Son datos
oficiales de la Policía Ambiental y representan el doble de lo
afectado en 2015. El 30 % fue en sectores de categoría roja y hubo
muchas hectáreas con desmontes químicos.
El 2017 fue un
año tenso en la discusión sobre el futuro del monte nativo de
Córdoba. El intento de modificar la ley de bosques (9.814) por parte
de algunos legisladores oficialistas naufragó tras las
multitudinarias marchas. Sin embargo, mientras la sociedad estaba
movilizada, más de 14 mil hectáreas de estos ecosistemas sufrían
alguna intervención ilegal.
El dato surge del
monitoreo oficial que realiza la Policía Ambiental del Ministerio de
Agua, Ambiente y Servicios Públicos.
Fueron 14.427
hectáreas intervenidas durante todo el año pasado. Esta superficie
representa el doble de lo afectado en 2015, la última cifra oficial
con la que se puede establecer una comparación. Los datos de 2016
están incompletos.
La información
fue subida a la web del ministerio tras un insistente pedido de La
Voz que se remonta a principios de este año.
Desde Policía
Ambiental explicaron que el retraso se debe a que primero deben
enviarlo al Ministerio de Ambiente de la Nación. También destacaron
que Córdoba es de las pocas provincias que realizan un control tan
riguroso.
El informe de
2017 (dividido en dos semestres) indica que las intervenciones
ilegales sobre bosques nativos de categoría roja afectaron a 4.342
hectáreas (30 % del total).
Las regiones en
categoría roja representan bosques en el mejor estado de
conservación y/o en recuperación. Las 10.085 hectáreas restantes
están en categoría amarilla, donde el ecosistema ya ha sido
modificado en el pasado.
Federico Kopta,
presidente del Foro Ambiental Córdoba, celebró que se haya retomado
la publicación de estos monitoreos, pero señaló que sería
importante que no se realizaran con tanto retraso.
“Se volvió a
brindar datos sobre la superficie total afectada en categoría
amarilla, algo que había dejado de suceder en 2016. Sin embargo, no
da detalles del tipo de intervención, lo cual resulta fundamental,
ya que el 70 % de las intervenciones se realizaron en bosque
nativo de esta categoría”, comentó.
Kopta también
señaló otro punto por el que ya ha enviado notas a la Provincia:
“Otra información que no aporta es la superficie y tipo de
intervención en los casos de desmontes autorizados por la Secretaría
de Ambiente”.
Marcelo Cabido,
investigador del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba en
el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv),
coincide con Kopta. “Además de la superficie desmontada con
autorización, debería darse a conocer dónde ocurrieron las
intervenciones y cómo está identificado ese territorio en el mapa
de ordenamiento territorial. Y la autoridad debería hacer públicas
las razones por las cuales esas autorizaciones fueron concedidas”,
detalló Cabido.
Rojo, al detalle
Como indicó
Kopta, no hay más precisiones sobre las intervenciones en zona
amarilla, pero sí hay detalles sobre las 4.342 hectáreas de
categoría roja que fueron afectadas. El dato que más llama la
atención es que en el 57,5 por ciento de la superficie (2.500
hectáreas del total rojo) se realizaron desmontes químicos, una
práctica que no se había detectado en años anteriores. “Es
alarmante, tanto en superficie como por la manera poco perceptible y
rápida con la que se realiza esta práctica. Esto implica la
urgencia de adecuar la normativa y actuaciones a esta nueva
situación”, aseguró Kopta.
El desmonte
químico implica la fumigación con sustancias específicas para
eliminar el estrato arbustivo y parte de los árboles. Esta práctica
está expresamente prohibida por la ley de bosques.
Para Kopta es
necesario restringir severamente la circulación, comercialización,
tenencia y uso de sustancias arbusticidas y arboricidas.
Un 3,5 %
del desmonte en categoría roja fue total (171 hectáreas), mientras
que en el restante 38,5 % las intervenciones fueron de
desmonte selectivo, rolado y otras.
En estos casos,
lo que se realiza es eliminar el estrato arbustivo y dejar algunos
árboles maduros en pie que pueden proveer sombra y algo de alimento
al ganado.
Cabido, uno de
los ecólogos más importantes del país, aseguró que todos los
tipos de intervenciones en el bosque nativo (desmonte total,
selectivo, químico, etc.) producen alteraciones sustanciales en la
composición de especies (flora y fauna), en la estructura
(distribución vertical y horizontal de la biomasa) y en el
funcionamiento del bosque.
“También
provoca una reducción de los servicios y bienes que el bosque brinda
a los seres humanos como captación y provisión de agua, forraje y
otros productos forestales”, explicó.
El departamento
que sufrió más desmonte ilegal en zona roja fue Río Seco (1.557,5
hectáreas), seguido por Sobremonte (1.455,5), Río Primero (347,2) e
Ischilín (295,4).
Para qué se
deforesta: tres casos permitidos
Desde 2010 se
perdieron 45 mil hectáreas de monte.
Ganadería. En el
norte provincial, la eliminación de estrato arbustivo sirve para
realizar ganadería. Algunas de esta intervenciones están prohibidas
y otras deben realizarse con autorización de Ambiente.
Mantenimiento.
Otras veces se realizan desmontes totales de franjas de un predio
para picadas y cortafuegos, las cuales están permitidas con
autorización previa de Ambiente.
Urbanización.
Otro desmonte ilegal es el que se realiza para algún desarrollo
inmobiliario. Los desmontes totales en zona roja están prohibidos
por ley.
Fuente:
Creció el desmonte en 2017, 01/09/18, La Voz delInterior. Consultado 01/09/18.
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