Plaza y Basílica San Marcos, Venecia. Foto: Stefano Mazzola/ Awakening/ Getty Images |
Los bomberos han
realizado más de 7.000 intervenciones en 48 horas, sobre todo en
Liguria, Toscana, Lazio, Veneto, Friuli-Venezia Giulia y Lombardía.
por Daniel Verdú
Las escuelas
amanecieron el lunes cerradas. Las calles de Roma se vaciaron y
algunos vuelos fueron cancelados o retrasados por el fuerte viento
que golpeaba el aeropuerto de Fiumicino. El Coliseo, los Foros o la
colina del Palatino quedaron cerrados al público. Cayeron árboles
que cortaron algunas avenidas. Fue el primer aviso. Las intensas
tormentas y vientos que azotan Italia desde el domingo, provocadas por la borrasca Adrián, la primera en recibir nombre en el Mediterráneo, se han cobrado la vida ya de al menos 10 personas,
según el primer balance de protección civil. Además de las cinco
víctimas ya identificadas el lunes, un hombre murió en el Veneto,
en el noreste del país, por la caída de un árbol, así como un
bombero en el sur del Tirol, en el norte, cuando participaba en
operaciones de socorro. Una mujer murió por un alud de agua y rocas
en su casa en el norte de Trentino, según han precisado las
autoridades.
A estas siete
víctimas se suman tres cadáveres recuperados por los servicios de
emergencia en las últimas horas. Un balance sin parangón en los
últimos tiempos que, además, ha ido acompañado de espectaculares
fenómenos como la mayor aqua alta en Venecia de la última década.
La marea ha subido hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar,
el máximo desde 2008 y la cuarta mayor cifra registrada en la
historia, lo que ha provocado la inundación de sus calles y de la
plaza de San Marcos, así como la suspensión de la red de transporte
público urbano, los vaporetti. Los colegios y los hospitales están
cerrados y se ha pedido a la población que permanezca en sus casas.
En solo 48 horas
ha habido más de 7.000 operaciones de rescate ejecutadas por 5.800
bomberos en toda Italia. La situación es especialmente complicada en
las regiones de Liguria, Toscana, Lazio, Veneto, Friuli-Venezia
Giulia, Lombardía. En Liguria, más de 20.000 personas están sin
electricidad; el aeropuerto de la capital, Génova, ha cerrado y hay
graves daños en el puerto de Rapallo al vencerse parte de la presa.
La tormenta no hace distinción y una multitud de yates, también el
de personajes como Silvio Berlusconi, quedaron a la deriva y
terminaron empotrados en la costa. En ese lugar 19 personas, que
estuvieron durante horas atrapadas, fueron rescatadas por los
bomberos.
El pueblo de
Portofino, en la Riviera italiana, está aislado porque la carretera
provincial 227 ya no existe. Otras localidades como Santa Caterina,
en la región de Puglia, también están incomunicadas. En la región
de Trentino-Alto Adigio, hay alrededor de 170 personas, incluidos
turistas y personal de un hotel, bloqueados desde el sábado en el
paso del Stelvio por una extraordinaria nevada de casi metro y medio.
El primer
ministro, Giuseppe Conte, ha firmado una declaración para la
movilización del servicio de Protección Civil y el ministro
italiano del Interior, Matteo Salvini, envió una circular a las
delegaciones de Gobierno para instarles a valorar la necesidad de
cerrar escuelas y edificios públicos, a fin de limitar los trayectos
de personas y garantizar su seguridad. El tiempo ha mejorado algo
este martes, pero continúan la alerta roja y naranja en una gran
parte del país. A partir de mañana se prevé que vuelva la lluvia y
caigan las temperaturas en picado.
Fuente:
Daniel Verdú, La borrasca Adrián deja 10 muertos en Italia, 30/10/18, El País. Consultado 30/10/18.
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