Lodos y residuos minerales alcanzan el Océano Atlántico después del desastre de Mariana que contaminó el río Doce, noviembre de 2015. |
El de Brumadinho es uno más en una lista de desastres en el mundo. Las Naciones Unidas confirmaron el registro de 104 desastres de diques de colas desde 1990 hasta 2016. Entre las responsables figuran la multinacional Vale, que produjo el alud de Brasil, y la BHP Billiton (Inglaterra-Australia).
por Darío Aranda
Más de cien
muertos, 200 desaparecidos y un pueblo sepultado bajo miles de
toneladas de barro tóxico. Es el desastre de la minera Vale en
Brumadinho (Brasil), ocurrido en enero pasado. Pero no es la única
tragedia de la megaminería, que acarrea cientos de “accidentes”,
muertos y gravísimos hechos de contaminación. Datos de Naciones
Unidas afirman que desde la década del 90 la megaminería provocó
al menos 100 “fallas-accidentes”, 27 de ellos “muy graves”
(con más de 20 muertos). En Argentina, los derrames de Barrick Gold
en San Juan y la contaminación de Minera Alumbrera en Catamarca son
las mayores preocupaciones.
El Programa para
el Ambiente de Naciones Unidas (Pnuma-ONU) confirmó al menos 104
desastres de diques de colas (gigantescos basureros mineros) desde la
década del 90 hasta 2016. El informe, publicado en 2017, se titula
“Dique de colas: la seguridad es no accidente”, de 70 páginas.
El informe
procesó información desde 1915 hasta 2016 y contabilizó en total
289 “fallas” de diques mineros. Cuarenta y tres fueron “muy
graves”, con más de 20 muertos y/o derrame de más de un millón
de metros cúbicos.
El antecedente
directo a Brumadinho es el colapso del dique de la mina Samarco en
noviembre 2015 (en la localidad de Bento Rodíguez, también en
Brasil), con 17 muertos y 200 desaparecidos. Las empresas
responsables fueron las multinacionales Vale (Brasil) y BHP-Billiton
(Inglaterra-Australia).
En Agosto de
2014, en Canadá, colapsó el dique de colas de la mina Mount Polley
(de la empresa Imperial Metals) y provocó el mayor desastre minero
de la historia de ese país. Derramó más de 25 millones de metros
cúbicos de desechos mineros en el lago Polley.
En 2014 la
multinacional Grupo México (del magnate Germán Larrea) provocó el
mayor desastre minero del país con su minera Buenavista del Cobre,
en Cananea. Derramó 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre,
contaminó tres ríos a lo largo de 250 kilómetros y dejó sin agua
a más de 22.000 personas. Marcelo Giraud es integrante de la
Asamblea Popular por el Agua de Mendoza, geógrafo y estudioso de los
efectos de la mgaminería. Afirmó que los desastres de la
multinacional Vale en Brasil no son excepciones. “Sabemos que la
empresa Vale o el estado brasileño no son particularmente más
irresponsables que el resto. Vale actúa como todas las otras
empresas transnacionales de su tipo y el gobierno de Minas Gerais y
Brasil no son ni más ni menos corruptos o irresponsables que los
demás de América Latina”, aclaró.
La Asamblea de
Jáchal (San Juan) escribió una carta abierta a las víctimas de
Vale en Brasil. Recordó el derrame de Barrick Gold en la mina
Veladero en 2015 (más de un millón de litros de solución
contaminada que llegaron a ríos) y también resaltó la situación
de Samarco en 2015 (Brasil): “Ambos hechos no sólo están impunes,
también siguen contaminando, y lo hacen con la complicidad de
gobiernos. La primarizacion de la economía es tan brutal e impiadosa
que podemos asegurar que Sudamérica enfrenta un nuevo saqueo
histórico. Y acá estamos, resistiendo a la destrucción de nuestras
vidas”.
En Catamarca
funciona desde hace más de 20 años Minera Alumbrera (empresas
Glencore Xstrata, Goldcorp y Yamana Gold). Su mineraloducto (un gran
caño que lleva el concentrado a lo largo de cientos de kilómetros)
tuvo al menos media docena de roturas y derrames. La compañía
reconoció la filtración del dique de colas (que contamina napas
subterráneas). Y desde hace años los vecinos de Catamarca (muchos
de ellos nucleados en la Asamblea El Algarrobo, de Andalgalá)
alertan sobre el posible colapso del dique de colas (enorme basurero
de 30 hectáreas y 150 metros de profundidad). El gobierno
provincial, que siempre impulsó la actividad minera y defendió el
accionar de Alumbrera, dice que no hay riesgos. Pero nunca permitió
el ingreso de peritos independientes para examinar el yacimiento. El
mismo accionar del gobierno de Brasil ante la minera Vale.
Horacio Machado
Aráoz forma parte del reducido grupo de académicos que vive en los
territorios afectados por el extractivismo (Catamarca), camina junto
a las asambleas socioambientales (integra el Colectivo Sumak Kawsay)
y no teoriza desde escritorios de la ciudad. Investigador del
Conicet, en su tesis doctoral “Naturaleza mineral. Una ecología
política del colonialismo moderno”, analizó los peligros y
riesgos de la minería. De los casos de América Latina detalla el
derrumbe en la mina El Soldado (Chile, 1965), con un saldo de 154
víctimas fatales. El colapso de la presa de la Planta Otapara (Perú,
1996) provocó el derrame de relaves sobre el río Acarí (Arequipa).
La rotura del dique de la División Andina de Codelco (Chile, 2000),
con un derrame de 5300 metros cúbicos de relaves provocó muerte de
ganado y anegamiento de cultivos. La fractura del dique de la mina
Cerro Negro (Chile, 2003), con derrame de 50.000 toneladas de lodos
tóxicos que contaminaron cursos de agua. Recordó que el colapso de
los diques de colas no son los únicos peligros de la megaminería.
Agregó a la lista las filtraciones subterráneas de esos diques, la
falla en las tuberías, el derrame de sustancias químicas, el
transporte de sustancias tóxicas y la contaminación del aire
producto de las explosiones, entre otras.
Las marcas de las
catástrofes
El informe de
Pnuma-ONU señala que desde la década de 1970 (récord en roturas de
diques de colas) el número de casos ha ido en disminución, pero
aumentó la gravedad de los mismos, con derrames de cada vez mayor
volumen y con más muertos. También existe un patrón que facilita
los desastre mineros: leyes muy beneficiosas para las compañías,
escasas inspecciones, altas ganancias de las empresas, complicidad de
gobiernos, incremento de la extracción-producción y multas pequeñas
por incumplir las normativas. Algunos países con desastres
precisados en el informe fueron en Filipinas (Philex Mining Corp),
Sudáfrica (Merriespruit), Estados Unidos (mina Payne Creek), Guyana
(mina Omai), España (Minera de Aznalcóllar, de la empresa sueca
Boliden), Rumania (empresas Aurul SA-Esmeralda Exploration), Suecia
(mina Aitik), China (mina de estaño de Nandan), Rusia (Karamken),
Hungría (empresa Ajka Alumina).
Fuentes:
Darío Aranda, Los derrames de las mineras, 18/02/19, Página/12. Consultado 18/02/19.
Las marcas de las catástrofes, 18/02/19, Página/12. Consultado 18/02/19.
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