En
el momento en que se escriben estas líneas, la superficie quemada en
la Amazonía brasileña (en agosto de este año) es de casi 2,5
millones de hectáreas (4 veces más que en agosto del año pasado),
según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de
Brasil.
Estos
incendios, sumados a los que afectan a Venezuela, Bolivia y Colombia
(hasta el 25 de agosto con más de 26.000, 18.000 y 14.000 focos
respectivamente), generaron un problema global que puso la atención
sobre el papel de estas “queimadas” anuales en los cambios de uso
del suelo en Brasil.
Al
igual que en Argentina, la expansión de la frontera agrícola (para
ganadería y cultivo de soja, principalmente) está detrás de estas
políticas de deforestación y quema de los bosques.
El
problema del uso del fuego es global y la selva amazónica no es la
única región del mundo que está ardiendo, como se observa desde el
espacio.
Incendios
en África
Según
imágenes de la NASA, desde el 21 de agosto se han documentado más
de 6.902 incendios en Angola y 3.395 incendios en República
Democrática del Congo, predominantemente en zonas de sabana.
Al
igual que la selva amazónica, la selva tropical de la cuenca del
Congo corre el riesgo de ser golpeada nuevamente por incendios
incontrolados. Aunque el uso del fuego forma parte del manejo de
zonas ya deforestadas, agrícolas y ganaderas, estas quemas podrían
afectar a la superficie forestal y al rico bosque tropical de la
Cuenca del Congo, donde viven varias especies de primates, nuestros
antepasados biológicos más próximos.
Incendios
en Siberia
Siberia
vive también un verano negro. Según datos de mediados de este mes,
5,4 millones de hectáreas de bosques boreales estaban ardiendo en
esta región. Debido al humo y a la afección de grandes poblaciones,
se había declarado situación de emergencia en 4 regiones rusas. Sin
embargo, en aquel momento solo se estaba combatiendo el 9 % de estos
incendios. Las imágenes sobre el efecto del fuego publicadas por
Greenpeace Rusia son una muestra de la desidia del gobierno de este
país para con sus bosques.
Incendios
en Indonesia
En
Indonesia, y mientras el Gobierno se resiste a cumplir sus promesas a
la comunidad internacional para detener la deforestación, entre
enero y junio de 2019 los incendios en Kalimantan han aumentado un 52
% en comparación con 2018. Además, durante el pasado mes de julio,
Kalimantan central y occidental se encuentran nuevamente entre las
provincias con el mayor número de focos de incendios. Esto subraya
la urgencia de que el gobierno cumpla con el fallo reciente de un
alto tribunal de este país, en el que se declara que el gobierno no
hizo lo suficiente durante los terribles incendios que asolaron la
parte central y oeste de la isla de Kalimantan en 2015.
Los
bosques arden, el planeta se calienta. En un círculo vicioso, el
cambio climático estresa a los bosques sometiéndolos a mayores
temperaturas y mayor sequedad, retroalimentando la virulencia y
frecuencia de los incendios. El clima cambia y el efecto del fuego
sobre los ecosistemas se hace más severo, más incontrolable.
Incendios
en Europa
En
la península ibérica en España, en los últimos años los expertos
en extinción advierten de una “nueva generación de incendios”,
aquellos que tienen la capacidad de cambiar las condiciones
climáticas durante el incendio, haciéndolos ingobernables. La
impotencia ante estos escenario de fuego ha acuñado también un
nuevo concepto: “incendios fuera de la capacidad de extinción”.
Nuestra
casa se quema. No solo está más caliente, se quema. Los bosques,
que deberían estar actuando como sumideros de carbono y mitigando el
cambio climático, están emitiendo grandes cantidades de gases de
efecto invernadero. Y esto nos aleja todavía más el objetivo del
Acuerdo de París de evitar que la temperatura del planeta aumente
por encima de 1,5 ºC.
Fuente:
Los incendios forestales en todo el mundo agudizan la crisis climática, 5 septiembre 2019, Greenpeace Argentina. Consultado 9 septiembre 2019.
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