Bell Ville. Los alrededores de la ciudad quedaron anegados. Con bombas, tratan de evacuar los excesos de agua. Foto: Municipalidad de Bell Ville. |
Bell Ville es la
ciudad más afectada por los excesos hídricos tras las últimas
lluvias. En una amplia región, crece la inquietud en pueblos y en
campos por la suba de las napas.
Más pronto que
lo esperado, y por lugares que antes no lo había hecho, el agua
avanzó silenciosa sobre las calles de Bell Ville. La noche del lunes
cambió la fisonomía de la ciudad y obligó a tomar medidas de
emergencia para evitar peores consecuencias.
En un avance
territorial de oeste a este, el agua que evacuaron de campos y de
caminos penetró ayer la zona urbana de la principal ciudad del
departamento Unión, que hasta entonces se había mantenido a salvo
en su mayor parte.
Los belvillenses
tuvieron que “navegar” con sus autos por algunas arterias en el
amanecer de ayer, y Defensa Civil ordenó restringir el tránsito en
los barrios más complicados.
En el sudeste del
mapa cordobés crece la inquietud de que esas postales puedan ser un
adelanto de lo que este verano traería para la región, en el marco
de las lluvias frecuentes y abundantes que se vienen sucediendo.
En la zona de
Bell Ville, los campos y los caminos ya no pueden absorber más agua.
Las napas suben. La masa líquida busca su salida siguiendo la
pendiente natural. Los intendentes y los funcionarios provinciales no
duermen tranquilos. Saben que la situación se puede desequilibrar y
sumar áreas afectadas con las próximas lluvias.
Además de la
situación de los últimos días en pueblos y en campos de los
departamentos Unión y San Martín, en el departamento Marcos Juárez
las zonas aledañas a Isla Verde, Inriville, Corral de Bustos y
Marcos Juárez llevan meses con excesos de agua por lluvias que no
alcanzan a drenar.
Situación
extrema
“Estamos
conteniendo la situación y, en caso de ser superados, la Provincia
está esperando nuestra comunicación”, dijo ayer el intendente de
Bell Ville, Carlos Briner. “Es una situación meteorológica
extrema que puede empeorar si aumenta la cantidad de agua que ingresa
de los campos”, agregó.
En unos 50
kilómetros a la redonda, hay agua que puede terminar derivando en
Bell Ville, por la pendiente natural hacia el río Ctalamochita (o
Tercero).
Un dato favorable
es que el río tiene un caudal relativamente bajo, que permite
desagotar rápidamente la ciudad.
Los desagües en
la ciudad de Bell Ville operaron sin inconvenientes. No hay
evacuados, pero sí personas que recibieron asistencia en alimentos,
medicamentos, agua envasada, lavandina, materiales de construcción,
colchones, frazadas y botas.
Hay, además,
seis bombas extractoras que trabajan para extraer agua de zonas
anegadas.
Un pueblo casi
aislado
Villa Elisa, 264
kilómetros al sudeste de Córdoba, es la comuna más pequeña del
departamento Marcos Juárez, con una treintena de habitantes.
Durante el fin de
semana, quedó casi aislada como consecuencia de las lluvias que
anegaron todos los caminos de acceso. En algunos tramos, el agua
llegó a los dos metros de alto, según fuentes de la zona.
La única
alternativa es transitar con tractores por dentro de los campos
aledaños. Los caminos están inutilizables.
En la comuna no
viven médicos, por lo que en esta situación no cuentan con un
servicio de salud permanente. La jefa comunal, Mary Herrera, se
reunió en Leones con funcionarios provinciales para evaluar posibles
soluciones.
Napas, arriba
En Corral de
Bustos, las últimas mediciones de niveles freáticos arrojaron un
ascenso de entre 10 y 20 centímetros. La Municipalidad informó que
2018 cerró con una profundidad promedio de 2,28.
Pero hay
sectores, como la esquina de Catamarca y Brasil, en los que la napa
está a 70 centímetros de profundidad del suelo.
Entre la medición
de noviembre y la de diciembre había llovido 98 milímetros. Con las
lluvias de enero, puede esperarse que el nivel vuelva a aumentar.
El año pasado,
con escasas lluvias, las napas no fueron un problema en el sudeste
provincial como en los tres años anteriores.
Otros dos
En Arroyo
Algodón, cerca de Villa María, estuvieron bombeando agua para
sacarla del pueblo. Trabajan aún en cinco puntos de contención para
evitar que el agua ingrese a las calles, mientras avanza la obra del
canal que se extenderá por cuatro kilómetros. En Morrison, otra
localidad afectada por inundaciones, la situación se normalizaba
ayer.
Fuente:
El sudeste cordobés, en alerta por el agua, 16/01/19, La Voz del Interior.
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