martes, 6 de noviembre de 2018

Los árboles mueren de pie

El negociado tras la fachada del cuidado del arbolado. Agrónomos y arboristas denuncian que el Gobierno de la Ciudad “planta cualquier cosa en cualquier lado” y que las podas compulsivas e indiscriminadas “mutilan las plantas. Las empresas tomaron esta actividad como un negociado”.

por Gisela Marziotta

La poda de 70 mil árboles por año que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenta marketineramente como una política de “ciudad verde” en realidad esconde un negocio millonario que está muy lejos de ese objetivo porque, según denuncian los especialistas, la poda se lleva adelante de manera compulsiva e indiscriminada, “mutilan las plantas” y quedan con muy pocas posibilidades de sobrevivir, además de que dejan de cumplir con el objetivo de equilibrio ambiental.

Lo mismo sucede con las extracciones y con los nuevos árboles que se plantan sin tener en cuenta las especies, los espacios y el mantenimiento que necesitan, lo que deja en evidencia “la falta de planificación”. Según los especialistas, “plantan cualquier cosa en cualquier lado”.

Carlos Anaya, ingeniero agrónomo y arborista certificado por la International Society of Arboriculture, una institución con sede en Londres, denunció que “las empresas lo tomaron como un negociado, se convirtió en una fábrica de mutilar árboles para seguir con una poda continua”.

La licitación está vencida y las empresas este año actúan bajo el período de prórroga (la ley establece 36 meses de prestación del servicio y 12 de prórroga). Desde la Defensoría del Pueblo precisaron que las empresas tienen a cargo diferentes zonas de la ciudad según las comunas que les fueron asignadas.

No sé si es casualidad o una instrucción que les dieron, pero en la calle se ven árboles mutilados, deshojados, a los que les están alzando la copa en forma excesiva, y da a pensar para qué plantar árboles si los van a dejar así”, reflexionó Anaya. Y se preguntó “cuál es el valor ambiental que puede generar un árbol con una mínima o exigua copa”, y agregó que “dejar un tronco con cuatro ramitas arriba y sin hojas es para que los árboles empiecen a declinar, a morir”.

Con respecto a las podas, explicó que “están mal hechas porque no cumplen con el tiempo adecuado”, y mencionó a modo de ejemplo el caso de “las tipas, que las vienen podando en pleno invierno, que es cuando tienen sus hojas. Recién las tiran en primavera, entonces durante varios meses quedan sin follaje”. El experto explicó que el follaje “es la fábrica del árbol para fotosintetizar” y enfatizó que “si todos los años descopan el mismo ejemplar sacándole toda la cobertura verde en pleno invierno, se va debilitando, porque no acumula reservas, y va brotando a expensas de las pocas que le van quedando”.

El Ministerio de Espacio Público y Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires, tras la sanción de la Ley Orgánica de Comunas 1777 (sancionada en 2005) dejó de tener bajo su órbita lo referido al arbolado urbano y transfirió esa tarea a la Secretaría de Atención y Gestión Ciudadana. “El monto total por el que dichas empresas son contratadas es de 955.354.428,00 pesos”, especificaron desde la secretaría que se encarga del arbolado urbano. Según la información de Atención y Gestión Ciudadana, “cada poda cuesta 3974 pesos” y el gobierno porteño tiene programado un plan quinquenal que empezó este año y que consiste “en ejecutar 70 mil podas a lo largo del año para lo que el presupuesto de la Ciudad del 2019 destina 278.124.000 pesos”. En cuanto a las extracciones, según la secretaría, cada una cuesta “18.731 pesos y asciende a un total de 131.115.600 pesos cuando se trata del total de 7 mil árboles que fueron extraídos”.

El área está a cargo de Facundo Carrillo y desde el organismo explicaron que “la poda de CABA se realiza en base a una planificación quinquenal, lo cual implica que cada año se interviene aproximadamente el 20 por ciento de los árboles de la Ciudad, según la modalidad que necesiten”.

María Angélica Di Giacomo, fundadora de “Basta de mutilar nuestros árboles”, criticó la línea 147 de Atención y Gestión Ciudadana porque “sólo recibe llamados para trámites de poda y no para mantenimiento de los árboles”, y denunció además que “ante el reclamo por un árbol se poda toda la cuadra”. Sin embargo, desde el área de Carrillo aseguraron que “los llamados no se refieren sólo a podas”, aunque reconocieron que “son los más numerosos”, precisaron que también hay llamados para pedir “intervenciones por problemas de raíces, retiros de árboles secos o en mal estado, reposiciones de árboles y plantaciones nuevas”. “El Gobierno de la Ciudad publicita que hace la poda por la salud de los árboles, y eso es mentira, porque los árboles para su salud no necesitan ser podados”, agregó Di Giacomo.

Por su parte, la abogada Claudia Heras señaló que el Gobierno de la Ciudad incumple la Ley 3120 de arbolado público “violando los artículos 10, 11 y 12 que sostienen que para intervenir los árboles hay que hacer un informe previo, árbol por árbol, del que resulte la necesidad y los fundamentos de la intervención, y que esa poda debe hacerse por personal capacitado”.

La abogada remarcó que “cuando uno recorre la ciudad ve que esto no se está cumpliendo porque son podas salvajes”, y por eso presentó en 2017 un amparo contra la tala y la poda indiscriminada de árboles.

Damián Bikiel, licenciado en Ciencias Químicas e investigador adjunto en el Conicet, enfatizó que “Buenos Aires tiene pocos espacios verdes”, y explicó que su reducción “atenta contra la calidad del aire en particular y contra la calidad de vida en general”. Por eso hizo hincapié en la necesidad de que haya “más espacios verdes, más parques, menos canteros y más arboleda que funcione como cerco a la contaminación urbana. Más espacios verdes permiten ahorros en energía en verano y en invierno (mitigando el viento, por ejemplo) y permiten vivir con espacios de recreación sanos”.

El gobierno quiere mandar un mensaje de ciudad verde y plantan árboles de una pésima calidad en cualquier lado. Se los ven recién plantados sin mantenimiento, árboles en la ochava (como en Beauchef y Alberdi), lugar prohibido para plantar por seguridad de tránsito”, agregó Anaya. Además, subrayó que poco se sabe del paradero de los árboles que sacaron de la 9 de Julio para hacer la traza del metrobús, y que iban a ser transplantados, como había anunciado el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Fue una falta de respeto”, se enfureció Anaya al recordar el episodio de la 9 de Julio porque explicó que “la práctica requiere de una técnica que significa transplantar el árbol en toda su integridad, correrlo de lugar respetando su estructura”. “Cada especie tiene un momento adecuado. Es fundamental el diámetro del cepellón, que es el conjunto de raíces, que tiene que estar en una relación directa con el diámetro del tronco. La copa no se debe podar, se debe trasladar el árbol tal cual está. No tiene sentido un árbol con cuatro muñones que son los que habitualmente se ven en la ciudad de Buenos Aires que, por más que sobreviva, será un árbol con una estructura no recomendada y sin vida útil. Son árboles que ornamental y estéticamente tiene muy poco aporte. Para mí lo que hicieron fue trasladarlos, no transplantarlos”, concluyó.

Podar con ímpetu salvaje”

Claudia Heras, un amparo por la poda.

por Gisela Marziotta

Claudia Heras es vecina de Villa Urquiza y se acercó a “Basta de mutilar nuestros árboles” preocupada por las podas en la Ciudad de Buenos Aires. En 2017 presentó un recurso de amparo y consiguió que la Justicia ordenara la inmediata suspensión de cualquier actividad de poda y/o tala del arbolado público, aunque meses después se dejó de cumplir y aseguró que “este año se largaron a podar con ímpetu salvaje”.

- ¿Cómo fue la presentación del amparo?

- La medida cautelar es una disposición del juez anterior a la sentencia. Pedí que se suspendiera toda poda que no se ajustara a lo que establece la ley de arbolado público. Así fue concedida la cautelar, en 2017, año en el que el Gobierno de la Ciudad se ajustó bastante a lo que se llama la campaña de poda invernal. Este año, antes de que empezara la campaña de poda invernal, en algunas publicaciones de periódicos barriales corrieron el rumor de que la cautelar se había levantado y que ya no estaba vigente, lo cual es totalmente falso.

- ¿En qué consiste la poda a la que se refiere?

- Este año se largaron a podar con un ímpetu salvaje. El Gobierno de la Ciudad plantea como muy beneficioso y genial el número de árboles que se podan bajo la idea de “cuanto más podemos mejor”. Los técnicos dicen que la regla general es que los árboles no se podan, salvo casos especiales: riesgo de caída o porque tiene ramas secas.

- ¿Qué está pasando en el expediente?

- Como todo expediente judicial, tiene su trámite ajustado en el procedimiento. Este es uno complejo porque se refiere al arbolado de toda la ciudad. Hay gente que tenido conocimiento de la cautelar e hizo denuncias y después llegan también al expediente. En este momento todavía está en la instancia de que se van reuniendo pruebas. El expediente ya tiene 11 cuerpos.

- ¿Y en cuanto a la medida cautelar?

- El gobierno apeló y la Cámara me dio la razón. A pesar de eso, hizo circular el rumor de que habían apelado y quedado sin efecto. La Cámara confirmó con argumentos muy contundentes sobre la importancia de respetar el arbolado como parte de nuestro ambiente, y de cumplir con las expresas disposiciones constitucionales, tanto de la nacional como la de la ciudad respecto del cuidado del ambiente y del aporte del arbolado a la salud de los ciudadanos. El año pasado el gobierno porteño volvió a apelar a un Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando llegan a esa instancia, los expedientes puede pasar mucho tiempo sin que se resuelva nada.

- La ley de arbolado público no está reglamentada.

- No, no está reglamentada todavía, pero es suficientemente clara. Y no todas las leyes se reglamentan, cuando una ley se reglamenta es para hacer más preciso alguno de sus artículos. Las leyes se cumplen a partir de su publicación.

- ¿Y qué artículos estarían violando de esa ley?

- Hice el planteo muy específico del 10, 11 y 12, que son los que dicen que hay que hacer un informe previo y que esa intervención tiene que hacerse por personal específicamente capacitado y certificado. No podía decir “no se cumple la ley de arbolado” porque es demasiado amplio y vago, me ajusté a los artículos que podían ser más específicos. La cautelar tiene cierta ambigüedad porque dice que “se suspenda la poda que no cumple con la ley”. Ante los hechos concretos, hay tantos desastres que están las fotos agregadas a los expedientes de árboles totalmente mochados, en los que está clarísimo que no la cumplen. Haciendo un muestreo estadístico, no se está cumpliendo.

- ¿Qué piensa de esos carteles que anuncian que próximamente en ese lugar habrá un árbol de tal especie?

- Por un lado tienen el slogan Ciudad Verde y lo que hacen es que cada vez la ciudad sea menos verde, como los macetones gigantes de cemento con una plantita que después se seca porque ni la riegan, en vez de poner una planta en la tierra. En sus registros cuentan eso como espacio verde, pero es cemento, como la plaza de Tribunales, donde pusieron unos canterosde cemento y la base no se conecta con la tierra. Eso también es muy grave por el escurrimiento del agua de lluvia. Todo lo que hacen con el verde es totalmente contraindicado en lo que hace al cuidado del ambiente.

Aquí están, éstas son

Las empresas que ganan con la poda.

por Gisela Marziotta

Las empresas contratadas por el Gobierno de la Ciudad para ocuparse de la poda no son especialistas en el tema y por eso los expertos denuncian que no están preparadas para el tratamiento de los árboles y sólo usufructúan de un negocio “redondo” mientras los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires con sus impuestos pagan “mutilaciones sucesivas” que atentan contra la calidad de vida.

Todas estas podas están siendo llevadas a cabo por empresas que fueron contratadas a través de una licitación por el Gobierno de la Ciudad y no son empresas capacitadas para el tratamiento de árboles, sino que son básicamente empresas que trabajan en obra pública de construcción, como la que hizo el Metrobús, o de iluminación, como Mantelectric”, denunció ante PáginaI12 Claudia Heras. La abogada explicó que estas empresas “subcontratan al personal, entonces los que se trepan a los árboles con las motosierras son personas sin capacitación ni formación para saber cómo podar”.

Las empresas que ganaron la licitación por 36 meses son Mantelectric I.C.I.C.S.A., Casa Macchi S.A., Ecología Urbana S.R.L. y UTE Zona Verde.

Mantelectric es de capitales argentinos. Entre sus clientes figuran varios municipios y en la Ciudad tiene a su cargo el alumbrado, el mantenimiento del arbolado, el cuidado de espacios verdes, la destapación de sumideros y obras en hospitales porteños.

Casa Macchi se encarga del mantenimiento integral del arbolado y de espacios verdes en plazas, parques, rutas y autopistas, hace tareas de parquización, plantación de árboles jóvenes y trasplante de ejemplares añosos, la provisión y plantación de árboles y arbustos, entre otras cosas.

Ecología Urbana S.R.L. ofrece servicios de forestación, extracción y poda de árboles, poda en altura, diseño y construcción de parques y jardines, tratamientos fitosanitarios y movimiento de suelos. Entre sus principales clientes figuran la Universidad Católica Argentina, Bayer, Shell, Philip Morris, Siderca Thenaris Group, y el Gobierno de la Ciudad.

UTE Zona Verde es una Unión Transitoria de Empresas conformada por Urbaser Argentina y Seob SA. Desde mayo de 2005 a la actualidad, realiza el servicio de corte de césped y limpieza de espacios, entre otras tareas. Es la encargada de limpiar la ciudad tras manifestaciones masivas.

En cuanto al negocio, María Angélica Di Giácomo explicó que “como los árboles no se cuidan sino que se destrozan, estamos pagando mutilaciones sucesivas, luego pagamos la extracción porque el árbol no pudo resistir y se murió, y más adelante pagamos el nuevo arbolito que se seca por falta de cuidado. Y después otro arbolito más. A eso me refiero cuando digo que vieron el negocio donde no lo había visto nadie antes”.

(Horacio) Rodríguez Larreta tiene la idea de podar una enorme cantidad de árboles por año. El plan para este año era de 80 mil porque dice que la gente lo pide. Ahora, lo que decimos es que cuando la gente pide, uno tendría que ver si va en contra del bien común”, agregó Di Giácomo.

Fuentes:
Gisela Marziotta, Los árboles mueren de pie, 03/11/18, Página/12. Consultado 06/11/18.
Gisela Marziotta, “Podar con ímpetu salvaje”, 03/11/18, Página/12. Consultado 06/11/18.
Gisela Marziotta, Aquí están, éstas son, 03/11/18, Página/12. Consultado 06/11/18.

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