sábado, 7 de julio de 2018

El Papa vuelve a alertar por la crisis ambiental, a tres años de Laudato Si

La "encíclica verde", que aborda los efectos negativos del modelo agroindustrial.

Hace tres años se publicó la encíclica "verde" Laudato Si, que menciona los efectos negativos del modelo agroindustrial, como la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Tres años después de la encíclica del Papa Francisco, el Vaticano vuelve a insistir sobre la urgencia de tomar decisiones políticas eficaces para luchar contra el cambio climático, mediante una cumbre sobre "liderazgo climático", cuyo lema es "Salvando la casa común y el futuro de la vida en la Tierra". El encuentro se desarrolla desde ayer y hasta hoy en el Vaticano.

La conferencia hace eje en los próximos encuentros mundiales sobre el cambio climático, como la COP24 de la ONU (en diciembre, en Polonia) y la Cumbre de Acción Climática Global, y tiene lugar pocas semanas después de la reunión del Papa con ejecutivos de grandes empresas de combustibles fósiles, a quienes les recordó que el Acuerdo de París -firmado en diciembre de 2015 y que establece metas para reducir el calentamiento global- "insta a mantener los combustibles fósiles bajo tierra".

Laudato Si puede leerse en clave argentina, ya que toma nota y advierte sobre los severos daños ecológicos que ocasiona el actual modelo de agronegocios regional. Además de denunciar la catarata de problemas derivados de la práctica de monocultivo de la soja en la pampa agrícola: deforestación, pérdida de biodiversidad, aplicación indiscriminada de agroquímicos y afectación de las economías regionales tradicionales. "La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales", advierte el documento papal de 2015.

Lejos de refugiarse en un lenguaje difuso o en máximas generalistas, el texto explicita los enormes riesgos ambientales que plantea el modelo agroindustrial desarrollado en la zona agrícola argentina durante los últimos años. Así, a la hora de explicar algunos de los factores que originan el calentamiento global menciona el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo "principalmente la deforestación para agricultura". Vale recordar que, según estimaciones oficiales, Santa Fe perdió el 82 % de sus bosques nativos en las últimas décadas por la expansión de su frontera agropecuaria. Laudato Si también advierte que "muchos pájaros e insectos que desaparecen a causa de los agrotóxicos creados por la tecnología son útiles a la misma agricultura". Mientras el Inta emitió una comunicación hace dos años para prohibir el uso del término "agrotóxico" en sus documentos, el Papa eligió esa palabra para referirse a los insumos químicos claves para el actual modelo agropecuario. "El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles o monocultivos puede afectar gravemente a la biodiversidad y también a los humedales, que son transformados en terrenos de cultivos y pierden así la enorme biodiversidad que acogían", alerta la encíclica con una advertencia que encaja como un guante con las múltiples denuncias que los ambientalistas locales realizan respecto a cultivos extensivos en las islas.

Finalmente, Laudato Si recuerda que la expansión de la frontera de los monocultivos "arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales".

El tercer aniversario de la encíclica es la excusa para otra cumbre internacional que pondrá en foco la crisis ambiental del planeta. A nivel local, el cambio climático se expresa sobre todo por cambios en el régimen de lluvias y mayor ocurrencia de eventos extremos.

En el último inventario nacional de gases de efecto invernadero se estableció que en 2014 el país emitió 368 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que significa el 0,7 % de la contaminación del planeta.


El sector de energía, que incluye al transporte, es el más contaminante, con 53 % de las emisiones. Agricultura, ganadería, silvicultura y usos de la tierra representan el 39 % de las emisiones, seguido por los sectores de procesos industriales y residuos con 4 % de las emisiones de Argentina.

En relación a la cumbre en el Vaticano, Michel Roy, de Caritas Internationalis, explicó que "la crisis climática no es solamente un problema ambiental, es también un problema humano y ético. La degradación ambiental va acompañada de pobreza, de pérdida de medios de subsistencia y de la perspectiva de un futuro mejor. Tenemos una responsabilidad hacia las próximas generaciones, es urgente cambiar nuestro consumo excesivo y comprometernos con el cuidado de nuestra casa común." Por su parte Josianne Gauthier, de Cidse, señaló que "es el momento de lograr un compromiso político real con la justicia climática y una respuesta activa al llamado del Papa Francisco a respetar nuestra casa común".

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