El proyecto, cuya
obra se adjudicó en 2016, consiste en la construcción de una
autovía de montaña de 6.7 km de extensión.
El proyecto para
construir una Autovía de Montaña en el valle de Punilla sigue
siendo resistido por los vecinos de la región que, agrupados en
diferentes organizaciones, fueron los principales protagonistas de la
maratónica audiencia pública que se desarrolló semanas atrás.
No conformes con
las respuestas que los responsables de la iniciativa dieron en esa
instancia (un paso obligatorio desde 2014), los habitantes se
encuentran movilizados y bajo la contención de numerosas entidades y
profesionales ambientalistas, que objetan puntos sensibles del
trazado de la autovía que pretende ser una opción a la colapsada
ruta nacional 38 en la zona de Punilla.
Uno de ellos es
Raúl Montenegro, titular de la Fundación para la Defensa del
Ambiente (Funam), quien manifestó su preocupación por el proyecto
que diseñó la Dirección de Vialidad Provincial, y que contó con
el estudio de impacto ambiental del Instituto de Investigación de
Servicios Públicos e Infraestructura (Iispi), dependiente de la
Universidad Nacional de Córdoba. “Existe un poderoso
empecinamiento por parte del Gobierno y de los consultores del
proyecto, para que el plan se siga desarrollando de esta manera”,
dijo el biólogo en declaraciones al programa de la FM 102.3 “Nadie
Sale Vivo de Aquí”.
Incluso,
Montenegro aseveró que sí existe la posibilidad de un trazado
diferente al que se plantea oficialmente y que genere menos daño
ambiental. El ambientalista discutió además el proceso a través
del cual se viene desarrollando el proyecto: “las mismas áreas que
hicieron el proyecto son las que realizan la evaluación. Las normas
terminan siendo manipuladas por las mismas autoridades”.
Por último,
además de describirla como “una obra completamente aberrante”,
el presidente de Funam concluyó que “la movilización de la gente”
logrará frenar los trabajos, al menos tal cual estaban planteados en
un inicio.
Cabe recordar que
la traza de la autovía diseñada es, en un primer tramo, entre el
sur de la comuna San Roque y el noreste de Cosquín (14,3
kilómetros). En el segundo tramo de 7,3 kilómetros, uniría Cosquín
con Casagrande; en este caso, en el 76,4 por ciento de su recorrido
invadiría zonas “rojas” de áreas naturales protegidas del
bosque nativo.
Asimismo, el
punto más crítico es que la traza pasa a 5090 metros sobre el
yacimiento de uranio “Rodolfo” (cercano a la localidad Santa
María de Punilla) que está sin explotar pero que la remoción de
tierra lo dejaría “sujeto a erosión hídrica e hidraúlica con el
consecuente aporte de material con uranio al río Cosquín y al dique
San Roque; además de que -durante la obra- los trabajadores
inhalarían ese ambiente”, alertó en un comienzo el Foro Ambiental
Córdoba.
El “Punillazo”
se traslada a Ambiente
Una nueva
protesta organizada por asambleas del valle de Punilla y la
agrupación “Unidos por el Monte” se desarrollará mañana frente
a la Secretaría de Ambiente de Córdoba, bajo la consigna
“#Punillazo, las sierras no se tocan”. La actividad está
prevista para las 10:30 en avenida Richieri 2187, frente a la
dependencia estatal.
El objetivo es
exigir “las 200 respuestas que el ingeniero Francisco Delgadino se
comprometió a responder respecto a la autovía de montaña”,
señala la convocatoria, en referencia a la participación que tuvo
el director del Iispi en la audiencia pública (ver nota central).
Los vecinos de Punilla se encuentran además expectantes del dictamen
que emita la Comisión Técnica Interdisciplinaria (CTI), un paso
previo a la resolución que decida el secretario de Ambiente de la
Provincia, Javier Britch. Instancia en la cual no se descarta que se
incluyan algunos cambios al proyecto original de la autovía.
Fuente:
Ecologistas acompañan la lucha de los vecinos contra la autovía, 28/05/18, Hoy Día Córdoba.
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