sábado, 29 de junio de 2019

Jared Harris, protagonista de Chernobyl: “La gente se sacrificó y esa parte de la historia no se ha contado en occidente”

En una ronda de preguntas con distintos medios en Londres, Culto tuvo acceso al protagonista de la serie que trajo de vuelta el desastre de Chernóbil.

En Chernobyl -la serie del momento emitida en Latinoamérica cada viernes por HBO-, Jared Harris interpreta al doctor Valery Legasov, un científico de la Unión Soviética encargado de la limpieza tras el desastre de la planta nuclear de Chernóbil, ocurrido la madrugada del sábado 26 de abril de 1986.

Legasov fue arrancado de su vida una mañana y ubicado en el peor lugar posible sobre la tierra por la tarde”, dice el actor de 57 años sobre su personaje Valery Legasov, que existió en la vida real.

Así lo documenta un cable de AP publicado en abril de 1988, donde se reporta el suicidio del experto en fisicoquímica conocido por su trabajo a cargo del comité de investigación del accidente de Chernóbil.

La Unión Soviética borró mucho su participación y su legado, pero hay algunas filmaciones que sobreviven”, dice Harris sobre su personaje en Chernobyl.

Legasov se suicidó en 1988, justo dos años después del incidente, víctima de una depresión provocada por la exposición a la radiación, por la falta de reconocimiento internacional de la catástrofe y por la pérdida de vidas humanas en los trabajos para minimizar los efectos del accidente.

Según Harris, que recrea el suicidio de Legasov en los primeros minutos de Chernobyl, “ocurrió el día en que tenía que entregar un informe al Politburó (máximo órgano de gobierno y dirección del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética), mintiendo y diciendo que todo estaba bien”.

Él quería que la verdad saliera a la luz, porque todavía quedaba un problema sin resolver. Así que su suicidio tuvo un propósito”, asegura el actor.

Chernóbil y el final de la URSS

El libro Voces de Chernóbil, de la escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich, fue uno de los materiales que guiaron la columna vertebral de la serie.

Allí, la Premio Nobel de Literatura 2015 recoge muchas historias del accidente nuclear a modo de tragedia griega, con un coro de voces y héroes marcados por un destino fatal.

Me llamó la atención el heroísmo, que por supuesto es lo que nadie cuenta. Dicen que fue un desastre, pero lo que me persigue de esta historia es la valentía de la gente”, dice el actor británico que antes dio vida a Lane Pryce en Mad Men y al Rey Jorge VI en The Crown.

La gente se sacrificó y esa parte de la historia no se ha contado en occidente -dice el actor-. No era parte de la narrativa que intentaban mostrar de la Unión Soviética”.

Jared Harris cree que “es desgarrador ver todo lo que vivieron, lo que sufrieron y lo que perdieron (…) Es realmente una advertencia sobre las malas administraciones”, añade.

Según el protagonista de Chernobyl, “Gorbachov dijo que esto causó el quiebre final de la Unión Soviética: se dieron cuenta que no podían entablar una guerra nuclear, porque si se requería de tanto para limpiar este desastre, ¿cómo podrían disparar esas armas? Solo destruirían al mundo entero”.

Los días en Lituania

Filmada por el sueco Johan Renck en Vilna, la capital de Lituania, la miniserie de cinco capítulos cuenta entre su reparto a su compatriota Stellan Skarsgard -quien interpreta a otro personaje sacado de la historia universal, el vicepresidente del Consejo de Ministros, Boris Shcherbina- y a la británica Emily Watson, a cargo de la científica Ulana Khomyuk.

- ¿Cómo fue trabajar con Stellan Skarsgard y Emily Watson?

- Muy fácil, ambos son extremadamente divertidos, sencillos y no te topas con sus egos. Están tratando de hacer el mejor trabajo posible, no compiten contigo. Nos hacíamos compañía en Vilna. Además Stellan es un amante de la buena mesa y un cocinero maravilloso.

- ¿Y Johan Renck?

- Fue una gran decisión tener a un director durante todo el proceso. Desarrollas una visualidad y no tienes que reeducar a un nuevo director durante cada nuevo episodio. Era muy franco, muy directo, sabía lo que quería y trabajó con el mismo equipo de cámaras, sonido y dirección de fotografía. Fue muy multinacional además. El equipo de cámaras es sueco, el sonido es francés, teníamos asistentes de dirección ingleses y equipos lituanos. Extrañamente en las series filmadas en Europa eso no ocurre muy seguido.

- ¿Recuerdas algo del día del verdadero accidente en Chernóbil en 1986?

- Recuerdo las advertencias de “no salir a la calle”, en particular si estaba por llover. Yo estaba en Londres en ese momento. No podías beber leche. Dejaron de vender cordero galés y fue entonces cuando, de repente, el cordero neozelandés se puso de moda.

- ¿Y cómo fue filmar en un reactor nuclear real?

- Raro. Y muy peligroso. Siempre había un tipo afuera con una ametralladora.

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