sus grados de riesgo", aseguraron.

En 1906 se describió en Londres el primer caso de fibrosis pulmonar por asbesto en una trabajadora de una fábrica textil. En 1935 se publicaron los primeros trabajos que relacionan científicamente la exposición al amianto con el cáncer de pulmón. Son los pulmones y la membrana que los cubre, la pleura, los dos órganos a los que más afecta la exposición de amianto, que puede causar dos enfermedades principalmente: asbestosis y cáncer de pulmón.

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