El ministro
publicó un aviso fúnebre para Carlos Chasseing, mano derecha de
Menéndez en Córdoba.
El ministro de
Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, publicó ayer un aviso
fúnebre en el diario La Nación para despedir al general Carlos
Bernando Chasseing, interventor de Córdoba durante la dictadura
cívico miliar y mano derecha del ex jefe del Tercer Cuerpo del
Ejército Luciano Benjamín Menéndez. “Participa su fallecimiento
y acompaña con afecto a su hijo Pablo y a su familia en este momento
de dolor”, manifestó Garavano en un aviso en el que no omitió su
cargo como miembro del gabinete del gobierno de Mauricio Macri.
Los organismos de
Derechos Humanos salieron rápidamente a denunciar el mensaje del
ministro a través de una carta, en la que consideraron “inadmisible”
que, “desde el más alto cargo que instituye la democracia para
llevar adelante políticas de Justicia y Derechos Humanos” se
salude al “más alto funcionario público durante la aplicación
del terrorismo de estado en Córdoba entre 1976 y 1979”. La carta
fue firmada por H.I.J.O.S. Reg. Córdoba, Abuelas de Plaza de Mayo
filial Córdoba, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones
Políticas de Córdoba, Asociación de Ex Presos Políticos, Ex
Presos Políticos por la Patria Grande.
“No sólo
ofenden y agravian la memoria de las víctimas del Terrorismo de
Estado, sino que manifiestan, una vez más, que su sentir más
profundo es contrario al avance de la Democracia y Derechos Humanos”,
enfatizaron los organismos, que pidieron la renuncia del ministro
Garavano. Chasseing fue un estrecho aliado de Menéndez, el represor
más condenado de Argentina por delitos de lesa humanidad y
considerado un ícono de los métodos más crueles utilizados por el
terrorismo de Estado entre 1976 y 1983.
El saludo de
Garavano al represor coincide además con la sentencia del juicio
Menéndez IV, que surge de la acumulación de las causas “González
Navarro y otros” y “Vergez Héctor Pedro y otros” por delitos
cometidos contra 61 víctimas del terrorismo de Estado en Córdoba,
de las cuales seis fueron asesinadas y una está desaparecida. "No
importa la ideología de Garavano, un funcionario de la democracia no
puede saludar a un gobernador de una dictadura militar", subrayó
Emilio Pihen de Hijos Córdoba.
En la carta, los
organismos advirtieron que con su mensaje Garavano también “degrada
la institución de la que es titular” y va en contra de lo que el
mismo ministerio declara defender. “¿Cómo puede el Ministro
Garavano ‘promover y fortalecer los Derechos Humanos’ si saluda
desde su investidura pública democrática a uno de los dictadores
feroces que tuvo la última dictadura cívico-militar?”, se
preguntaron las organizaciones. Y terminaron la misiva reclamando la
renuncia del ministro: “Debería dejar la cartera que ocupa en
manos de alguien que realmente quiera aportar a la construcción de
la Justicia y los Derechos Humanos en nuestro país y no que defienda
y salude a genocidas”.
Esta no es la
primera vez que el funcionario toma posición del lado de los
genocidas y no de las víctimas de la dictadura cívico militar. En
mayo, antes de la condena social que recibió el fallo que avalaba el
cómputo del 2 x 1 de la pena para condenados por delitos de lesa
humanidad, Garavano se expresó “respetuoso” por la decisión de
la Corte Suprema y sostuvo que lo que debía analizarse era “el
dilema moral” que existe “entre quienes consideran que el fallo
es un retroceso en materia de derechos humanos y quienes consideran
que es una consagración, porque aún las personas que cometieron
delitos aberrantes también tienen esos derechos”. “Mi rol como
ministro frente a los fallos de la Corte es cumplirlos, no
criticarlos”, subrayó entonces al defender a los jueces que
fallaron a favor de la morigeración de la pena para un represor y
que con ello intentaron abrir la puerta para que otros 740 pudieran
obtener el mismo beneficio.
Previamente, en
mayo de 2016, el ministro se reunió a escondidas con Cecilia Pando,
la principal apologista pública del terrorismo de Estado, que
requería en ese momento mejores condiciones para los represores
presos. No fue comunicado a los medios de prensa y recién fue
admitido cuando este diario lo consultó. “Iba a quedar todo así,
nuestra intención no era comentarlo, ni que saliera por ningún
lado, ¡no sé cómo salió el dato, realmente!”, había dicho
Pando al admitir el encuentro con el ministro.
Fuente:
La despedida de Garavano a un represor, 18/04/18, Página/12. Consultado 19/04/18.
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