El 2020 puede
convertirse en un año histórico en el que por fin se impulse
una“Constitución de los océanos” en el marco de Naciones Unidas
para proteger las aguas abiertas, un lugar más allá del territorio
de las naciones . Estas aguas internacionales ocupan el 43 % de la
superficie de la tierra y el 70 % del espacio vital. Y aún siguen sin
gobernanza mundial, en una mezcla de tratados que no la protegen
íntegramente.
Pero, ¿por qué
es necesario el Tratado Global de los Océanos? Estas son 10 razones
de peso:
1. Conocemos muy
poco
Sabemos más de
la superficie de la luna que del fondo de los océanos. En 10 años,
entre 2000 y 2010, se han censado más de 6.000 nuevas especies
desconocidas hasta la fecha en las aguas abiertas. Esto indica hasta
qué punto es desconocida la biodiversidad marina en alta mar.
Sin embargo, hay
empresas que ya están buscando, “bioprospectando”, estos fondos
en búsqueda de recursos marinos genéticos desconocidos hasta la
fecha, oro en forma de patentes. Un ejemplo, la transnacional química
BASF ha hecho suyo ese oro, registrando el 47 % de las patentes de los
recursos genéticos marinos. El mar en alta mar es tierra de nadie…
O de unos pocos con tecnología suficiente para poder navegar e
investigar en estas aguas.
3. Minas
destructoras en el fondo marino
Otra de las
nuevas actividades que amenazan nuestros mares es la minería de
profundidad. No es una novela de Julio Verne, es una realidad de esta
última década. La minería de fondo del mar ha comenzado, con la
excusa del creciente sector tecnológico y de las renovables. Ya se
han emitido 29 concesiones para exploración de nódulos de
polimetales, sulfuros y zonas ricas en cobalto del fondo marino.
4. Un océano sin
peces
En más de la
mitad de nuestros mares, el 55 % de su superficie, se desarrollan
actividades pesqueras. Cinco naciones ostentan el 77 % de la flota
pesquera en alta mar: China, Taiwán, Japón, Indonesia y España.
Desde 1950, con la mejora de tecnología pesquera, hemos sido capaces
de pescar, cada década, 350 metros más profundo. Un 59,9 % de las
poblaciones de peces analizadas están explotadas hasta su
rendimiento máximo sostenible.
5. El Ártico
desaparece y con él su biodiversidad
El océano más
desprotegido del planeta, el océano Ártico, tiene en verano
temperaturas medias de entre 2 y 3ºC más cálidas que la media
entre los años 1982 y 2010. Con menos témpanos de hielo, los osos
polares depredan, por ejemplo, el 90 % de los nidos de aves marinas de
Groenlandia o Svalbard.
6. Plásticos,
plásticos y más plásticos
En 1998 se
encontró una bolsa de plástico a 10.898 metros de profundidad. Se
estima que al menos 690 especies se han econtrado con residuos
marinos. El 92 % de estos “encuentros” han sido con plásticos. De
626 ballenas francas analizadas en Atlántico norte, el 83 % mostraba
signos de interacción con plásticos. Hace tres días, un cachalote
aparecía en el Mediterráneo con 22 kilos de plástico en su tracto
digestivo.
7. La batalla
contra el cambio climático
Las profundidades
oceánicas son el depósito de carbono almacenado más grande del
mundo. Si no existiera la bomba biológica del carbono en el mar
abierto, las concentraciones atmosféricas de CO2 actuales serían
unas 200 ppm (un 50 %) más altas de lo que son. Los océanos sanos
son imprescindibles para luchar contra el cambio climático.
8. Puntos
calientes de biodiversidad
Con un longitud
de 65.000 kilómetros, la dorsal mediooceánica atlántica es la
cordillera más larga del mundo. Tan solo uno de sus montes, el monte
submarino Annan, en las aguas exteriores del África occidental,
contiene 30.000 especies. Y tan solo se han investigado un 0,002 % de
los 170.000 montes submarinos que existen.
9. El mar se
traga nuestros tóxicos
El plancton
marino acumula una concentración de metilmercurio entre 500 y
500.000 veces más alta que el agua circundante. Un estudio de 2019
confirma que la mayor parte de la exposición al metilmercurio en
Estados Unidos procedía de productos del mar pescando en mar abierto (45 %).
10. ¡Es urgente
su protección!
Y, sin embargo,
menos del 3% de las aguas de alta mar están protegidas. Desde
Greenpeace presentamos el informe “30×30: Guía para la protección de los océanos” donde mostramos cómo es posible proteger el 30 %
de las aguas, especies y ecosistemas más significativas de nuestro
planeta y, con esta protección, abordar la crisis a la que se
enfrentan nuestros mares.
¿Ya firmaste la petición para pedir un Tratado Global de los Océanos? Hacé click aquí
Fuente:
10 claves para entender la urgencia de la protección de los océanos, 11/04/19, Greenpeace Argentina. Consultado 17/04/19.
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