La Agencia
Nacional de Aguas (ANA) de Brasil alerta en un informe que 45
embalses estaban en un estado de "mayor vulnerabilidad" en
el país en 2017, debido a su "bajo nivel de conservación",
la insuficiencia de su sistema de evacuación y la falta de
documentación que demuestre su estabilidad.
El último
Informe de Seguridad de Represas de 2017 del ANA, del total de
presas en riesgo de romperse, 25 pertenecen a órganos y entidades
públicas y la mayoría está situada en las regiones norte y
nordeste del país, específicamente en los estados de Acre, Alagoas
y Bahía.
El último
estudio muestra un repunte en el número de construcciones que
representan un riesgo, ya que pasó desde 25 en 2016 hasta las 45 que
se señalaron en 2017.
Según los
registros oficiales, Brasil posee 24.092 represas -en 2016 eran
22.920- para diferentes propósitos, tales como la acumulación de
agua, de residuos de minerales o industriales y para generación de
energía, buena parte de ellas, 9.827 o 41 %, se dedican al riego de
los campos.
Del total de los
embalses brasileños, 3.545 fueron encuadrados dentro de la Categoría
de Riesgo (CRI) y 5.459 en la de Daño Potencial Asociado (DPA), y de
estas, 723, o el 13 %, se clasificaron simultáneamente dentro de
ambas categorías, apuntó el último estudio de la agencia
brasileña.
En cuanto a los
recursos públicos estatales y federales destinados a servicios de
operación, mantenimiento y recuperación de represas, la ANA informó
que en 2017 se invirtieron 34 millones de reales (9.063.210 millones
de dólares) frente a los 12 que se invirtieron en 2016 (3.198.780
millones de dólares).
La agencia
pública brasileña señaló que durante el periodo objeto de estudio
se reportaron cuatro accidentes y diez incidentes menores que
involucraban a las presas, en los que no hubo que lamentar ninguna
víctima.
La tragedia de
Mariana
Hace dos semanas
se recordaron los tres años de la tragedia de Mariana, provocada por
la ruptura de dos diques de la empresa minera Samarco y que generó
un vertido de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales
que, mezclados con otros millones de metros cúbicos de agua, enterró
a varias poblaciones del municipio de Marina, en el estado de Minas
Gerais, sudeste de Brasil.
El episodio, que
hasta la fecha ha sido el mayor desastre medioambiental de Brasil,
dejó como resultado 19 víctimas mortales, la mayoría en la propia
mina, y en Bento Rodrigues, municipio que desapareció del mapa, y
provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la
cuenca del río Doce.
Fuente:
Cuarenta y cinco embalses de Brasil corren riego de romperse, 20/11/18, EFEverde. Consultado 21/11/18.
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