El 6 de noviembre
de 2014 estalló la parte trasera del galpón de la Química Raponi,
provocando una muerte, decenas de heridos y cuantiosas roturas en las
viviendas. La primera casa demolida está siendo reconstruido, pero
aún no está terminada.
por Laura
Giubergia
1.461 días
pasaron desde que un estallido cambió el rumbo de sus vidas, para
siempre. La casa en la que vivían sobre el pasaje Cordeiro al 900,
en Alta Córdoba, debió ser demolida, y a cuatro años de aquella
trágica explosión aún no está habitable.
Cuando por fin
puedan volver, las hermanas Camila y Débora Luna lo harán rodeadas
de la ausencia de Ramón Perdiguero, su abuelo y dueño de la
vivienda familiar que añoran desde aquel 6 de noviembre de 2014, y
quien falleció en enero de 2017.
La explosión de
productos químicos almacenados en la firma Química Raponi SRL en
una parcela no declarada hizo volar paredes, techos y ventanas, se
cobró la vida de Angélica Cueto, les causó heridas a más de 60
personas -algunas de ellas de gravedad-; y la onda expansiva
produjo incontables daños en viviendas de varias manzanas a la
redonda.
“Fueron cuatro
años de espera, de desarraigo, de luchar y aferrarnos a la idea de
que vamos a volver a la vida que teníamos antes, volver a nuestro
lugar”, dice con un hilo de voz Camila. La joven que ahora estudia
para ser estilista profesional, encabeza la batalla burocrática a la
que se enfrentan desde hace años para no claudicar en el intento de
que reconstruyan la casa familiar.
“A principios
de este año, veníamos bien, pero un robo nos hizo retroceder varios
pasos. Luego, desde el Ministerio de Desarrollo Social nos dijeron
que se harían cargo de reponer lo que habían robado para poder
terminar. Lo hicieron, pero ya pasó medio año más y la casa no se
termina”, lamenta Camila.
“Ahora está
faltando la pintura por dentro y por fuera de la casa, la conexión
de gas y de luz. Y otros detalles, como la bacha de la cocina. Los
albañiles van unos días, después no van por algunas semanas, y el
arquitecto nos dice que no le liberan los materiales para terminar”,
asegura.
“Falta también
que limpien el predio, que resuelvan qué va a pasar con las casas
del fondo que quedaron al borde del derrumbe y repletas de mugre”,
acota la joven.
Tras la
explosión, Provincia y Municipalidad habían acordado ocuparse de
los materiales, la primera; y de la mano de obra, la segunda, para
encarar la reconstrucción. Por estos días, la obra se termina con
dinero de Desarrollo Social, que incluye el pago a un sereno para
evitar nuevos robos.
Fuentes del
Ministerio confirmaron que la obra de la vivienda de Ramón
Perdiguero está en un 95 por ciento y que sólo restan terminaciones
como la pintura, la mesada y la bacha de cocina, así como las
conexiones a los servicios de luz y de gas.
A la casa de la
hermana de Ramón, Betty, le faltan las conexiones internas de gas.
“También hay
que resolver qué se va a hacer con las otras casas del pasaje que
quedaron destruidas y que no se han podido demoler porque están
judicializadas, pero que significan un gran riesgo”, aseguran.
Así están las
obras a cuatro años de la explosión en Alta Córdoba
El ministerio de
Desarrollo Social dio a conocer el estado de las construcciones que
tiene a su cargo.
A cuatro años de
la trágica explosión en barrio Alta Córdoba, que causó heridas a
más de 60 personas y produjo incontables daños en viviendas de
varias manzanas a la redonda, el ministerio de Desarrollo Social
informó a La Voz sobre el estado de las construcciones que tiene a
su cargo.
En un comunicado,
el organismo detalló que gracias a una ayuda económica de $ 300
mil, se entregó a cada una de las familias $150 mil en tres cuotas y
se llevan a cabo las siguientes obras:
Dos viviendas "están siendo reconstruidas y el avance de las mismas puede considerarse en un 90 %", aseguran.
"A la vivienda de María Rosa Juárez le falta la aprobación la de instalación de gas, aprobación de la instalación eléctrica, pintura y detalles", explican.
Por último, a la propiedad de Beatriz Perdiguero, informan que "falta ejecución y aprobación de la instalación de gas, la aprobación de la instalación eléctrica, pintura y detalles".
Desde el
organismo provincial aseguran que en el mes de enero del 2018, las
obras sufrieron cinco situaciones delictivas "con vandalismo,
robo de herramientas y materiales acopiados, lo que provocó un nuevo
parate en la ejecución de la obra".
Además,
detallaron que el 6 de noviembre de 2014, tras la explosión, seis
viviendas fueron demolidas por razones de seguridad y nueve quedaron
afectadas en su totalidad. Actualmente, "tres se encuentran bajo
instancia judicial, hasta que se determine si están ubicadas sobre
la traza del ferrocarril".
Ante este
panorama, el ministerio confirmó la entrega de 10 ayudas económicas
"en concepto de pago de alquiler por un total de $ 60 mil"
y aseguró que de las cuatro viviendas restantes a ejecutar, "la
provincia ya tiene comprometido y acopiado los materiales
correspondientes, quedando a la espera que municipalidad efectúe las
contrataciones para la ejecución de la mano de obra".
Fuente:
Laura Giubergia, A cuatro años de la explosión de Alta Córdoba, las familias que no pudieron volver, 06/11/18, La Voz del Interior. Consultado 07/11/18.
Así están las obras a cuatro años de la explosión en Alta Córdoba, 06/11/18, La Voz del Interior. Consultado 07/11/18.
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