Alumnos
del colegio Grecia, de barrio San Vicente, junto con la fundación
Córdoba de Todos, intentan concientizar a los vecinos. Trabajan en
un proyecto en las aulas que quieren extender a organizaciones de la
comunidad.
por Verónica
Suppo
Cultivar,
reciclar y reutilizar. Estas son las tres palabras que las
autoridades y alumnos de la escuela Grecia, de barrio San Vicente -en
la ciudad de Córdoba- decidieron ponerle a un proyecto que
apuntará a que los chicos, desde primero y hasta sexto grado,
aprendan a separar residuos y a transmitirles esta idea a sus
familias. Sobre todo, en un sector de la ciudad con problemas por los
basurales a cielo abierto y por el atraso en el servicio de la
recolección diferenciada.
La
propuesta viene a completar una primera etapa en la que los alumnos
trabajaron en la huerta y llevaron las verduras a sus casas, aunque
esta vez con una iniciativa más abarcadora, ya que buscan
concientizar a los niños para que sus familias también participen
en el reciclado.
Para
esto, la fundación Córdoba de Todos, a través de Miguel Magnasco,
trabaja en el asesoramiento con pautas, capacitación docente y
puesta en práctica de una tarea transversal que alcanzará a todos
los grados.
La
escuela Grecia se ubica en una manzana que comparte con el Ipem 184
Mariano Fragueiro y con un jardín de infantes. Está en una zona de
bajos recursos, próxima al paso del río Suquía, con una costanera
en obras y ocupada por bolsas de basura y escombros. En ese marco,
los alumnos conocen lo que es convivir con los residuos.
Sus
docentes se propusieron que esto no sea una cuestión que se
naturalice y que, por el contrario, que la recolección, la
clasificación y el reciclado lleguen a los hogares de estos niños y
niñas.
Apuesta
Viviana
Valle es la directora del colegio, al que llegó a mediados de 2018.
Junto con las vicedirectoras Gabriela Ferreyra y Natalia Olivero,
apuesta a que los chicos aprendan a reciclar la basura del colegio
“como una forma de concientizar a la comunidad”. La idea es hacer
extensiva esta propuesta a las organizaciones barriales, sobre todo
porque coincidieron en que también sufren los problemas de los
basurales a cielo abierto y la escasa separación de residuos que se
realiza en los hogares, principalmente porque tampoco se regula la
recolección.
“La
escuela es la formadora de ciudadanos, se trata de un aprendizaje
para que hagan la diferencia”, explicó Valle, mientras sus
compañeras de trabajo asintieron que se trata de una tarea
transversal que alcanzará a los 328 alumnos, y que necesitará del
compromiso de la comunidad.
Para
esto, iniciaron la búsqueda de cestos de gran volumen, los que
colocarán en distintos puntos del establecimiento para que los
chicos inicien la diferenciación entre desechos secos y húmedos.
“Trabajamos
bajo un proyecto de escuela ecosustentable”, apuntó Magnasco, que
desde la fundación aportará las herramientas para que desde esta
semana los chicos tengan en las aulas las capacitaciones. La primera
etapa fue para las docentes, y le seguirá una segunda con los
alumnos, los que ya iniciaron una encuesta con preguntas sobre cómo
los adultos clasifican la basura.
Magnasco
explicó que, para sumar actores sociales, los alumnos trabajarán en
reciclar el papel y los cartones, los que serán entregados a la
cooperativa La Victoria. Las botellas plásticas irán al taller del
sacerdote Mariano Oberlín.
Para
esto, la directora se esperanzó en que sus alumnos -algunos de los
cuales viven con sus padres de la recolección de basura o de vender
lo que juntan- “sean los protagonistas y transformadores de esta
idea”.
En
marcha
El
entusiasmo de las docentes se percibe fácilmente. La fundación ya
consiguió los primeros cestos donados, la capacitación está en
marcha y los chicos se encuentran preparados para el desafío. “Mi
papá a las botellas las corta y hace vasos”, lanzó un alumno de
la primera fila de bancos de sexto grado, cuando advirtió el
alboroto en el comienzo de algo de lo que será partícipe durante
todo el año.
“Ya
aprendimos que, si el papel lo mojamos, ya no podemos mezclarlo con
la basura de secos”, le respondió otro compañero de banco para
anticipar que tienen los primeros conocimientos para la largada del
reciclaje. “Con papel también podemos hacer cosas nuevas, como
portarretratos”, imaginó otra alumna.
Si
bien los pequeños aún no se adentraron en el proyecto en detalles,
las docentes explicaron que, además de aprender a diferenciar
residuos secos de húmedos, en las materias escolares realizarán
talleres de reciclado.
“Ya
el año pasado, con la huerta, yo me llevé verduras y en mi casa
comimos torrejas”, comentó otra estudiante de sexto grado.
“No
hay que naturalizar que ellos y sus familias van a vivir en la
basura, nos oponemos y lo vamos a lograr”, reiteró como apuesta la
directora, casi como en un rezo para que sus chicos vivan en un
ambiente más digno y saludable. “No nos vamos a resignar”,
subrayó al final de la charla, en la que se percibió que el cambio
está por comenzar.
Cómo
ayudar en el proyecto escolar
¿Nos
ayudarías donando recipientes grandes que podamos utilizar como
tachos en la escuela Grecia? Con esta pregunta, la fundación Córdoba
de Todos lanzó la campaña para asesorar y acompañar a este colegio
de la ciudad de Córdoba, pero también para conseguir los primeros
cestos para dar inicio a la idea. Si bien algunos ya llegaron al
colegio, se puede colaborar llamando al número de teléfono (0351)
154-025693 o escribiendo al correo:
fundacioncordobadetodos@gmail.com.
Desde
la educación hasta la acción
Desde
la fundación Córdoba de Todos explicaron a La Voz que uno de los
motivos principales por los que se decidió llevar adelante el
trabajo de apoyo a la escuela Grecia, de barrio San Vicente, fue
porque, en estudios previos, “se constataron dificultades en
relación con la higiene urbana”.
“Córdoba
se encuentra en un estado preocupante de suciedad por dos razones que
son complementarias. Una es la mala prestación que ofrece el
servicio privatizado de recolección de residuos que debería
controlar la Municipalidad; las empresas cobran altos ingresos que
provienen de los impuestos de los ciudadanos y prestan un servicio
deficiente que no cumple con la promesa de recolección diferenciada,
ni de reciclado, ni de reutilización de los residuos. Y otra es la
falta de concientización y conocimiento sobre cómo tratar con
residuos sólidos urbanos de parte de la gran mayoría de la
ciudadanía”, se resume en parte del escrito del proyecto planteado
por esta organización sobre escuelas ecosustentables.
Para
esto, se trazaron pautas de trabajo sobre cómo convertir la escuela
Grecia en un espacio que avance en ese sentido.
“Esto
significa que el colegio organiza su funcionamiento diario en torno
de una concepción ambiental de reciclado y reutilización de los
residuos que produce su comunidad”, se precisó.
Se
fijaron tres objetivos de máxima para 2019: enseñanza y
capacitación, jornadas de reciclado en el establecimiento y
reutilización de los materiales. Todo este trabajo será presentado
en la próxima Feria de Ciencias.
Fuente:
Verónica Suppo, Una escuela se pone al frente del reciclado de la basura, 30 abril 2019, La Voz del Interior. Consultado 6 mayo 2019.
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