En lo que va del
año, los bomberos voluntarios de Embalse han retirado más de 40
ejemplares del área urbana. Advirtieron que “se construye cada vez
más cerca del monte”.
por Luciana Panella
La aparición de
víboras se ha multiplicado en las zonas pobladas de Calamuchita, y
con ello creció la preocupación de los vecinos por el riesgo de
accidentes. Los bomberos voluntarios de Embalse admitieron que los
operativos para retirar ofidios se han incrementado considerablemente
a lo largo de todo el año y no tan sólo en verano. Aseguraron que
el “boom inmobiliario en toda la región” es la causa. En lo que
va de 2018 ya retiraron más de 40 ejemplares de domicilios
particulares e instituciones.
“Hay cada vez
más apariciones y esto está directamente relacionado con el
crecimiento de las construcciones en la zona de serranía. Hay
algunos barrios que hace unos años no eran muy poblados y ahora se
han empezado a agrandar. Muchos de ellos están pegados al monte y
esto hace que sea inevitable que aparezcan estos animales”, dijo en
diálogo con Puntal Alejandro Corchero, segundo jefe del cuartel de
Embalse.
En este orden,
explicitó: “Ha aumentado el índice demográfico en toda nuestra
región, y cada vez tenemos menos monte. Nosotros en realidad nos
estamos metiendo en su hábitat, irrumpimos en su lugar”.
Charlas
preventivas
Desde hace varias
temporadas los bomberos de la zona ofrecen charlas sobre ofidismo
para la ciudadanía en general. “Buscamos promover la prevención
en la gente para que esté preparada y sepa qué hacer ante la
presencia de los animales; para que nos llame y así poder actuar
rápidamente sin consecuencias. Hay acciones que los ciudadanos deben
tomar para que nosotros podamos hacer nuestra tarea lo más eficiente
posible”, señaló Alejandro Corchero.
Hizo hincapié en
que la principal recomendación es “que (los vecinos) mantengan
limpio todo lo que es el entorno del hogar, todo el terreno, los
patios y jardines. Si está desordenado y con muchas cosas aparecen
allí sapos, ranas o ratas; que son el alimento predilecto de los
ofidios. Por supuesto, la víbora va a estar allí buscando su
comida”.
“Sucede que se
construye en la zona de los montes y no se hace una buena limpieza
del terreno. No hablamos de desforestar sino de tener el pasto corto
y no tener acumulación de piedras, porque estos lugares son cobijos
para que los animales se mantengan en el área”.
Riesgos
El segundo jefe
expuso que, si bien en los operativos encuentran un 50 por ciento de
ofidios venenosos y la otra mitad corresponde a animales inofensivos,
la mordedura de estos últimos puede producir importantes
infecciones.
“Hemos retirado
yararás ñatas, que son venenosas -es la normal que tenemos acá en
la zona- y también la llamada falsa yarará que es muy parecida a la
otra, pero para reconocerla se debe ser bastante avezado.
Generalmente, la persona se asusta porque hablamos de animales que
tienen más de un metro de largo”, dijo.
Y agregó que en
el caso de las llamadas “víboras saperas”, que son culebras, “la
mordedura genera infecciones a las personas porque tienen parásitos
y virus en la boca que provocan bastantes inconvenientes en los
humanos”.
Paralelamente,
Corchero relató que una vez que se procede a retirar al ofidio de
los domicilios, nunca se sacrifica al animal. “Los llevamos monte
adentro, a zonas que nosotros conocemos porque muchas veces apagamos
incendios en esos sectores. Hacemos la devolución a la naturaleza”,
indicó.
En tanto, recalcó
que en la temporada estival se produce el pico de hallazgos y
admitió: “En verano llegamos a retirar entre dos y tres víboras
por semana en domicilios”.
El suero
antiofídico
Los antídotos
ante las mordeduras de víboras se encuentran distribuidos en todos
los hospitales de Córdoba. En este orden, Corchero aclaró que los
centros médicos privados no poseen el suero antiofídico.
“Los hospitales
tienen los monovalentes, que son para la víbora en particular -si
uno sabe qué víbora lo ha picado- y también los sueros
polivalentes, que son una sumatoria de sueros efectuados por sepas de
distintas víboras, y son el antídoto para poder combatir cuando no
se sabe qué víbora lo ha mordido”.
Asimismo,
explicitó que para mordeduras en la zona, el Hospital Eva Perón,
ubicado a 26 kilómetros de Embalse (en Santa Rosa de Calamuchita),
posee antídotos, así como el Hospital de Río Tercero.
Fuente:
Luciana Panella, Con el boom inmobiliario en Calamuchita, crece el hallazgo de víboras en zonas pobladas, 12/11/18, El Puntal de Río Cuarto.
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