miércoles, 19 de septiembre de 2018

El rey del ganado y el bosque perdido

por Daniel Díaz Romero

Walter Orodá es uno de los empresarios ganaderos de mayor peso en Córdoba. Su imperio produce ganado en una de las regiones más pobres de la provincia, organizando remates de hacienda para sus vacas y toros de élite, donde algunos de ellos cotizan igual que un vehículo de alta gama.

Orodá, desde hace tiempo, viene demandando con insistencia al gobierno provincial que habilite una Ley de Bosques que le permita avanzar sobre regiones boscosas.

Sala de Prensa Ambiental pudo acceder a información que certifica que el empresario tiene su campo -de 2009,568 hectáreas- en infracción por desmontes ilegales, en Ischilín al noroeste de la provincia, el Departamento con mayor tasa de desmonte de Córdoba.

Los becerros de oro

Desde hace cuatro años, Walter Orodá y su cabaña “El Porvenir” no paran de cosechar galardones en la élite ruralista con su establecimiento cercano a la localidad de Quilino, en un medio ambiente rústico que arrastra muchos años con déficit hídrico y con una tasa de desmonte a lo africano.

Entre sequía y desmonte, el norte de Córdoba es una de las regiones olvidadas de la provincia arrinconada por la pobreza, donde conviven pequeños campesinos y grandes establecimientos ganaderos (ver http://www.periodismoambiental.com.ar/viaje-al-mundo-campesino/).

La cabaña “El Porvenir”, verdadera fábrica de terneros del prolífico empresario fue premiada en el 2017 por cuarto año consecutivo, recibiendo distinción por animales de la raza Brangus. Walter Orodá tiene su establecimiento en una zona que colinda con las Salinas Grandes, una de las peores regiones productivas del país debido a sequías recurrentes por tiempos prolongados.

Si se destrabara la Ley de Bosques y se permitiera la intervención -no estamos pidiendo el desmonte- creo que el potencial productivo de la zona se multiplicaría exponencialmente”, aseveró el socio histórico de la Sociedad Rural de Jesús María en una entrevista.

Ningún bovino…

Además, de señalar a quienes bregan por la protección de los ecosistemas como “fundamentalistas”, el exitoso empresario ha puesto como ejemplo a seguir -para los cordobeses- las polémicas autorizaciones de desmontes en la provincia de Salta, aumentando la demanda de campos para desarrollar la ganadería. “En el noroeste de Córdoba, los campos no tienen absolutamente ningún valor y no sirven para nada”, declaró el año pasado el empresario.

El promedio de venta de los toros Brangus made in Quilino es de $ 86.400, llegando hasta los $240.000. En tanto, que una vaquillona Brangus de la familia Orodá fue vendida en un 50 % por el notable monto de $250.000. Por ello, la Asociación Argentina de Brangus le otorgó el “Primer Premio al Mérito” por tercer año consecutivo.

Desmontando como un campeón

Pero Orodá, también es un campeón del desmonte ilegal.

Walter tiene sus campos en infracción y nunca regularizó su situación, desde el año 2001. Allí desmontó las áreas de reserva del campo, según el Expediente Nº 0517-001387/2001, actualmente en Policía Ambiental. Orodá no respetó la Resolución que autorizaba los trabajos (0110/2002), dado que sobre un campo de más de 2.000 hectáreas, debía dejar como reservas unas 560 hectáreas y solamente dejó 138. Además, en el área autorizada a desmonte selectivo, debía dejar unos 100 árboles por hectárea y claramente tampoco respetó eso . Esta situación nunca fue regularizada. El expediente duerme desde el año pasado en la polémica Área de Asuntos Legales de la Secretaría de Ambiente.

En este predio de unas 1000 hectáreas, debía dejar unas 330 de reserva natural y, sin embargo, arrasó con todo.

Fuente:
Daniel Díaz Romero, El rey del ganado y el bosque perdido, 16/09/18, Sala de Prensa Ambiental. Consultado 19/09/18.

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