La construcción de dos represas hidroeléctricas en el río Santa Cruz podría generar un incalculable y nocivo impacto ambiental sobre toda una vasta ecorregión. Una de las víctimas principales será el macá tobiano, un ave endémica que se reproduce y nidifica aguas abajo del sitio en el que está pensada la obra.
por Sergio
Federovisky
¿Dónde nace un
río? Del Santa Cruz, por ejemplo, se dice que proviene del desagüe
de los lagos Viedma y Argentino. ¿Es esa la respuesta correcta?¿O
hay que decir que se origina en los ventisqueros de esas gigantescas
masas sólidas que conforman los hielos continentales patagónicos?.
El Santa Cruz es
el único río glaciario que atraviesa completamente la Patagonia.
Nace en los andes y desemboca en el océano. Es el único que todavía
permanece relativamente virgen. Hasta que lleguen las represas.
Con ellas, de la
mano de un supuesto progreso, llegarán también algunas amenazas:
primero, al lago Argentino; segundo, a la especie animal macá
tobiano; y tercero, aunque algunos quieran ocultarlo, a esa masa
enorme de hielo que es su naciente.
Hace tiempo que
el progreso pretende instalar dos centrales hidroeléctricas en el
río Santa Cruz: inicialmente se iban a llamar La Barrancosa y Cóndor
Cliff. Después dicha nominación se cambió por las represas
hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner respectivamente,
hasta que, finalmente, en 2017 recobraron sus nombres primigenios.
La idea de
represarlo tiene muchísimos años. Más de 50 dicen algunos. Pero se
aceleró en los últimos 15 y, fundamentalmente, en los últimos
cinco, cuando China prometió los más de 5 mil millones de dólares
para crear ambas represas. Según se dicen, entre las dos generarán
apenas el 8 % de toda la electricidad que se consume en la Argentina.
El gran costo lo
pagará el medio ambiente: en el estuario de la desembocadura del río
vive una especie endémica, única. Allí va todos los inviernos el
macá tobiano, un ave que ya se encuentra en peligro de extinción.
Lo que pueda pasar después de construidas las represas es un
misterio que inquieta a muchos.
Kini Roesler,
biólogo y miembro del Proyecto Macá Tobiano, es pesimista respecto
del desenlace: "El río Santa Cruz durante una parte del
invierno concentra al 95 % del total de la población de esta especie.
Una represa no puede no generar impacto aguas abajo. Y si es el que
tememos, podemos comenzar a considerar a la especie como
ecológicamente muerta, extinguida", asegura.
Es cierto que una
parte de la sociedad se ha desentendido de la problemática de las
especies afectadas por intervenciones u obras de esta magnitud. Tal
vez porque se convencieron de que, en definitiva, las represas nos
permitirán generar más electricidad y que el ave afectada, al fin y
al cabo, "no es más que un simple pato". Ante semejante
argumento Roesler no duda: "Es parte de un problema de la
humanidad. Douglas Tompkins decía que el hombre había perdido el
sentido de la estética. Si alguien considera que el macá tobiano es
solo un pato, estamos complicados, tenemos un problema mucho mayor
que las represas".
El Banco de
Bosques es una de las ONG que presentaron en su momento un amparo
ante la Justicia para frenar el avance de las obras. Su presidente,
Pedro Friedrich, sigue muy de cerca el desarrollo de todo este
proceso: "Es un grave error represar al último río libre de la
Argentina, generar energía en donde no hace falta, con la seguridad
de que la mayoría de esa energía se va a perder en el transporte y
que el costo va a ser mucho más elevado que si se trataran de
energías renovables", señala.
Para Friedrich
existen mejores alternativas a las represas pero sostiene que nunca
fueron evaluadas. Por eso asegura que uno de los grandes retos en
este momento es hacerle tomar conciencia al gobierno nacional del
error que se está por cometer: "Hay que volver a revisar esto,
incluso con participación de la sociedad civil, que tiene mucha
información. Hay que volver a repensar, valientemente, este
proyecto", culmina Friedrich.
La pregunta que
siempre quedará flotando será: ¿Qué es el progreso? ¿Es una
patente de corso que permite destruir ecosistemas y eliminar
especies?.
"Si el
progreso fue lo que nos trajo hasta acá, en el medio de este marasmo
ambiental, habrá que redefinir el progreso". Las palabras son
del Papa. Y quizás sea el momento de leerlas mucho más
detenidamente.
Fuente:
Sergio Federovisky, Represas en la Patagonia: un proyecto que amenaza glaciares y un ave única en el mundo, 14/01/19, Infobae.
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