Las abejas, en
peligro de desaparición por las fumigaciones. La amenaza sobre
los polinizadores puede afectar la producción de alimentos,
advierten los expertos. En Córdoba, acaban de morir 72 millones de
ejemplares. Mañana se celebra por primera vez el Día Mundial de la
Abeja, instaurado por la ONU a instancias de Eslovenia.
por Andrés
Osojnik
La expansión de
los agrotóxicos amenaza no solo a los habitantes de los pueblos
fumigados: también pone en riesgo la biodiversidad local. Y las
abejas están al tope de los peligros. En marzo pasado, 72 millones
de abejas murieron repentinamente en Córdoba. Los productores
apuntaron a los agroquímicos. Para generar conciencia sobre la
necesidad de proteger a los polinizadores –un tercio de la
producción mundial de alimentos depende de ellos–, mañana se
celebra por primera vez el Día Mundial de la Abeja, que instauró el
año pasado la ONU a instancias de Eslovenia, el primer “país
verde” y uno de los de mayor desarrollo apícola.
La mortandad de
abejas cordobesas ocurrió en el valle de Traslasierra, en una
superficie de 30 kilómetros cuadrados entre la localidad de La Paz y
la ruta 148. Unas mil colmenas enteras resultaron afectadas. La
principal hipótesis de los apicultores apuntó al envenenamiento por
la fumigación de los campos.
El mes pasado, la
Sociedad Argentina de Apicultores (SADA) llevó sus demandas al
Senado, donde expuso la situación frágil que atraviesa el sector
debido, entre otras causas, al modelo agroindustrial basado en el
monocultivo transgénico y el uso de grandes cantidades de
agrotóxicos. “Las abejas se pierden ahí donde el modelo
agroindustrial se desarrolla”, explicó el presidente de la
entidad, Lucas Martínez. El caso de Córdoba ya registró
antecedentes en San Pedro y Pergamino. La SADA apoyó el proyecto de
ley de promoción de biodiversidad en ambientes cultivados,
presentado por la senadora Silvia García Larraburu (FpV) como punto
de partida para una futura ley apícola.
Una investigación
de la Universidad de Neuchatel (Suiza) de 2017 encontró traza de
plaguicidas tóxicos para las abejas en el 75 por ciento de la miel
producida en todo el mundo. La Unión Europea aclaró enseguida que
las concentraciones encontradas no afectan el consumo en humanos,
pero los investigadores recalcaron el daño que generan en las
abejas.
La mayor parte de
las frutas y verduras que consumen los seres humanos, como así
también las oleaginosas y algunos cereales, dependen de la
polinización. Los principales agentes polinizadores son las abejas y
las mariposas, que están sucumbiendo ante el avance de las fronteras
agrícolas, principalmente para el monocultivo que implica el combo
de transgénicos y agroquímicos. Un estudio de la organización
Amigos de la Tierra encontró que las plantas cuyas semillas o flores
fueron tratadas con pesticidas también afectan mortalmente a las
abejas.
En este contexto,
la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad el
20 de diciembre pasado la resolución que proclama el 20 de mayo como
Día Mundial de la Abeja. La propuesta había sido presentada por
Eslovenia, un país centroeuropeo con una larga tradición apícola.
De hecho, el 20 de mayo es el natalicio de Anton Janša (1734-1773),
un esloveno pionero de la apicultura moderna y uno de los mayores
expertos de su época en esa actividad.
Los apicultores
eslovenos son reconocidos en el mundo por su calidad profesional y su
tecnología avanzada. La histórica relación de los eslovenos con
esa actividad se mezcló incluso con el arte popular, con las típicas
pinturas en las tapas de los panales que convierten los colmenares en
una inusual expresión artística. La actividad genera también un
creciente turismo apícola.
Al dar comienzo
en Buenos Aires la Semana de la Miel, que precede al Día Mundial de
la Abeja, en un acto organizado en el Ministerio de Agroindustria, la
embajadora de Eslovenia en la Argentina, Jadranka Šturm Kocjan,
destacó la necesidad de crear conciencia en la protección de los
polinizadores. “Además de fundamentales en la preservación de la
biodiversidad, generan entre 235 y 277 mil millones de dólares
anuales de ganancia a nivel mundial”, explicó.
También
participó la chef Dolli Irigoyen, que realizó una demostración de
extracción de miel y una degustación de cerveza, hidromieles y
mieles, advirtió que la presencia de venenos en la miel cierra el
mercado externo a los productores argentinos y pidió la protección
de las abejas.
Mañana será el
día para empezar a hacerlo. “Salven a las abejas”, será la
consigna de la jornada.
Fuente:
Andrés Osojnik, El otro riesgo de los agrotóxicos, 19/05/18, Página/12.
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