Convocadas por la
Mesa Coordinadora de Asambleas Vecinales de Traslasierra, mañana
jueves se realizará una marcha para rechazar la instalación de una
mina de litio en Las Tapias, aunque es la Secretaría de Minería de
la Provincia la autoridad competente para aprobar o rechazar este
tipo de emprendimientos. Funcionarios de esa repartición confirmaron
que hay un estudio preliminar por parte de la empresa australiana
Dark Force, aunque adelantaron que la cantidad del mineral no
justificaría la inversión económica del proyecto.
por Camilo Ratti
Antes de que el
daño ya esté hecho, las asambleas vecinales de Traslasierra se
manifestarán para rechazar cualquier tipo de proyecto de instalación
de una mina de litio en la localidad de Las Tapias, donde se
encuentra una mina que desde hace un siglo provee de cuarzo y
feldespato, y que en la década del 60 también proveyó de litio a
la industria química, aunque no de manera significativa.
La convocatoria
es concentrarse a las 21 en la sede del Concejo Deliberante de esta
comuna traslaserrana, ya que en sesión extraordinaria se trataría
una ordenanza para prohibir la megaminería en el lugar. De todas
maneras, es la Provincia quien tiene competencia para prohibir o
rechazar cualquier tipo de emprendimiento minero, que se rige por el
Código de Minería de Córdoba y por la ley de Política Ambiental
10.208.
La inquietud de
la población de una de las zonas turísticas más importantes de
Córdoba, obedece al interés de la empresa australiana, Dark Force,
de extraer litio en esa mina, ya que es uno de los minerales más
codiciados en la actualidad, indispensables para las baterías de
celulares y demás aparatos electrónicos.
De hecho, el 65 %
del mineral que hay en el mundo se encuentra en una zona cordillerana
que comparten Argentina, Chile y Bolivia, cuyos salares son
codiciados por las multinacionales y Dark Force es la subsidiaria de
la principal productora mundial de litio, también originaria de ese
país de Oceanía.
Esta minera
adquirió los derechos de explotación de 34 mil hectáreas en la
zona de Traslasierra (que exceden a Las Tapias) y según información
oficial está en la etapa “exploratoria”. Jorge Cornaglia,
geólogo y Director de Minería de Córdoba, declaró a medios de la
zona que Dark Force “está realizando un estudio para saber si la
cantidad de litio justifica la inversión en esta mina, que funciona
desde hace 100 años por betas, no a cielo abierto”.
“En Minería
está presentado un informe de impacto ambiental de las minas de Las
Tapias, y una empresa australiana firmó un convenio con la empresa
Andino para hacer un estudio geológico y saber qué cantidad de
litio puede haber. La empresa se retiró del lugar en octubre y por
el momento no dieron novedades de que regresen porque los estudios no
fueron satisfactorios para ellos”, confirmó Cornaglia.
Jorge Fragule,
geólogo del Departamento de Investigaciones Geológicas de la
Secretaría de Minería de Córdoba que también habló con la
prensa, adelantó que la cantidad de litio que se encuentra dentro
del mineral espodumeno (y requiere todo un tratamiento químico para
obtenerlo) “no sería importante”.
Los funcionarios
se trasladaron para asesorar al intendente de Las Tapias, Ricardo
Hidalgo, quien aseguró que “no va a permitir ningún
emprendimiento que pueda afectar la salud de la población”.
Hecha la ley,
¿hecha la trampa?
La ley ambiental
de Córdoba prohíbe la megaminería metalífera por sus
consecuencias al medio ambiente y a la salud de la población. Sin
embargo, Daniel Ardita, abogado de la Asamblea Ambiental de
Traslasierra, explicó al programa Bajo el Mismo Sol, de Radio
Nacional Córdoba, que el proyecto de Dark Force es engañoso: “Ellos
dicen que no la mina no es metalífera porque el litio está dentro
del espodumeno y que ese tratamiento se haría fuera de Córdoba, por
lo que no violarían la ley ambiental”.
En tanto, Luis
Jiménez, del Foro Ambiental de Traslasierra, asegura que “la mina
es metalífera porque lo que se busca extraer, el litio, está dentro
del espodumeno. Y la Organización Mundial de la Salud dice que el
polvo de este mineral es nocivo para la salud, produce silicosis, un
endurecimiento de los pulmones, que al no tener laxitud puede
producir hemorragias”.
Los funcionarios
de Minería aseguran que el expediente “está en una etapa previa,
para saber si la cantidad de litio hace rentable o no el
emprendimiento”, y remarcan que “en caso de aprobarse, la mina no
sería a cielo abierto, sino con un trabajo artesanal, por betas
subterráneas, como ha funcionado hasta el momento”.
El legislador
Oscar González, oriundo de la zona, apoyó la instalación de la
mina: “La estamos tratando de reactivar porque generaría nuevos
puestos de trabajo”.
Una ruta polémica
Al conflicto por
la posible instalación de la mina de litio está el proyecto de
construir una nueva ruta que uniría Mina Clavero por Villa Dolores.
Según los ambientalistas, “sería una ruta especial para la
minería, cuya desembocadura está a 900 metros de la mina, cruzando
el río Los Sauces y bordeando el autódromo de Villa Dolores, que
sería la población más afectada en caso de concretarse la mina”.
“El principal
problema de este tipo de emprendimientos es que la gente no sabe de
qué se trata. La licencia social que deben incluir los proyectos no
es posible porque ni el Estado ni las empresas informan a la
población”, advirtió Ardita, quien no pudo acceder al expediente
en la Secretaría de Minería. “Hasta para la etapa exploratoria se
necesita un estudio de impacto ambiental, y este proyecto no lo
tiene. Incluso tampoco se ha convocado a una audiencia pública, que
la ley establece como requisito para que éstos puedan participar del
debate”.
Por los
antecedentes de la Provincia en otros conflictos ambientales, la
instalación o no de la mina parece depender de la fortaleza y
resistencia de las organizaciones ambientales, y de los los cálculos
económicos que haga Dark Force.
Por la salud de
la población y el patrimonio paisajístico de Traslasierra y de
Córdoba toda, ojalá no den los números.
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